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trastornar, trastorno, desorden

Definición de trastornar, trastorno, desorden

  • Trastornar (verbo) es “producir en algo o alguien un cambio, perturbación o alteración, generalmente negativo” (el sismo trastornó todos mis planes). “Alterar el funcionamiento normal de la mente” (la droga te trastorna la mente y te embrutece ¡Ya deja eso!). “Inquietar o intranquilizar a alguien” (tu desplante me trastorna, me inquieta). 
  • Trastorno es “la acción o efecto de trastornar”, “una disrupción de”; o sea, “alteración, confusión, dificultad, conflicto, desorganización”. O bien “entorpecimiento de las funciones normales” o de “sistemas organizados”. Tratándose de cuestiones médico-biológicas, afección, desarreglo, desorden, disfunción. Como un trastorno gastrointestinal, fisiológico, del sueño, metabólico, endocrino, mental, etc. Concretamente en psicología y psiquiatría, “trastorno”, alteración, enajenación o alienación mental del que no es responsable de sus actos”.

El inglés tiene el término disorder

Desorden», “disorder” en inglés, documentada desde el siglo XVI, significa: Falta de orden, confusión. Violación del orden, conducta desordenada, disturbio público. Un disturbio en la salud física y mental; disfunción, dolencia, mal, enfermedad (un desorden o trastorno metabólico como la diabetes, un leve desorden gástrico). Sinónimos: indisposición, dolencia, achaque. La palabra disorder está formada por el sufijo dis- (carencia, negación) más ordre en inglés medio, del francés antiguo ordre, y este del latín ordo, ordinis (raíz ordin-), orden, colocación, distribución, serie, enlace, encadenamiento, regularidad; del indoeuropeo *ar- (encajar juntos). Entonces desorden es la falta (des-, dis-) de orden (ordo).

Etimología del término “trastorno”

Trastorno (sustantivo de resultado), es la acción y efecto de trastornar. Precisamente viene del verbo trastornar, que no tiene su origen en el latín clásico ni tardío, sino que comenzó a usarse en castellano medieval, hacia la primera mitad del siglo XII, con la noción de desordenar, desarreglar, desorganizar, revolver, descolocar. O sea que trastornar da la idea de “quitar a alguien o algo del lugar en que se encuentra». “Trastorno” y “trastornar” comenzaron a utilizarse con sentido médico desde el siglo XIV.

En los cuatro libros del Caballero Amadís de Gaula, escrito entre los siglos XIII-XIV en algún lugar de Iberia, y cuya autoría es discutible, aparece el término «trastorno» en un sentido no médico (véase). En este libro (El Arte de servir a Dios) de 1586 podemos leer sobre el trastorno del seso, lo que nos permite concluir que muy probablemente el primer uso médico de esta palabra fue en los casos de “trastornos mentales”

Componentes del verbo “trastornar” 

A- El prefijo latino trāns- que indica “al otro lado”, “a través de”, “más allá de”, “de un lugar o de un lado a otro”, “el hecho de que un cambio se haya completado», por ejemplo en el vocablo “transformación” o sea, algo que ha cambiado de una forma a otra. Otros términos con trans-: transacción, transcurrir, (algo así como pasar corriendo), transferencia, transparente, transportar (literalmente “llevar o portar de un lugar a otro”), transeúnte, transexual, transexenal, trastocar, traslación, traspasar, traspié, etc

Trāns- forma parte de muchas palabras latinas antiguas con la idea del paso de un lugar a otro: transabire (sobrepasar, adelantarse); transcribere (copiar, transcribir, ceder por escrito); transferre (transferir); transcurrere (correr de un lado a otro, pasar corriendo, como los días que transcurren sin cesar); transfigere (atravesar, traspasar, como una espada que atraviesa el pecho); transmittere (transmitir, trasladar, transportar). 

B- torno y su infinitivo tornāre, documentado en latín clásico que significa “pulir, tornear, redondear, pulir usando un torno (un cilindro que gira alrededor de un eje), “labrar o moldear usando un trépano”, “retorcer”. San Jerónimo (340-420 d. C.) escribió en su Epistolario tornare barbam, “componer la barba acariciándola con los dedos”. Y Horacio (65-8 a. C.) male tornati versus, “versos mal hechos”.

El verbo tornāre deriva a su vez del sustantivo tornus (torno, instrumento del que se dedica a tornear o moldear). Asimismo, tornus procede del griego antiguo τόρνος = tórnos: “Un instrumento de carpintería para hacer orificios redondos”. 

Derivados de tornus:

Tornātĭlis “torneado” 

Tornātŏr “el tornero” 

Tornātūra “el arte del tornero”.

¿Cómo fue que se formó en español medieval la palabra “trastornar” y su derivado “trastorno”?

En “trastornar, trastorno» podemos separar dos componentes: a) el multicitado prefijo trans- y su variante tras- más -tornar, -torno, del latín torno, tornare, arriba explicado. 

El sentido del término en castellano medieval es “ocasionar el desorden a cualquier cosa material o física, girándola”, “invertir o revolver la colocación (entiéndase estar ubicado en el lugar preciso) de algo, mediante una o más vueltas”. O “un viraje al otro lado, es decir, en dirección opuesta”, cuestión que, referida al trabajo de moldear, provocarían el fracaso y echaría a perder la pieza que se estaba moldeando, un total desajuste (ya casi terminaba de moldear la pieza y este error la trastornó, la arruinó). 

“Trastornar” en sentido figurado

Esta noción pasó, en sentido figurado, a llamar «trastorno», a todo desconcierto o turbación en el entendimiento y la conducta de la persona perturbada o de cualquier otra cosa. Por eso, una de las aplicaciones más antiguas e importantes de los vocablos “trastornar y trastorno” sucedieron en el campo de los desequilibrios mentales y alteraciones de la conducta. Por eso también se dice, por ejemplo “las drogas trastornan lastimosamente la conducta”. “Tener trastornada la conciencia”. “Trastornos emocionales”.

Sin embargo, los términos también tienen un muy amplio uso en otras áreas de la medicina: trastorno metabólico, gastrointestinal, circulatorio, hormonal, hidroelectrolítico, de la visión, de la audición. 

Por lo tanto, al pie de la letra (ad litteram), “trastornar” es cambiar de un lugar o de un lado a otro (tras- de trans-) mediante retorcimiento, giro o vuelta (tornar, de tornāre). 

Vínculos indoeuropeos de “trastornar”, “trastorno”

En “trastornar” y “trastorno” se encuentra el radical tor-, del que derivan palabras como: tortícolis, torsión, tortura y otras. Tal vez tor- sea la confluencia o el cruce de dos raíces indoeuropeas hipotéticas

Por un lado, *‌‌terkw- (torcer, retorcer) asociada a voces como contorsión, extorsión, tortura, torque, torsión, tortuoso, retorta, el antropónimo Torcuato, etc. En latín: torquis (vuelta, círculo, corona), torquatus (adornado con un collar), torquere (enrollar, torcer). Pero también, quizás, se relacione con la raíz *terə-1  (frotar, moler mediante acción giratoria); con algunos derivados que se refieren a torcer y perforar; o al frotamiento del grano de cereal para quitar las cáscaras, y de ahí al proceso de trilla, ya sea por el pisoteo de los bueyes o por el azote con mayales

A *terə-1 también se le atribuyen nexos con los términos griegos τόρνος (tórnos ya mencionado), τράγος (trágos, “macho cabrío”, de donde la palabra tragedia), διατριβή (diatribé, “discurso agresivo”, de donde procede “diatriba”), τρωγλη (trogle, “agujero” que dio “troglodita”), τραῡμα (“trauma”). Bueno, pero todo esto es hipotético y, si te interesa, puedes ir a los enlaces.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 23 de febrero de 2025.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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