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madurar, madrugar, maduro, maduración

Definiciones de madurar, maduro…

Madurar:

«Dar punto o sazón a los frutos, alcanzar su estado óptimo para su consumo. También “ir sazonándose los frutos”. Las manzanas van a madurar en pocos días.

En sentido figurado, “poner en su debido punto —con la cavilación o meditación— una idea, plan, proyecto”, etc.

Hablando de personas, “crecer en edad y juicio”. Algunos avanzan en edad ¡Pero nunca alcanzan su pleno juicio, jamás maduran”.

Maduro: 

“Un fruto que ha llegado al punto de desarrollo suficiente para su consumo”. Naranja madura.

“Que ha alcanzado un grado de desarrollo apropiado para su utilización o funcionamiento”. Un proyecto maduro. Mis planes han madurado, ya puedo proceder.

“Un forúnculo, apostema o absceso en el que se ha formado completamente el pus”.

«Que tiene la capacidad de entendimiento o juicio propia de un adulto». Raúl es un joven maduro, toma decisiones acertadas.

En geología, sedimento que nada más tiene minerales estables.

En sentido figurado, “sesudo, juicioso, prudente, moderado, precavido”.

Hablando de edades, “que ya no es joven, pero todavía no es viejo”. La edad de las personas maduras oscila entre los 35-60 años.

Maduración:

Acción o efecto de madurar o madurarse. En medicina, “la evolución de un proceso inflamatorio hacia la formación de pus”. En citología, a menudo se refiere a “la gametogénesis, cuando maduran los óvulos y los espermatozoides”. 

Madurez:

El término ‘madurez’ deriva del adjetivo ‘maduro’ arriba citado, con el sufijo -ez que hace sustantivos abstractos que indican tener la propiedad referida a dicho objetivo. Por ejemplo: rapidez (de rápido), honradez (de honrado), sensatez, inmadurez, estupidez, vejez, testarudez, tozudez, intrepidez.

 Origen de los términos madurar, maduro…

Madurar

El vocablo ‘madurar’ deriva del latín mātūro, maturāre: “madurar”, “llegar algo a su término”, “acelerar”, “darse prisa”. En medicina, “madurar un absceso o bolsa de pus”. En sentido figurado, “llevar algo a su fin”, “acelerar un proceso”, “adelantar”, “lograr la consumación de un plan o proyecto”. Maturato opus est (Livio): “hay que darse prisa”

Maduro

El verbo maturāre (madurar) deriva a su vez de mātūrus, a, um: adjetivo que significa “maduro”, “conveniente”, «racimo de uvas maduro». Maturi soles (Virgilio): “los soles que están es sus mejores ardores”: matura mors (Cicerón): “la muerte que llega a la edad normal”, que no es prematura; scribendi tempus maturius (Cicerón): “momento más favorable para escribir”.

Diosas romanas Mātūta y Mātūra

Los romanos tenían a Mātūta —nombre relacionado con mātūrus y sus derivados— que era la diosa de las auroras, el nacimiento y la creación, que los griegos conocían como Leucotea (Λευκοθέα = Leukothéa), “la diosa blanca”, con los mismos atributos, cuyos antecedentes se remontan a la diosa Ino (Ἰνώ = Inố), una princesa de los mares venerada por los marineros. 

Mātūta también guardaba relación con el dios romano Janus (Jano), el vigilante de las puertas, los pasajes abovedados y las puertas del cielo. También lo llamaban Matutinus Pater (el que presidía los amaneceres o crepúsculos matutinos). De este dios toma el mes de enero su nombre; Januarius en latín January en inglés.

Nada más las mujeres casadas y las matronas nacidas libres podían entrar al templo romano de Matuta. A donde ellas llevaban en brazos a los niños producto de sus relaciones.

Había también otra diosa romana llamada Mātūra que se relacionaba con los frutos y su maduración

Vínculos indoeuropeos

La raíz indoeuropea *ma- (en su momento oportuno, bueno) se vincula a todos los términos latinos ya citados. Así como con las palabras, también en latín: mātūrātĭo, ōnis (celeridad, prontitud, aceleración); mātūtīnālis (por la mañana); mātūtīnē, tīnō (matutino, en la mañana); mātūtīnum (la mañana). En español, madrugar y su forma anticuada madurgar de maturāre (darse prisa, apresurarse), por eso madrugar contiene la idea del que se levanta de prisa antes del amanecer. 

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 3 de diciembre de 2023.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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