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espía, espiar, espionaje

Definiciones de espía, espiar y espionaje

Espía

Espía (sustantivo) es la persona que secretamente se mantiene próxima para asegurar una constante observación sobre los planes, movimientos y acciones de otro u otras personas.

Persona empleada por el gobierno para hacerse de información secreta sobre planes, asuntos o acciones de otro gobierno. O alguien que es contratado por una empresa o corporación, para descubrir los negocios y arreglos secretos de otra empresa que representa una competencia.

En asuntos militares, espionaje directo, mediante interceptaciones telefónicas, grabaciones, hackeo o por vía satelital.

Espiar

Espiar es un verbo que deriva del sustantivo “espía”, que consiste en observar con atención, pero con disimulo, algo o a alguien. He descubierto que me espía desde el techo de su casa. Espiar también es observar o examinar a escondidas para obtener información secreta. 

Espionaje

Espionaje (sustantivo) es la acción de espiar, especialmente para conseguir testimonios o  información secreta. En inglés «espionage» y francés “espionnage”; en alemán “Spionage”. 

Espionaje es un vocablo que lleva al final el sufijo -aje (-age en francés, como en pelage que significa en español ‘pelaje’). En este caso el sufijo funciona formando sustantivos de acción y a veces también indica colectividad, como en ‘menaje’, ‘plumaje’ y ‘ramaje’. -Aje deriva del catalán -atge y éste del latín atĭcus, como en viaticus, ‘lo relacionado con un viaje’. Palabras con el sufijo -aje: aterrizaje, mestizaje, amarizaje o amaraje, acuatizaje, aprendizaje, pesaje, abordaje, espionaje, 

Origen del término “espía”

La palabra “espía” no proviene del latín ni del griego, sino que es un término de origen gótico (lengua germánica oriental) extinta desde el siglo X a. C.

Espía, espiar y espionaje son palabras y actividades que en origen surgieron en el ámbito de  cuestiones  bélicos  

Aunque el espionaje ahora se usa con múltiples propósitos, es una actividad que nació en asuntos de guerra. Existen algunas evidencias de que el rey de Babilonia Hammurabi, quien reinó durante la primera mitad del siglo XVIII a. C., ya tenía espías que se disfrazaban como agentes diplomáticos. Del mismo modo, la Ilíada de Homero y algunos pasajes bíblicos mencionan algunas actividades de espionaje.

La historia de la antigüedad tardía europea, marcada por la decadencia y luego caída del Imperio Romano de Occidente, es, sin duda, muy complicada, pues diversos pueblos participaron en muchas contiendas bélicas entre otros, los godos.

ostrogodos y visigodos 

Cuenta la historia que los Ostrogodos y Visigodos enviaban personas a indagar, vigilar o atisbar las acciones de los ejércitos enemigos, como un recurso para planear sus actividades de guerra. A estos emisarios los llamaban (en lenguaje gótico) *spaíha (“espía”) o de algún modo muy similar, y a su actividad o función la denominaban con el verbo spaíhon (“espiar”, “observar las acciones del enemigo”), pero de una manera encubierta para no ser detectados. Con el decurso de los siglos y el desarrollo del castellano, estas voces pasaron al español como “espía” y “espiar”.

Los godos (En latín Gothi, singular Gothus) eran un pueblo germánico de probable origen escandinavo y que se asentaron entre los ríos Elba (noreste de Alemania) y Vístula (centro de Polonia). Históricamente se dividen en ostrogodos (probablemente del germánico ostan, ‘este’) o godos de oriente, que ocuparon Italia y los visigodos (del germánico west, *wisi- ‘oeste’) o godos de occidente que se establecieron en Hispania durante los últimos tiempos (c. siglos IV-VI d. C.) y la caída del Imperio romano.

Es verdad que las palabras espía, espiar y el derivado espionaje, nada tienen que ver con el latín o el griego, pero comparten relación con la raíz indoeuropea *spek- Pokorny *spek- p. 984 (observar).

Espía, espiar y espionaje en diccionarios españoles

Antonio de Nebrija (1495)

Espiar: exploro.as, specularis.

Espía: el mesmo (sic) que espía, explorator. oris.

RAE (1732)

Espía. El que anda disimulado, observando y escuchando lo que se dice o se hace para dar aviso a la parte de cuya orden lo ejecuta. Regularmente se entiende esta voz por el que anda disimulado entre los enemigos, para dar noticia a los suyos de lo que hacen. Covarrubias discurre que el origen de esta voz sea del del verbo griego Spio, que vale seguir, porque el Espía va siguiendo al contrario por todos los pasos que anda. Latín Explorator.

Espiar. Genéricamente vale observar, reconocer, registrar con cautela y disimulo, escuchando y acechando encubiertamente lo que se dice o hace: como sucede en la guerra, para saber los movimientos del enemigo. Sale del nombre Espía. Latín Explorare, Perscrutari, Speculari.

espionaje

Espionaje en español deriva del francés espionnage (la acción de espiar, vigilancia clandestina). El diccionario de Vicente Salvá de 1846 dice: Espionaje. Masculino, neologismo “el oficio del espía. En inglés (espionage) se usa desde finales del siglo XVIII.

Espionnage en francés (atestiguado desde finales del siglo XVI) procede del francés medio (siglos XIV-XVI) espionner (espiar), a su vez de espion (espía, del verbo espier, espiar, observar detenidamente y en secreto), del italiano antiguo spione (de spia, ‘espía’). Todos estos términos son de origen germánico. Como en alto alemán antiguo spëhôn o spehōn espiar, probablemente del protogermánico *spehōną, ‘mirar’, observar’, vinculado al gótico arriba citado, allá por los siglos III-VI d. C.

lengua protogermánica

El protogermánico es una lengua indoeuropea de la que no existen registros escritos, pero los lingüistas lo han reconstruido generando términos hipotéticos. Se asume que fue hablado más o menos entre los siglos VIII a. C.  al III d. C., y que se dividió en tres ramas: Norte (noruego, sueco, danés), Occidental (inglés, neerlandés, alemán) y Oriental a la que pertenece el gótico, burgundio y vandálico. Es decir el grupo de las lenguas germánicas. 

Raíz indoeuropea *spek-

La raíz IE raíz indoeuropea *spek- (observar) y su forma más antigua *spek̑‑ está asociada a las palabras espía, espiar, *spaíha, sphaíon, espionnage, espionner, espion, etc. También se relaciona con los término en latín: specio, specere (ver, mirar); specto, spectare (mirar, considerar); species (especie, forma, figura); speclosus (vistoso, hermoso); spectabilis (visiple, extraordinario); spectaculum (espectáculo); spectare (considerar con atención, examinar); speculari (mirar desde la atalaya); extispex y haruspex (adivino que mira las entrañas), auspex (el adivino que observa las aves). En griego σκοπέω (yo veo), σκέπτεσθαι sképtesthai (examinar), etc. Palabras como espía, espionaje, especie, espectro, espectáculo, espécimen, perspectiva, prospecto, especial, respecto, conspicuo, microscopio, telescopio, endoscopia y muchas otras se relacionan con esta raíz.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 11 de enero de 2024   

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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