neologismos, varios
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kínder, kindergarten, preescolar

Antecedentes históricos en Latinoamérica de los kínderes

La palabra kindergarten (y su acortamiento* ‘kínder’, que usamos en Latinoamérica) es un neologismo alemán del año 1840, un germanismo (voz alemana), que primero llegó al inglés en 1851 y de ahí al español en muy poco tiempo. El plural de kindergarten debe ser kindergártenes y de kínder kínderes.

Acortamiento de palabras

*El acortamiento es una manera de abreviación en la que las sílabas finales de un vocablo se eliminan, formando palabras nuevas, por ejemplo: bici, de bicicleta; bus por ómnibus o autobús; cine, de cinematógrafo; kilo, de kilogramo; migra, por los policías de inmigración de Estados Unidos; moto, de motocicleta; pa, de papá; peque, de pequeño; poli, por policía; porno, de pornografía; profe, de profesor. La RAE no lo admite, pero en México decimos: arqui, por arquitecto; en efe, por dinero en efectivo; inge, por ingeniero; lic en lugar de licenciado; prepa, por escuela preparatoria. Lo mismo sucede con kínder por kindergarten. Nadie dice “voy por mi hijo al kindergarten”, siempre se usa “kínder”.

El primer diccionario castellano que recoge el término es el de José Alemany y Bolufer de 1917, donde podemos leer: “kindergarten (del alemán kindergarten: de kinder, niñez, y garten, jardín). m. Colegio de párvulos de ambos sexos. Es germanismo muy usado en algunas partes de América, principalmente Chile”. La RAE incorporó el término en el año 1950.

Es probable que la palabra haya llegado a Chile directamente de Europa, ya que desde los años 1860s comenzaron a funcionar escuelas para párvulos (del latín parvŭlus, parvus ‘pequeñito’, ‘pequeño’) que adoptaron los modelos europeos. En 1906 se fundó el primer kindergarten en Santiago de Chile. 

En México se dio un movimiento semejante de manera simultánea. “Entre 1881 y 1887 comienzan a funcionar las primeras escuelas de párvulos en México” (Adriana Garza Torres).

Definición de kínder, kindergarten

Kindergarten es una escuela —o el plan de estudios mismo— para niños de entre 3 y 5 años de edad, que sirve como introducción para la educación primaria. Una escuela para niños en edad preescolar.  Por eso también se le llama ‘educación preescolar’ a la recibida en un kínder.

Acuñación del término

Kindergarten en alemán literalmente significa “el jardín de los niños” y se traduce como: ‘escuela de párvulos’, ‘preescolar’, ‘guardería infantil’, ‘jardín maternal’. Ya que por la corta edad de los niños que asisten a un kínder —además de servir como un lugar para que desarrollen habilidades básicas y comience la socialización de los infantes—, a veces las profesoras tienen que auxiliarlos (accidentes menores, descontrol de esfínteres), asumiendo el rol de sus padres.

Esta palabra fue introducida en la primavera de 1840 por el educador alemán Friedrich Wilhelm August Froebel (1782-1852), quien a los 23 años de edad comenzó a dar clases en Frankfurt. Él decía que aspiraba a lograr que los niños de corta edad desarrollaran su mente de manera natural y espontánea (en su Die Menschenerziehung… 1823). 

Componentes del vocablo Kindergarten

Kindergarten es un neologismo que Froebel creó uniendo dos voces alemanas: 

Kinder, genitivo plural (por eso es ‘jardín de niños, no de niño) del sustantivo Kind que significa ‘niño’, ‘niña’, del alto alemán medio (siglos XI-XIV) kint, a su vez del alto alemán antiguo (siglos VI-XI)  kind (niño). En el inglés actual (lengua germánica occidental), la palabra kind significa ‘bueno’, ‘cariñoso’, ‘amable’, ‘clase’, ‘especie’, ‘género’, ‘linaje’, etc., y está relacionada con Kind, Kinder en alemán.

Garten que significa ‘jardín’, del alto alemán medio garte, del alto alemán antiguo garto. Así mismo, Garten en alemán es un sustantivo que tiene nexos etimológicos con garden (jardín, huerto) en inglés y aún más remotos con huerto y huerta en español. 

Relaciones indoeuropeas

Kinder (niño) tiene relación con la raíz indoeuropea *ĝen-1, *ĝenǝ- (parir, dar a luz, engendrar), con derivados referidos a cosas relacionadas con la procreación y grupos familiares y tribales. Se trata de una raíz muy prolífica, que se asocia a muchas palabras, por ejemplo, genio, naturaleza, generación, genérico, congénere, engendrar, genealogía, genocidio, genotipo, heterogéneo, congénito, ingenio, ingeniero, genio, genuino, ingenuo, gérmen, germinación, gónada, génesis, nación, innato, neonato, renacer. En alemán: Kind (niño), Kinderarzt (pediatra), Kinderbett (camita de niño), Kinderei (niñez, infancia), Kindererziehung (educación de niños), el adjetivo kinderfeindlich (que desprecia a los niños), Kinderfreibetrag (tolerancia a los niños) y, por supuesto, Kindergarten (jardín de niños). Todos los sustantivos alemanes se escriben con letra inicial mayúscula.

Garten (jardín) está relacionado con la raíz *gher- (agarrar, sujetar, encerrar, rodear). De Garten (jardín) en alemán derivan, por ejemplo: Gartenbau (horticultura), Gartenfest (fiesta en el jardín), ~gerät (herramienta de jardinería), ~haus (casa de verano), ~zaun (la cerca del jardín), ~lokal (el patio local o de la casa, el patio cervecero), ~kresse (berro de jardín), etc. La raíz *gher- también tiene relación con el vocablo latino hortus y cohors (cuadra, corral, cohorte, escolta, multitud de cosas, hombres o animales), de donde se derivó ‘jardín’ en español, jardin, jart en francés; giardino en italiano; trädgård en sueco y gortn en judeoalemán.

Un poco de historia

Después de establecer un orfanatorio (asilo para huérfanos), en Burgdorf, Berna, Suiza (1835), Froebel abrió su propia escuela para niños de preescolar (junio de 1839) en Bad Blankenburg, Thuringia (ahora considerado “el primer kínder del mundo”), que al principio llamó Spiel-und Beschäftigungsanstalt (Instituto para Juegos y Pasatiempos), un modelo educativo para los niños de preescolar (3-5 años de edad), manteniéndolos en un ambiente que les permitera jugar y realizar actividades que fomenten su desarrollo integral. Al año siguiente (1840) cambió el nombre por Kindergarten (Jardín para o de Niños). 

La idea prosperó y algunos kindergarten se fundaron luego en Alemania. Para 1852 ya había 35. Todavía en agosto de 1851 Froebel inicia una carta con la expresión «Kindergarten! Wonnelaut!” (véase) Algo así como ¡Felicidades kindergarten! Murió 302 días después, a los 70 años, en Mariental. 

El museo de Friedrich Froebel en Bad Blankenburg, Alemania

Es tan importante el legado de Froebel, que en Bad Blankenburg, existe un museo en su memoria. Una atracción muy particular dentro de él, es el ‘cuarto del kindergarten’, donde los niños tenían la oportunidad de jugar y practicar el uso de las técnicas de Froebel, como la papiroflexia, el galoneado y recortar… que aún se siguen practicando. Aquí el enlace del museo 

EL VERDADERO MOTIVO QUE TUVO FROEBEL PARA CREAR LA PALABRA KINDERGARTEN

Froebel era amigo de los pedagogos Wilhelm Middendorff (1793-1853) y su sobrino Johannes Barop (1802-1878). “Según Barop, mientras caminaban en las montañas, Froebel permaneció de pie absorto, sus ojos mostraban un brillo refulgente, y de pronto gritó a los cuatro vientos ¡Eureka lo tengo! Kindergarten debe ser el nombre del Instituto. La palabra combina claramente lo humano (Kinder, ‘niños’) con la naturaleza (Garten, ‘jardín’) y puede significar “jardín de niños” o «un jardín para niños”. Pero ¿Por qué? Vamos a ver:

El edificio de Bad Blankenburg —donde originalmente abrió su escuela de niños—, desde que fue construido tenía un jardín atrás, en el cual cada niño tuvo un espacio de terreno personal para cultivarlo (es decir un pequeño jardín que cuidaban y regaban con esmero), por eso entonces kindergarten o jardín de niños. 

Casi 50 niños estaban registrados en 1839, muchos de ellos tenían que ser primero bañados en una fuente del mercadillo local antes de ir a la escuela. El 28 de junio de 1840 el ‘Kindergarten Universal de Alemania’ de Froebel fue formalmente abierto, administrado exclusivamente por mujeres”. Esa es la historia contada por Peter Weston.

Otra posible interpretación

Si nos planteamos la siguiente pregunta “¿Cómo trata el jardinero a sus plantas? Estudia sus naturalezas individuales y las coloca en circunstancias de suelo y atmósfera que les permitan crecer, florecer y dar fruto…”  (Mrs Horace Mann & Elizabeth P. Peabody, «Moral Culture of Infancy and Kindergarten Guide«, Boston, 1863. Citados por Etymonline]. Dicho de otra manera, en lugar de pensar que hay un gran jardín que pertenece a los niños que lo cultivan, se considera a cada uno como una plantita, es decir, el grupo de infantes forman un jardín al que el educador debe cultivar. De cualquier manera la interpretación es válida.

Lectura sugerida

  • Weston Peter. 2000. Friedrich Froebel his life, times & significance. London. 

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 25 de enero de 2023.

Categoría: neologismos, varios

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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