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Jehová

Jehová, masoreta, tetragrámaton

Jehová es el nombre del dios hebreo. Su etimología

Jehová viene del hebreo Yahweh (véase), que lo representaban por el tetragrámaton יהוה, que se translitera (escrito y leído de derecha a izquierda) como Yod, Heh, Waw, Heh, que en escritura latina pasó como YHWH . Aunque se trata en realidad de un nombre o tetragrámaton de origen oscuro

Sin embargo, esta expresión sólo llegó a escribirse, pero no se habló, por ser considerada “injuriosa para hablar de algo tan sagrado como Dios”. O más bien, algo inefable o indecible

Las raíces semíticas de Yahweh, Yehovah, Jehovah o Jehová

El nombre del Dios de los hebreos Yahweh, que se traduce más o menos como ‘él envió abajo’ (tal vez porque desde lo alto de los cielos, él envió la vida y a los humanos a la Tierra), o ‘el morador del cielo’; un término que indica o da la idea de ‘causa’. Derivado de la raíz semítica *hāwâ- הוה o *hāyâ que se interpreta como “caída”, “que ocurre”, “ser”, “convertirse”. El nombre Jah se encuentra en Elijah o Elías, considerado como una forma de YHWH.

El nombre Jehovah se usa desde el siglo XVI 

Jehovah comenzó a usarse —al parecer por una confusión— desde 1516 en escritos de un tal Peter Gelatinus, un teólogo orientalista, confesor del papa Leon X; cuyo nombre verdadero era Pietro Colonna Galatino, nacido en Cazzago San Martino, al norte de Italia. Aquí pueden encontrar valiosos datos biográficos de él y otros teólogos.

El nombre Jehová —a veces cambiado por el término «Señor»— es uno de los más citados en la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento: Génesis, Éxodo, Deuteronomio, Jueces, Salmos, Jeremías, Mateo, Lucas, Juan, Hechos, Romanos, etc.

Masoreta

En el alto Medievo (entre los siglos VI-X, es decir, durante unos 400 años), un grupo de hebreos gramáticos, cada uno llamado masoreta, haciendo acopio de tradiciones precristianas, agregaron vocales para lograr la verdadera o más fiel lectura de la Biblia, dividiéndola en libros, secciones, versículos, etc., pudiendo, entre muchas otras cosas, estructurar la palabra Yahweh, Yehovah, siglos después Jehovah (Jehová en español). Para ello, entreveraron a Y(J) H W(V) H el vocablo ‘ădônāy, que en hebreo significa ‘mi Señor’, de ‘ādôn, ‘Señor’. Adonay, Adhonay (español Adoni) en hebreo antiguo ,אֲדֹנָי, era la forma en que los hebreos llamaban a su Dios, ya que, como recién lo mencioné, tenían prohibido pronunciar YHWH, un término indecible.

“Masoreta” viene de ‘masora’, del hebreo massōrāh que quiere decir ‘tradición’. Masora, “la doctrina de los rabinos que fija la interpretación de los textos sagrados judíos para conservar su pureza”.

Una explicación etimológica del término tetragrámaton

Este vocablo deriva del latín tardío  tĕtrăgrammătŏn, ŏs (que significa ‘compuesto de cuatro letras’), documentado en los escritos de San Isidoro de Sevilla. Palabra tomada del griego tardío (siglos III-V) τετραγράμμᾰτος, ον,  = tetragrámmatos, on, voz formada por τέτρα- (tetra-) que significa ‘cuatro’, ‘que tiene cuatro’ como en tetrámero, tétrada, tetradáctilo (con cuatro dedos), tetragonal (con cuatro ángulos, como un rombo) y γράμμα (grámma) que significa ‘aquello que es dibujado o escrito’, ‘una letra’, ‘algo escrito’, ‘algo grabado’ y su plural γράμματα (grámmata), ‘las letras’, de donde deriva la palabra ‘gramática’.

El antiguo término τετράβιβλος (tetrábiblos) significa “cuatro libros” y es el título de una obra de Ptolomeo (siglo II d. C.). 

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 25 de octubre de 2023.

 
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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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