Significados
Sustantivo femenino
- Una alarma es un aviso o señal que se da en un ejército o plaza para que se prepare inmediatamente a la defensa o al combate. Es decir, ‘llamado a las armas’. Realmente el significado original con el que esta palabra nació.
- También un aviso o señal de cualquier tipo que advierte de la proximidad de un peligro. Cualquier sonido, grito o información destinada a advertir de un peligro que se acerca. Se oyeron gritos de alarma. Sonaron las alarmas sísmicas.
- Mecanismo o dispositivo que, por diversos procedimientos, tiene por función de advertir de algún riesgo o peligro mediante un sonido u otra señal. Apenas me estaba durmiendo, cuando sonó la alarma sísmica. Escuche oportunamente la alarma de incendio.
- El mecanismo que hace sonar una alarma de reloj. Voy a poner la alarma de mi reloj para despertar a las 4 de la mañana
- Perturbación violenta del ánimo ocasionada por algún acontecimiento repentino y temeroso. Dicho de otra manera, inquietud, susto, miedo o sobresalto causado por la constatación de algún riesgo o mal inesperado que amenaza repentinamente. Estado de alarma. Toda la ciudad está en estado de alarma por el riesgo de inundación.
Hay muchas clases de alarmas:
De incendio, de reloj, sísmicas, de robo o intrusos, de bombardeo, nuclear, de tsunami, por anomalía en un auto, por no llevar puesto el cinturón de seguridad o por llevar abierta una portezuela.
Verbo
1. Llenar de alarma o preocupación y angustia. Alarmar al pueblo por la inminente llegada del huracán.
3. Equipar con o proteger mediante una alarma: Las puertas de los dormitorios tienen alarma durante la noche.
La alarma implica un estado de ansiedad con temor, con frecuencia provocada de forma repentina: Al ver la proximidad del tiburón, los nadadores se alarmaron. Cuando vi la cercanía del incendio me alarmé y sentí mucho miedo y angustia.
Etimología de la palabra ‘alarma’
Alarma es un término que procede del italiano allarme, de all’arme ¡A las armas! o ¡A sus armas! Un repentino llamado a las armas. Una señal u orden que se da a los soldados para que tomen las armas ante la cercanía de un ataque enemigo. De all’, alla (a la, a los, a las), del latín ad illam (a eso), de ad (a), más illam, acusativo femenino del pronombre ille (el, ella, ello), del latín arcaico olle, olli, plural de ollus, con igual significado.
Arma
‘Arma’ deriva del latin arma y su genitivo plural, armōrum, armum, originalmente, ‘instrumentos’, ‘utensilios’; también ‘armas’ para defenderse de los hombres o los animales agresivos, “literalmente herramientas o implementos de guerra”; ‘hombres armados’, ‘tropa’, ‘las batallas’, ‘los instrumentos necesarios para las artes’. Como en las expresiones: arma levia (Livio) ‘tropas ligeras’; arma cerealia (Virgilio) ‘los instrumentos necesarios para elaborar pan’; arma prudentiæ (Cicerón), las armas de la prudencia.
De arma deriva el verbo armo, armāre, ‘armar’, ‘equipar’, ‘armar a cualquiera con cualquier cosa’, no necesariamente para cuestiones de defensa.
Entonces arma en latín no necesariamente tiene el sentido de algo usado para la defensa o el combate.
Alarma-alerta
«Alerta” se refiere al hecho de estar muy atento o muy presto para afrontar alguna situación que exige actuar con rapidez y eficacia. Mientras que “alarma” es un aviso o señal de cualquier tipo que advierte de la proximidad de un peligro. Bueno, incluso cuando suena una alarma de reloj, nos está advirtiendo que si nos quedamos dormidos, existe el peligro de no llegar a tiempo a cierto lugar.
Sin duda, dos cosas diferentes; pero son términos que el español tomó del italiano y comparten el mismo componente all’, alla (a la, a los, a las) arriba explicado.
Literalmente, ‘alarma’ ¡A las armas!. En cambio, ‘alerta’, ¡Al punto más alto para vigilar!
Probable origen indoeuropeo
Arma, armōrum es palabra vinculada a la raíz indoeuropea *ar-, *arə- (hacer que encastren o encajen juntos, ajustar) y su variante *re- (contar, razonar), con su forma aún más arcaica *h2erh1‑. Raíz también relacionada con términos como: radh, ‘triunfar’ en sánscrito; reor, reri, ‘ratificar’, ‘considerar’, ‘pensar’ en latín; rǣdan, ‘aconsejar’, ‘persuadir’, ‘leer’ en inglés antiguo; rātan, ‘deliberar’, en alto alemán antiguo. Podemos mencionar términos de uso común vinculados a esta raíz IE, por ejemplo, alarma, arma, armadillo, armonía, arte, artista, artiodáctilo, artículo, artejo, inercia, inerte, filarmónica, arte y muchas otras.
‘Alarma’ en los diccionarios españoles
All’arme se usó en italiano probablemente desde el siglo XIII, de donde pasó al francés en el siglo XIV como alarme, y de allí al inglés primero como alarme, alarom. Probablemente el español lo tomó directamente del italiano, como lo dice el DLE en su edición 2022.
El diccionario de la RAE, edición 1726 recoge la palabra ‘alarma’ con un significado totalmente militar. Dice: “Alarma. Modo de hablar con que se incita a tomar las armas, que casi se ha hecho ya sustantivo, usandola en el sentido de la señal arrebatada que se da por gritos, o instrumentos de guerra a los soldados de una guarnición, o de un ejército, para que tomen las armas y se pongan en defensa, cuando improvisamente son acometidos y asaltados, o creen serlo. Latín ad armas clamatio (llamado a las armas).
Fue en la edición 1837 cuando por fin la RAE agrega: “susto o temor repentino que produce en los ánimos algún ruido o señal de peligro repentino e inesperado”. Un significado no militar.
Comentario final
El significado del vocablo ‘alarma’ (alarme en italiano) ha evolucionado a través de los años
Primero era un llamado (¡all’arme!) para que los soldados tomaran con urgencia las armas.
Después se usó para referirse al grito o aviso.
Luego para cualquier admonición o advertencia.
Posteriormente para denominar cualquier dispositivo usado con ese fin, como una sirena, campanas, luces.
Así mismo, debido a que una alarma es a veces capaz de originar miedo (como una alarma sísmica, de tsunami, de bombardeo o de incendio), dicho sentimiento de miedo, pánico, pavor o terror pasó también a llamarse ‘alarma’. Cuando alguien tiene miedo o pavor, está alarmado.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 2 de noviembre de 2022.