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divorcio, divertir, diverso, diversidad

Significado del término «divorcio»

  • Una declaración judicial en la que se disuelve un matrimonio y generalmente se libera a ambos esposos de todas las obligaciones matrimoniales, y se les permite volver a casarse.
  • Cualquier separación formal del esposo y la esposa, según las normas socialmente aceptadas.
  • Una separación o un antagonismo total, no solamente entre dos cónyuges, sino en creencias, doctrinas, corrientes de pensamiento, etcétera. Por ejemplo: Hay un absoluto divorcio entre el creacionismo y el evolucionismo o entre el comunismo y el capitalismo. 

«divorcio» proviene del latín dīvortĭum

La palabra “divorcio” proviene del latín clásico dīvortĭum (divertium), que originalmente significa ‘punto de separación entre cosas’, como cauces fluviales, caminos, temporadas del año, doctrinas. Pero luego se aplicó de forma clara al divorcio o separación de los cónyuges, ya que desde la antigüedad romana existían los divorcios: divortium facere (Cicerón), “divorciar”, “consumar un divorcio”. El verbo ‘divorciar’ proviene del latín medieval Dīvortiāre, naturalmente derivado de dīvortĭum.

Otras frases con “dīvortĭum

Divortia aquarum (línea de separación entre las aguas); divortium itinerum (bifurcación de dos caminos o rutas); divortium hiemis (tiempo que separa al invierno de la primavera); dibortia doctrinarum (separación de doctrinas o creencias).

Dīvortĭum procede del verbo divortere, variante de divertĕre

Asimismo, dīvortĭum procede del verbo divortere, forma antigua de dīvērto, divertere (separarse, apartarse, llevar por distintos lados, diferir de), por ejemplo en “sive uxor diverterit” (Domicio Ulpiano del siglo III d. C.) “si la esposa se divorcia”; nullis matrimoniis divertentivus (Aulo Gelio) “no habiendo matrimonios disueltos por el divorcio”; divortunt mores virgini longe ac lupae (Plauto) “muy distintas son las costumbres de una joven honesta de las de una prostituta”.

Divertĕre (dis- + verto, vertere)

Ahora bien, el término divertĕre se compone de:

  • A) El prefijo dis- y su variante di- preposición que indica punto de partida, origen, también la acción de desasirse, separación, alejamiento, salir de un punto fijo o del sitio donde se estuvo en otro tiempo, como en el caso de dīvortĭum (divorcio, porque los cónyuges se separan, se salen de la relación marital), difluere (extenderse, derramarse), diversus (diverso, vuelto en diferentes direcciones). Por ejemplo en de finibus suis exire (Julio César): “salir o alejarse de su territorio”; de digitum anulum detrahere (Tertuliano) “sacar el anillo del dedo”.
  • B) El verbo verto, vertĕre (forma arcaica vorto) que significa ‘volver’, ‘dar vueltas’, ‘desviar’, ‘voltear’, ‘apartar’, y por extensión, ‘huir’ (la o el que se divorcia, ‘huye’ de su cónyuge). También se usó con el sentido de ‘revolver la tierra con el arado’, ‘cambiar’, derribar’, ‘verter’, ‘el deslizarse del tiempo’. De verto, vertĕre proviene el término ‘vértigo’.

El sufijo -ium

En el vocablo “divorcio” se encuentra además el sufijo nominal latino de relación o resultado -ium, que forma sustantivos, especialmente derivados de verbos. Así que dīvortĭum resulta del verbo divertĕre (divortere) recién citado, más -ium que también vemos en perfugium (refugio, escapatoria) y en suspendium (acción de colgarse) del verbo suspendere (colgar). Así como en odium, tedium, colloquium, etc.

Diverso, diversidad, divertir

El participio pasado de divertĕre es dīversus (también dīvorsus), de donde proviene el término “diverso” (variado, diferente, disimilar).

«Diversidad» proviene de diversĭtas, diversitātis (diferencia, diversidad, contradicción, oposición. 

Precisamente el verbo “divertir” (entretener, desviar) viene también de divertĕre, ya que lo que divierte es aquello que nos hace desviar nuestra mente de cosas o problemas importantes. Aunque no siempre se logra, pues cuando uno trae en mente problemas y preocupaciones serias, a veces nada lo divierte a uno.

Todavía recuerdo, en mis tiempos de estudiante, algunos domingos iba al cine, pero si al día siguiente tenía algún examen en la escuela, veía la película, pero a cada rato pensaba en cómo me iba a ir en la prueba ¡Cómo olvidarlo! 

Relación indoeuropea

Todos los términos citados se relacionan con la raíz indoeuropea (PIE) *wer-2 (Pokorny 3. u̯er‑ 1152) con la idea de ‘doblar’, ‘voltear’, ‘girar’, ‘vuelta’; raíz que también se asocia con términos como: adverso, aniversario (una fecha que se repite todos los años), controvertido, conversación,  divertido, introvertido, tergiversar, transverso, universo, vértice, vértigo, rumbo, verso, vértebra (porque estos huesos permiten movimientos que hacen girar la cabeza y el torso).

CONSIDERACIONES ADICIONALES

El divorcio es un tema muy complicado y extenso, que se relaciona con aspectos jurídicos, psicológicos, religiosos, sociológicos, morales. Así que resultaría harto difícil abordarlo en toda su complejidad. Sólo me limitaré a hacer algunos breves comentarios, sobre todo enfocados a cuestiones históricas.

Hebreos, griegos y romanos

“Entre las primeras civilizaciones, el matrimonio se consideraba como un contrato social en el que el Estado no tomaba parte. Los individuos y sus familias hacían y deshacían los matrimonios. 

Pero una excepción importante fue en la antigua sociedad hebrea, en la que la mujer era inflexiblemente circunscrita y brutalmente dominada por el hombre, ya que el padre de cada hogar tenía un absoluto poder sobre la vida de cada hija. De tal modo que  la novia, en el matrimonio concertado para ella por su familia, recibía una dote y posteriormente servía como bien mueble de su marido.

…Tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti… Génesis 3:16 la Maldición de Jehová para Eva. La ley hebrea permitía al hombre divorciarse de su esposa, cuantas veces él quisiera. Él podía vivir con las mujeres que quisiera y tener la posesión absoluta sobre ellas.

Los griegos y el divorcio

Bajo las leyes de la antigua Grecia, el divorcio era permitido tanto para el esposo como la esposa, aunque era más accesible para el marido, pues podía renunciar a su esposa por cualquier causa interpuesta, mientras que la esposa no era tan libre para hacerlo, pero si tenía los recursos y argumentos bien estructurados, podía presentar su excusa ante el arconte, sobre todo bajo las bases de trato cruel o conductas degeneradas. Los niños siempre pasaban al cuidado del padre. La palabra διαζεύγνυμαι significa «estar divorciado o separado» (Platón siglo IV a. C.).

El divorcio entre los romanos

Aunque en la naciente República romana la mujer tenía poco control sobre su matrimonio, ya para los inicios del siglo II a. C., las esposas fueron ganando poder e influencia y podían divorciarse por su propia voluntad. Claro que los hombres de la clase privilegiada (patricios) podían divorciarse de su esposa cuantas veces lo desearan, y la mujer divorciada podía volver a casarse también. Aunque naturalmente la mujer ūnĭvĭra o la que toda su vida tenía un solo esposo, era mejor vista que la divorciada y había tenido varios maridos. 

Ūnĭvĭra, literalmente “la mujer que siempre es la esposa de un mismo hombre”. De unus (uno) más vĭr, vĭri (hombre, varón opuesto a mujer).

Los hombres notables por su alto rango tuvieron muchas esposas. Por ejemplo, Sila (siglo I a. C.) y Pompeyo se casaron cinco veces. El método para divorciarse en general era fácil. El esposo simplemente presentaba a su esposa y una carta en la que se declaraba que ambos quedaban libres del contrato matrimonial, ya que se había roto el amor y el respeto mutuo entre ellos y….

Había algunos casos excepcionales, por ejemplo los matrimonios bajo la modalidad de confarreación, del latín confarrĕātĭo, ōnis (una de las tres maneras, reservada a los patricios o clase social privilegiada, que tenían los antiguos romanos de contraer matrimonio), porque para lograr el divorcio, eran necesarios ciertos ritos religiosos.

Una lectura

  • J. Richard Udry. Divorce. Encyclopedia Americana. 2002. Vol. 9 pp. 210-215. USA.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 30 de mayo de 2024.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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