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acné, padecimiento dermatológico

introducción

Acné, es el nombre del padecimiento dermatológico común sobre todo en los adolescentes, cuyo prístino origen (algo discutible) es el antiguo término griego ἀκμή = akmḗ con los significados de ‘un punto’, ‘una orilla’, ‘el punto más alto o culminante de cualquier cosa’, como la floración de las plantas, ‘el culmen de una enfermedad’ (en Hipócrates, ss. V-IV a.C.), ‘el máximo de excelencia’, ‘punto más vigoroso en la vida de una persona’, etc.

Archivo:Akne-jugend.jpg
joven con las típicas lesiones de accné en la frente. Autor desconocido. Fuente de la imagen: https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Akne-jugend.jpg

 

Origen de la palabra ‘acné’

Acné proviene del francés acné (documentada en 1816), tomada del inglés acne (en 1812 con el significado de ‘cuperosis’), a su vez del latín científico acne y este del griego, ακνή, ‘áknē’ (de origen oscuro, no atestiguado en ningún caso en griego antiguo). 

Sin embargo, la mayor parte de los etimologistas consideran que áknē, aknás (en lugar de akmás, “erupción facial”, acusativo plural de akmé) fue erróneamente escrito por el médico y escritor bizantino Aecio de Amida, en los siglos V-VI, casi seguro referido al multicitado akmé que significa ‘una punta’, ‘una orilla’, ‘punto culminante de cualquier cosa’, acaso porque el acné se presenta típicamente durante la pubertad, cuando comienza el acmé o tiempo culminante de la vida; o bien debido a que esta dermatopatía se caracteriza por eflorescencias o erupciones que sobresalen de la piel.

Ἀκμή = (akmḗ) es el origen de ‘acmé’, palabra que analizo con cierto detalle en esta entrada.

 ἵονθος-vărus

Realmente, los griegos  tenían el término ἵονθος (ionthos) con el exacto significado de lo que ahora llamamos ‘acné’:

Ἴονθος: a) “la raíz de un cabello”; “un cabello nuevo”; b) “una erupción de la cara, con frecuencia durante el tiempo en el que comienza a salir la barba, documentado en Hipócrates y Aristóteles. Incluso Teofrasto (371-287 a. C.) usó ἐπάρσεις ἰονθώδεις (eparseis ionthodeis) para nombrar a esta afección. 

El médico romano Aulo Cornelio Celso (siglo I d. C.) usó el término vărus (pústula) para el acné. 

En conclusión, la palabra ακνή no existe en griego antiguo, pero sí ἀκμή (arriba citado), probablemente el vocablo de donde finalmente surgió “acné”. Una muy documentada discusión sobre este tema, de Francisco Cortés Gabaudan (Universidad de Salamanca), puede leerse aquí.  

Ἄχνη (achne, akhne)

Algunas fuentes dicen que acné deriva del griego antiguo  ἄχνη (achne, akhne) que significa “cualquier cosa ligera que se desprende de alguna superficie”, “espuma”, “rocío”, “ahechaduras del trigo”, “granzas de otros granos” (en latín lanugo). Quizá por los pequeños granitos del acné; pero esta hipótesis está actualmente descartada, ya que la semejanza entre achne y acné es una coincidencia lingüística.

Relación indoeuropea de ἀκμή = akmḗ

Este vocablo se relaciona con la raíz indoeuropea *ak- (agudo, afilado), también escrito *h₂eḱ-. Esta raíz además se asocia a los vocablos latinos aciēs, ei (punta, filo, frente de batalla), acētum (vinagre, espíritu mordaz), el verbo acescare (agriarse), acus y su diminutivo *acucula, que originó nuestra palabra ‘aguja’. En griego, akonē (piedra de afilar); en sánscrito, el radical aśani- (punta de flecha), etc.que tiene las mismas relaciones indoeuropeas (con el significado de ‘el extremo, la punta’), debido a la apariencia de estas lesiones o granos que a menudo terminan en punta. Luego entonces, «acné» tiene relación indoeuropeo con palabras como acero, oxígeno, oxiuracético, etc.

BREVES COMENTARIOS SOBRE EL ACNÉ

“El acné es una enfermedad inflamatoria de los folículos sebáceos de la piel, caracterizada por comedones, barros o granos, pápulas (tumor eruptivo sin pus que se eleva sobre la superficie circundante de la piel) y pústulas, que son lesiones cutáneas pequeñas y elevadas, llenas de glóbulos blancos, bacterias y el producto de la desintegración celular.

Es excepcionalmente común durante la pubertad y la adolescencia. Habitualmente afecta la cara, el cuello, el pecho, la espalda y los hombros. En los casos más severos se forman quistes, nódulos y cicatrices.

La etiología o causa no es bien conocida, pero influyen predisposiciones hereditarias y alteraciones en el balance andrógenos-estrógenos. Otros factores que pueden participar son: alergias alimenticias, desórdenes endocrinos, terapias con corticosteroides y algunas alteraciones psicógenas” (Taber ‘s Cyclopedic Medical Dictionary. 1997. Ed. 19. U. S. A. p. 31).

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 13 DE OCTUBRE DE 2022.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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