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fauna, el conjunto de animales de un lugar o tiempo

Fauna ¿Qué es?

La fauna son los animales —considerados como un todo— de una región o ambiente específico o de un determinado tiempo. 

Por ejemplo:

Fauna abisal. De los fondos oceánicos, a una profundidad entre 4000 a 6500 m.

F. edáfica. La que habita en el suelo: lombrices terrestres, ácaros, nemátodos, insectos, arácnidos, roedores.

Fauna alpina, andina, ártica, sahariana.

Hablando de períodos geológicos, fauna del Cámbrico, Silúrico, Carbonífero, Triásico, Jurásico, Cretáceo, Cuaternario. Y de épocas: Eoceno, Oligoceno, Mioceno.

Si consideramos los grupos taxonómicos: entomofauna (insectos), aracnofauna (arañas),  ictiofauna (peces), herpetofauna (reptiles), avifauna (aves), mastofauna (mamíferos).

¿Quién acuñó el término fauna?

La palabra “fauna”, con el sentido biológico que ahora tiene, se la debemos al naturalista sueco Carlos Linneo (Caroli Linæi, mayo de 1707-enero 1778), quien publicó la primera edición de su obra Fauna Suecica (Fauna de Suecia), Estocolmo, 1746, y en 1761 se publicó la segunda edición: FAUNA SVECICA, donde incluye los reinos Mammalia, Aves, Amphibia, Pisces, Insecta, Vermes, distribuidos por Clases, Órdenes, Géneros y Especies.

El nombre “fauna” lo tomó Linneo de Fauna o Fātŭa, la esposa y hermana de Faunus, un dios itálico rural muy antiguo del campo, del bosque y la fecundidad, y secundariamente era una divinidad profética y oracular. De esos dioses que los romanos llamaban indĭgĕtes (divinidades primitivas que nacieron allí), de indĭgĕna (lo propio de cada lugar).

A la diosa Fauna o Fātŭa la identificaban con Bŏna Dĕa (Dīva, femenino de dīvus, “diosa”) o la Bonne Déesse, “La Buena Diosa”, de la abundancia y la fecundidad, honrada por las mujeres romanas.

Linneo también introdujo el vocablo “flora” para denominar al conjunto de plantas que habitan en una región determinada. Léase la entrada “flora”.

Diana con Faunus por Albert Freytag (ca. 1900) Wikimedia Commons. Public Domain

El origen del nombre Faunus es incierto 

Aunque hay varias propuestas o hipótesis que relacionan a este nombre, por ejemplo, con fatus (predicción de los adivinos, vaticinio, oráculo; también ruina, calamidad, de donde la palabra “fatídico”), del verbo fari (predecir), o con faveo, favere (favorecer); así como con  algunos vocablos griegos, no se tiene certitud sobre su origen, ya que se trata de un dios muy muy antiguo, por eso es muy probable que Faunus proceda de alguna lengua itálica primitiva.

Algunos lingüistas también han tratado de encontrarle a Faunus algún vínculo indoeuropeo, y han propuesto varias raíces, pero de validez muy dubitable. En fin, es de esos términos cuyo origen no ha podido ser rastreado con éxito. (Ernout-Meillet p. 121).

Faunus, hijo de Picus y nieto de Saturnus

Faunus , el tercero de una serie de reyes de Laurentes, era el hijo mítico de Pīcus y nieto de Saturno (Saturnus) y padre de Latino, rey del Lacio (Latium) cuando Eneas llegó a Italia (La Eneida). Igual que su abuelo y su padre (Saturno y Picus), Faunus instituyó la labranza y el pastoreo entre sus gobernados y fue un buen cazador. Después de su muerte fue la deidad protectora de la agricultura y de los pastores (Ovidio) y también dador de oráculos.

Como dios profético, se creía que adivinaba el futuro de cada hombre, a veces a través de los sueños o a veces mediante voces que venían de quién sabe dónde (Virgilio, Cicerón).

Faunus, Pan y los Sátiros

Después de la  introducción del culto al dios griego Πάν (Pan) —tambén mitad hombre mitad chivo— en Roma, en los inicios del siglo II a. C., a Faunus se le identificó con él y, en consecuencia, se le representó con cuernos y patas de cabra. Véase la entrada «pánico«.

También se relacionaba con los sátiros (Σατυρος, Satyros, latinizado Satyri, Fauni) de la mitología griega, espíritus de la fertilidad del campo y la naturaleza fecunda, y además lujuriosos. Asociados con las ninfas y acompañantes de algunos dioses como Pan, Hefesto, Dionisos y otros. 

Los Sátiros eran representados como hombres con rasgos animales, por ejemplo, orejas de burro, patas de cabra y miembros o falos erectos, por eso se llama satiriasis o priapismo a la enfermedad que consiste en tener el pene erecto sin estímulo sexual.

Asimismo, el festival de Faunus se llamaba Faunalia (Faunālĭa), que se celebraba en las nonas (nōnae, ārumquinto día”) de diciembre por la gente de campo, con gran algarabía, júbilo y juerga. Guardaba mucha afinidad con la Lupercalia, celebrada en Roma en el mes de febrero en la que se rendía tributo al dios Pan y a Faunus, todavía en los primeros siglos de la era cristiana.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 9 de agosto de 2024.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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