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sufragio, sinónimo de voto

Sufragio y voto son términos sinónimos, sobre todo en cuestiones político electorales. Ambas son palabras derivadas del latín.

Diferencias sobre el origen de sufragio y voto

‘Sufragio’ (suffragium) significó desde la antigüedad “voto”, “aprobación”, «sustento», “apoyo”, «simpatía», para que alguien ocupe un cargo público. En cambio ‘voto’ (vōtum) en origen tenía la connotación de “promesa hecha a los dioses”, “deseo”, “ruego”, “una promesa”; sólo siglos después tomó significado político electoral.

Definición de ‘sufragio’

Sufragio es: 

Un ‘sistema de elección de cargos por medio de votación’. Los gobernadores son elegidos por sufragio.

El ‘voto emitido en unas elecciones o una asamblea’. El licenciado obtuvo solo el 5% de los sufragios.

‘Auxilio, favor o socorro espiritual al alma de un difunto’; ‘una intercesión por su eterno descanso’. Se ofició una misa en sufragio del finado.

Sufragar es un verbo que significa ‘costear algo o pagar los gastos de ello’, también ‘ayudar’, ‘favorecer’. El gobierno sufragó todos los gastos del agasajo.

Etimología de ‘sufragio’

El origen del término ‘sufragio’ tiene relación con ‘apoyo’, ‘ayuda’, ‘soporte’ ‘sustento’, en cambio, ‘voto’ se relaciona con ‘deseo’, ‘plegaria’, ‘súplica’.

La palabra sufragio deriva del latín clásico y medieval suffragium que significa ‘aprobación’, ‘favor’, ‘derecho de voto’, ‘sufragio’, ‘voto’; ‘trozo de vasija quebrada o tiesto en que los antiguos escribían el voto’. En aquellos días no había papeletas, ¡ni mucho menos, voto electrónico!

Suffragium está compuesto por tres elementos:

  • El prefijo sub- que indica ‘abajo’, ‘desde abajo’, como en el verbo latino subarare, ‘mover la tierra por debajo’. Antes de una ‘f’ se convierte en suf-, por ejemplo, suffervefacere (hacer hervir un poco), sufflare (soplar por abajo), sufflucire (sostener, apuntalar), suffusus, participio de suffundo, ere (derramar o extender por abajo) etc.
  • Frango, frangere, verbo que significa ‘quebrar’, ‘romper’, ‘hacer pedazos’, ‘golpear produciendo un estruendo o estallido’, como un cristal que de pronto se rompe ¿Sería por que usaban pedazos de vasija quebrada para sufragar? Hay otras posibles interpretaciones.
  • El sufijo -ium, especialmente en palabras derivadas de verbos, como en delirium de delirare, delirar; también en aequilibrium, colloquium, magisterium, millenium y odium y muchas palabras  más.

El verbo suffragor, suffragari significa ‘votar’, ‘otorgar su voto’, ‘favorecer’, ‘aprobar’, ‘apoyar’, ‘recomendar’. El suffrāgātŏr, oris era ‘el que simpatizaba con alguien’, ‘el que daba su apoyo con el suffragium’. El suffrāgans, -antis (ahora sufragante) es el partidario o elector que favorece a cierto candidato. 

Sobre los motivos del nombre suffragium

Una de las explicaciones que se tienen sobre el porqué del nombre suffragium dice que se debe a que en el momento de manifestar los sufragantes o votantes su adhesión o aprobación a cierto candidato, lo hacían con una estruendosa aclamación, o quizá producían un ruido intenso (frango, frangere) al hacer chocar las armas o tal vez otros objetos, escudos, por ejemplo.

Otra posibilidad es suponer que el nombre obedecía al hecho de que los sufragios de apoyo o adhesión se hacían desde el pueblo, la gente de abajo (sub), que no tenía el honor de ocupar cargos públicos. Esto justifica la presencia de sub- en el término.

Nexos indoeuropeos de frangere, suffragium

Suffragium se asocia a la raíz indoeuropea bhreĝ-1 (romper, quebrar, fragmentar), también vinculada a los términos latinos derivados de frango, frangere: fractura (fractura), fractus (quebrado, roto), fragilis (frágil), fragmen (acción de quebrar), fragmentum (fragmento), fragor (rotura, crujido, ruido), fragose (ruidosamente), etc. Brocken (pedazo) en alemán, así como fraction (fracción), fragility (fragilidad) y fragmentation (fragmentación) en inglés, también tienen relación con esta raíz.

UN POCO DE HISTORIA ANTIGUA

Aunque en los tiempos romanos más antiguos, al principio solamente los patricios —clase social privilegiada, que poseía grandes propiedades de tierra—, dotados con un prestigio social, tenían el derecho al sufragio o voto. Pero a las clases más bajas (la plebe, los plebeyos no ciudadanos) se les negaba ese derecho por no poseer propiedades; sólo después de siglos e innumerables conflictos lograron ese derecho. A medida que el poderío romano se extendió por toda Italia y después todo el Mediterráneo, el estatus de ciudadanía se fue expandiendo, de modo que para el año 212* d. C., todos los habitantes libres del Imperio romano gozaban de plenos derechos ciudadanos. En los tiempos más antiguos de la sociedad romana, los esclavos, los plebeyos y las mujeres, no podían sufragar o votar, ni ocupar cargos públicos.

*En el año 212 gobernaba el Imperio romano Marcus Aurelius Antonius, cuyo nombre de nacimiento era Lucius Septimius Bassianus (188-217). Su gobierno se extendió desde el año 211 hasta 217 cuando fue asesinado. Se le recuerda por su Edicto de 212 (Constitutio Antoniniana), Constitución Antonina, en la que otorgaba la ciudadanía (y su derecho al sufragio) a todos los hombres libres del Imperio, a excepción de los esclavos libertos y los dediticii (todos los que se habían rendido ante Roma durante las guerras), que habían declarado su rendición incondicional o deditio in fidem; del verbo dedo dedere ‘capitular’, ‘rendirse’, ‘aceptar ciertas condiciones’. Deditio, onis, era la ‘entrega’, ‘sumisión’, ‘rendición’ o ‘capitulación’. 

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 6 de febrero de 2023.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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