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asfixia

¿Qué es la asfixia?

La asfixia es un estado en el que suceden cambios patológicos causados por el bloqueo del aire que se aspira, o la falta de oxígeno en el mismo, que produce un deficiente o ausente intercambio de oxígeno y dióxido de carbono como fundamento del proceso ventilatorio. Acompañada de hipercapnia (elevación del CO2 en la sangre arterial), hipoxia (decremento de los niveles normales de oxígeno en el aire inspirado, la sangre arterial o los tejidos) o anoxia (falta total de oxígeno).

Me gusta esta descripción por su sencillez y claridad, que nos viene bien a los legos en esta materia: 

“Asphyxia / asfixia (de a- y σφύξις) femenino. Literalmente, falta de pulso; pero hoy solamente se emplea en el sentido de supresión de la función respiratoria, por cualquier causa que se oponga al cambio gaseoso en los pulmones entre la sangre y el aire ambiente. En términos fisiológicos es la hipercapnia mortal, pues la falta de oxígeno es la anoxia. El exceso de CO2 paraliza los centros nerviosos, igual que la falta de O2 . Apnea, sofocación.” (Diccionario de Medicina inglés-español. 1966. Vol 1 p. 99. Edición impresa).

Origen de la palabra «asfixia»

La palabra asfixia se documeta en griego antiguo con un significado diferente al actual (falta de pulso). Al español llegó del latín moderno ‘asphyxia’ desde los últimos años del XVII, y aparece en diccionarios a finales del siglo XVIII. En francés (asphyxie) desde 1741 y luego en 1752.

“Asfixia” deriva del antiguo griego ἀσφυξία ‘asphixía’, que significa “el cese del pulso”, “cuando ya no se percibe el pulso”, documentado en Galeno, siglo II d. C. (Bailly p. 297). Este vocablo no está registrado ni en latín clásico, ni tardío, ni medieval, sino que fue tomado por los médicos de los siglos XVII-XVIII.

La palabra ἀσφυξία (asphyxía) está formada por 1): el prefijo ἀ-, ἀν- (a-, an-) que indica privación, ausencia, negación, como en los términos ‘ápodo’ (sin patas), ’áptero’ (sin alas, como las pulgas y las chinches de cama), apnea (ausencia de respiración) y ametábolo (tratándose de insectos, que no experimentan metamorfosis durante su desarrollo). Más 2) σφυγμός (sphygmós) que significa “pulso”; “latido de alguna parte del cuerpo”; “el latido cardiaco, pulsación” (Aristóteles); por extensión “una vibración de la tierra”, tal vez por erupción volcánica o sismo”; “cualquier emoción violenta”. El verbo σφύξω (sphyxo) significa “latir”; y σφυδάω (sphydáo) quiere decir “estar vigoroso, en las mejores condiciones de salud”.

Con el término sphygmós se acuñó en el siglo XIX, la palabra “esfigmomanómetro” (literalmente, “que mide la intensidad del pulso”, que no es otra cosa que la presión arterial), ese aparato tan necesario para los médicos, y que sirve para medir la presión sanguínea de sus pacientes, uno de los principales signos vitales. En clasificaciones antiguas, se registra el género Sphygmica, que agrupa a ciertos protozoos, cuyas vaculoas muestran frecuentes contracciones, como pulsátiless (Century Dictionary. Vol 7 p. 5827. On line).

Posibles causas (etiología) de asfixia

Contrariamente a lo que muchos creen, la asfixia puede producirse por una gran variedad de condiciones, de las que sólo mencionaré las más importantes.

Las causas de la asfixia pueden ser extrínsecas o externas e intrínsecas o internas.

Extrínsecas

1) Sofocación, es decir, obstrucción de las vías aéreas, debida, por ejemplo, a cuerpos extraños en la tráquea, o en la orofaringe (faringe media); edema o espasmo de laringe, o bien, compresión externa del cuello, estrangulación, ahorcamiento; 2) respirar gases tóxicos, principalmente monóxido de carbono; 3) choque (shock) eléctrico; 3) drogas; 4) anestesia, considerada como un riesgo; 5) traumatismo; 6) severos daños aplastantes o compresivos del pecho; 7) daño de los nervios o centros que controlan la respiración; 8) disminución de oxígeno en el aire que se inhala; 9) ahogo por inmersión; el que se ahoga en el agua muere de asfixia.

Intrínsecas

1) hemorragia en pulmones o las pleuras; 2) inflamación severa de las vías respiratorias; 3) rotura de abscesos o aneurismas; 3) edema pulmonar; 4) bocio muy crecido; 5) parálisis del centro respiratorio o de los músculos que controlan la respiración; 6) neumotórax o acumulación de gases en la cavidad pleural; 7) asfixia erótica o hipoxifilia, que consiste en suprimirse o suprimir el aporte de oxígeno al compañero(a) sexual para intensificar el orgasmo, y que puede resultar mortal. Aquí pueden leer sobre esta perversión sexual

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 24 de septiembre de 2023.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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