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pupilo, pupila, pupila del ojo, pupa (entre larva y adulto)

Pupilo, pupila, pupila del ojo, pupa y sus definiciones

“Pupilo” o “pupila” es el huérfano o huérfana —menor de edad que ha perdido uno o ambos progenitores—, respecto de su tutor o guardador, o el que ejerce sobre él la tutela, custodia o protección.

La «pupila o niña del ojo» es la abertura circular localizada ligeramente hacia el lado nasal del centro del iris del ojo. Igual que el iris —que controla la contracción o abertura pupilar—, la pupila es posterior a la córnea y a la cámara anterior del ojo, pero está por delante del cristalino. La pupila es la única ventana del ojo por donde la luz penetra y pasa por el cristalino y llega hasta la retina. 

«Pupa». En entomología, la pupa es un insecto holometábolo o de metamorfosis completa en un un estado de quietud en el que no se alimenta y casi no se mueve, entre la última fase larvaria y el estado adulto o imago. El estado de pupa se caracteriza por muchos cambios anatómicos que consisten en la destrucción (histólisis) de ciertos tejidos larvarios y la formación (histogénesis) de tejidos propios del adulto. En el caso de los lepidópteros (mariposas), a la pupa se le suele llamar crisálida. La palabra pupa con sentido entomológico fue acuñada en 1758 por el naturalista sueco Carlos Linneo, tomado del latín pūpa,niña”, “muchacha”. Alrededor del 88% de las especies de insectos son holometábolos: coleópteros, lepidópteros, dípteros, himenópteros, neurópteros, mecópteros, tricópteros, sifonápteros, etc.

Crisálida deriva del latín científico del siglo XVI chrysalida, del antiguo griego χρυσαλλίς -ίδος (chrysallis, -idos) que quiere decir “color oro”, “cubierta de mariposa” (Aristóteles y Teofrasto), de χρυσός (chrysós), “oro”, ya que muchas pupas o crisálidas tienen un color dorado muy característico.

Etimología de pupilo(a) y pupila del ojo

“Pupilo” o “pupila”, con el sentido de ‘menor de edad huérfano custodiado por un tutor’, según las leyes de la Antigua Roma, también ‘niño o joven que recibe la enseñanza de un maestro’, procede del latín clásico pūpilla “niñita” (masculino pūpillus o “niñito”) que en origen significa “hija pequeña”, “menor de edad», “muñequita”; también “muchacha amancebada”.

Pūpilla (niñita, muñequita) es el diminutivo del latín clásico pūpa, “muchacha”, “muñeca de trapo”, que servía de juguete a las niñas con el sufijo diminutivo -ella, -ellus. El masculino de pūpa es pūpus, “niño”, “muchacho”. De pūpa derivan en inglés puppet (muñeca, marioneta) y puppy (perrito, cachorro, joven indolente).

También hubo en la antigüedad romana el nombre de mujer Pūpa y de hombre Pūpĭānus, como el emperador Máximo Pupiēnus (164-238) que sólo gobernó unos meses, de abril a julio de 238 y murió asesinado por los pretorios.

Pero pūpilla también significó desde la antigüedad romana “pupila o niña del ojo”, como se atestigua en escritos de Cicerón (quien la escribe como pupula), Lucrecio (siglo I a. C.) y Plinio el Viejo (siglo I d. C.). En la Biblia Vulgata, Deuteronomio 32:10 del Antiguo Testamento dice: “…Lo guardó como a la niña de sus ojos”… y es que todos por instinto cuidamos con especial esmero nuestros ojos. Te voy a regalar este collar, pero quiero que lo cuides como la niña de tus ojos. Era de tu abuela.

Gerardo de Cremona (1114-1187) retomó el término anatómico pupila (pupilla) cuando tradujo el Canon de Medicina de Avicena (980-1037). 

¿Por qué a esa estructura ocular la llamaron desde la antigüedad pupila o niña de los ojos? 

La llamaron pūpilla del ojo, porque en ella se ve la imagen diminuta reflejada de uno mismo en la pupila de otra persona, cuando uno la mira a los ojos pero de cerca, digamos, menos de medio metro. Lo curioso de esto es que se eligió el femenino pūpilla (muñequita, niñita); porque si un varón se mira reflejado, entonces debería decirse pūpillus (muñequito). Bueno eso creo… 

 Pūpilla fue tomada en latín por calco del griego κόρη = kórē

El término latino pūpilla es un calco del viejo vocablo griego κόρη = kórē, que desde los poemas homéricos significa “doncella”, “muchacha virgen”; a veces “concubina”, “cortesana”. Por eso también llamaban Kórē al dracma, una moneda griega de plata con la imagen de Atenea, la diosa eternamente virgen, igualmente a la diosa Perséfone (Perséphone), por siempre doncella. Νύμφαι κουραί Διός (Nýmphai kourai Diós) eran las Ninfas hijas De Zeus. El masculino de κόρη (muchacha) es κοῦρος, -ου, kouros, -ou (muchacho).

La palabra κόρη = kórē proviene de la forma aún más primitiva κόρϝα (kórwa), con la letra griega minúscula digamma ϝ, que se pronunciaba como /w/, pero en griego clásico había quedado ya en desuso.

Asimismo, kórē también tenía el significado de “novia”, “hija”, “muñeca” y también “la niña o pupila del ojo”, a causa de la pequeña imagen de lo que el ojo está mirando que se refleja en ella, así documentado en escritos de los griegos Empédocles, Sófocles y Eurípides, que vivieron en el siglo V a. C. Así como tiempo después en Platón y Aristóteles.

No es seguro, pero es probable que tanto griegos y romanos hayan observado la muñequita que la pupila refleja en el ojo y que corresponde a nuestra silueta, cuando esos ojos nos miran de cerca. O a lo mejor los romanos tomaron ese significado del sentido que los griegos dieron a kórē “niña”, “muñeca”, “la niña del ojo”. De cualquier modo, la pūpilla romana es un calco de la kórē griega.

Pupila o niña del ojo es un término que se debe a una metáfora

Eso de “pupila o niña del ojo” es una manera de pasar el significado original de pūpilla (o la  kórē griega) a otro figurado por comparación tácita, es decir, es una metáfora, del mismo modo que: “lágrimas de cristal”, “las perlas del rocío”, “el ocaso de la vida”, “el candor de tu mirada”, “un corazón de oro”, “corazón de piedra”, “las fauces de la noche”.

Hay algunas evidencias de esta metáfora que traslada el significado original de “muñeca” a la pupila del ojo en otras lenguas, como algunas africanas, el chino el japonés y otras que no tienen relación entre sí. En turco, pupila o niña del ojo se escribe gözbebeği y niña kız bebek. En chino, “niña del ojo” es 瞳孔 tóng kǒng y “niña” es 女童 nǚ hái, nǚ tóng… (Wordreference).

Con κόρη, kórē en griego, se han acuñado algunos términos médicos

Anisocoria (pupilas de tamaño desigual); isocoria (pupilas del mismo tamaño); leucocoria (una pupila de coloración blanquecina); corectasis (dilatación de la pupila); coreclisis (oclusión de la pupila); corectopia (situación anormal de la pupila); coreómetro (instrumento para medir el tamaño de la pupila, que también puede decirse pupilómetro). Estos y otros neologismos son propios de la oftalmología o rama de la medicina,  que estudia la estructura, fisiología y enfermedades de los ojos.

También con pupilla se han construido algunos neologismos médicos

  • Pupilografía. Registro de los movimientos de la pupila.
  • Pupilometría. Medida del diámetro de la pupila.
  • Pupiloplejia. Una reacción lenta de la pupila.
  • Pupiloscopia. Examen de la pupila.
  • Pupilostatómetro. Instrumento para medir la distancia entre los centros de las pupilas.

Relación indoeuropea de pūpa, pūpilla 

Hay dos raíces indoeuropeas que se han propuesto como relacionadas con pūpa, pūpilla, pūpillum, las dos del lingüista Julius Pokorny.

1- baxb-, bhaxbh-, paxp- ‘hincharse’, ‘pezón’ (Pokorny p. 91). Si se considera esta raíz IE, entonces pūpa, pūpilla se relacionan también con las palabras latinas papula (pápula); papilla (pezón, teta); papas o pappa (voz del niño que pide de comer); pupillaris (lo relacionado con un pupilo o huérfano); pupulus (muñeca con la que las niñas juegan).

2- *pau– *pou-, ‘pequeño’, ‘poco’, ‘animal joven’. Pokorny páginas 842-843. Siguiendo esta posibilidad, pūpa, pūpilla estarían vinculadas a los vocablos latinos pauper (pobre, pobreza); pullus (animal joven, pollo, larva de insecto); pusus (muchacho) y su diminutivo pusillos (muchachito); puer (niño hasta la adolescencia, hasta los 17 años); puerilis (lo propio de la niñez); parvus (pequeño).

CONSIDERACIONES ADICIONALES SOBRE LAS PUPILAS COMO PARTE DE LA ANATOMÍA DE LOS OJOS

El diámetro pupilar oscila entre 1 mm en su máxima contracción (miosis) a 8 mm en su máxima dilatación (midriasis). El estímulo más frecuente que contrae y dilata la pupila es la intensidad de la luz que recibe el ojo, que provoca una respuesta refleja autónoma. En condiciones de alta luminosidad, la luz alumbra la retina y las fibras parasimpáticas eferentes del nervio motor ocular común (III par craneal) estimula los músculos circulares (esfínter pupilar) del iris (la parte coloreada del ojo) y contraen la pupila, causando un decremento en su diámetro y la disminución de la cantidad de luz que penetra al ojo. En cambio, si la luz disminuye, las neuronas simpáticas estimulan los músculos radiales (dillator pupillae) del iris y la pupila se dilata.

Es raro, pero algunas personas pueden contraer o dilatar sus pupila de manera voluntaria. Lisa V. Eberhardt et al.

Otros motivos que producen dilatación y contracción pupilar, son las emociones. La ansiedad, el nerviosismo y el entusiasmo tienden a dilatarlas, mientras que el aburrimiento o hastío las contraen. Estas respuestas están reguladas por la amígdala (masa de materia gris en la región posterior del lóbulo temporal), que además regula, a través del hipotálamo, el incremento o baja en la presión arterial, aumento o disminución de la frecuencia cardíaca y de la motilidad intestinal, la piloerección, etc.

Del mismo modo, cuando enfocamos un objeto cercano, la pupila se contrae y si enfocamos a la distancia, se dilata.

Otras causas que pueden hacer variar el tamaño de la pupila son: la edad, ciertas enfermedades, traumatismos, anormalidades del sistema visual como las vías nerviosas que controlan el movimiento pupilar. Por eso es muy importante evaluar la pupila en los exámenes neurológicos y oftalmológicos. 

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Eye_dilate.gifh

Los ancianos necesitan más luz para ver

Curioso, pero más o menos a los 60 años de edad, las pupilas muestran una disminución en alrededor del 30% (un tercio) del tamaño que tenían cuando éramos jóvenes de 20-30 años. Después de los 35, el diámetro puede reducirse un medio milímetro cada diez años. Y eso limita la capacidad de los ancianos de ver cuando la luz no es muy intensa. Por eso cada vez los viejos necesitamos más luz para leer. 

Algunas drogas también pueden provocar contracción o dilatación de la pupila 

Ciertas sustancias estimulan la secreción de adrenalina al interactuar con los receptores de serotonina y adrenérgicos en el cerebro. Esta reacción provoca midriasis o la relajación muscular que causa que la pupila del ojo se expanda.

Los estimulantes y las sustancias psicotrópicas suelen ocasionar la dilatación de la pupila. Este síntoma puede resultar de la ingestión de alcohol, mescalina, cocaína, éxtasis, LSD, psilocibina, anfetaminas, cannabis, inhalantes, narcóticos, alucinógenos, ketamina y ciertos antidepresivos ISRS. La dilatación de la pupila también puede producirse durante la abstinencia de heroína y opioides.

La tropicamida produce midriasis (dilatación pupilar) de corta duración y es la que  aplican en gotas a los ojos los oftalmólogos, para ver con más facilidad el cristalino, el humor vítreo y la retina o el fondo del ojo.

¿Por qué se ven negras las pupilas?

La pupila se ve negra, debido a que, al mirar a través del cristalino (justo detrás de la pupila), se ve la parte posterior del ojo muy pigmentada (coroides y retina), pues la retina consta de una capa pigmentada oscura con melanina y una capa neuronal. La parte pigmentada es una lámina de células epiteliales localizada entre la coroides y la parte neural de la retina.

Pero, si se dirige luz brillante —como el flash de las fotografías—, la luz reflejada es roja debido a los vasos sanguíneos en la superficie de la retina. Esta es precisamente la razón por la que una persona aparece con los ojos rojos en algunas fotografías

Las pupilas no son circulares en todo el reino animal

Asimismo, no todos los animales tienen pupilas circulares como nosotros. Algunos tienen hendiduras u óvalos, orientados verticalmente, como en los cocodrilos, víboras, gatos y zorros, o de manera horizontal como en algunas rayas, mangostas y artiodáctilos como los alces, cabras, ovejas, ciervos, renos y caballos, que les permite ver lo que se mueve sobre el suelo, aunque giren la cabeza, lo que constituye una defensa contra los depredadores (véase). 

La gente cree que los búhos se enceguecen cuando se exponen a la intensa luz diurna, pero esto es sólo una creencia popular, ya que sus pupilas funcionan de manera independiente y pueden reducir tanto su diámetro, que protegen su retina y pueden ver de día aún mejor que los humanos (Britannica). 

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 6 de octubre de 2024.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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