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lepidóptero

Generalidades sobre el concepto y la palabra lepidóptero

Lepidóptero es un término entomológico, que designa a cualquier insecto que pertenece a una de las cerca de 180.000 especies, que forman el orden Lepidoptera L. 1758. Se trata del segundo orden en número de especies vivientes conocidas hasta ahora (2020); solo superado por los coleópteros. Los lepidópteros reciben el nombre común de mariposas. Pero desde hace mucho tiempo se reconoció que había dos tipos: mariposas diurnas (Lepidoptera diurna o Rhopalocera) y mariposas nocturnas (Lepidoptera nocturna o Heterocera), llamadas en términos comunes, palomillas y alevillas. La peculiaridad más evidente de los insectos lepidópteros, es tener sus alas cubiertas por unas escamas muy finas, que se pegan en la mano de quien las manipula. Rasgo al que obedece su nombre, como en seguida lo explicaré:

Acuñación del término

Lepidoptera (plural neutro de lepidopterus, lepidóptero), es un neologismo introducido en 1758 por el naturalista sueco Carlos Linneo (1707-1778), en la décima edición de su obra Systema Naturae, para denominar científicamente a las mariposas. Para ello, se basó en las antenas y las alas, particularmente en su posición durante el descanso y si volaban de día o de noche. Además se fijó en las piezas bucales y si las antenas tenían o no un abultamiento o prominencia apical, como un palo de golf.

Elementos lingüísticos

La palabra Lepidoptera (lepidópteros, singular lepidóptero) en latín científico resulta de la unión de dos vocablos tomados del griego antiguo:

A- El sustantivo λεπίς , ίδος, (lepís, genitivo λεπῐ́δος = lepidos, ‘escama’ (en latín es squama = pez, escama, aspereza). Probablemente derivado del verbo λέπω = lépō, lepein (pelar, mondar, descascarar. Lepís tuvo en la antigüedad los siguientes significados: (1) ‘restos o costras epiteliales o de alguna lesión de piel’ (Hipócrates); (2) ‘cáscara de un huevo’; (3) ‘capa del cráneo’; (4) ‘cáscara de avellana’; (5) ‘cubierta de una cebolla’; (6) ‘escamas de la piel de un pez (Heródoto) o de una serpiente’; (7) ‘hojuelas que vuelan del cobre durante el martilleo’; (8) ‘placa o laminilla de metal de oro o plata’; (8) ‘hoja o filo de una sierra’; (9) ‘copos de nieve’.

El τά λεπιδωτά de Aristóteles

El sabio griego Aristóteles (384-322 a. C.) escribió τά λεπιδωτά (tá lepidotá), es decir, ‘animales cubiertos de escamas’, no sé si refiriéndose en parte a las mariposas o quizás solo a peces y reptiles. Los lepidópteros además han sido llamados de diversas formas en tiempos posteriores a Linneo: Farinacea o Farinosa, Shluga 1767; Glossata, Fabricius 1775; Glossostomata, Leach 1815; Micrognatha, Spinola 1850; Sorbentia, Haeckel, 1889. 

La palabra griega λεπίς parece tener vínculos con la raíz indoeuropea *lep- (pelar), relacionada con neologismos como: laparotomía, laparoscopia, elápido, sarcolema y otras.

B- El término πτερόν = pterón, con el significado de ‘ala’, de ave o también de murciélago, y, en general, ‘cualquier animal con alas’, ‘flecha provista con plumas’, etc. Con pterón se han formado muchos vocablos, por ejemplo: quiróptero, helicóptero, efemeróptero, himenóptero, hemíptero, tricóptero, ortóptero, dermáptero, zoráptero, coleóptero, mecóptero, psocóptero, tisanóptero, neuróptero, homóptero, díptero, sifonáperto, strepsíptero, embióptero y por supuesto, lepidóptero. Todos, excepto los dos primeros, son nombres de órdenes de insectos, que hacen referencia a ciertos rasgos de las alas, cuya etimología puede buscarse en este sitio.

Pterón parece vincularse con la vieja raíz indoeuropea *pet-, petǝ- (volar, precipitarse, caer), que agrupa voces como: áptero, síntoma, petición, petulante, apetito, ímpetu, perpetuo, pináculo, Archaeopterix, díptero, isóptero, ortóptero, himenóptero, sifonáptero, homóptero, hemíptero, etc. Términos anatómicos y médico-biológicos como pteridofita, pterigión, pterigofaríngeo, pterigoide, pterigomaxilar, ptomaína, ptomatinuria, ptosis y muchos más también tienen relación con *pet-.

Así mismo, palabras latinas como los verbos peto, petere (acometer, amenazar, aspirar a, buscar, pedir que), pecco, peccare (engañar, pecar, faltar) y propitiare (propiciar, ofrecer en sacrificio); así como los sustantivos penna, ae (ala, pluma, plumas de flecha) y petulantia (insolencia, petulancia), y los adjetivos propitius (favorable, propicio) y petulcus (retozón) se asocian a esta raíz.

Características generales de un insecto lepidóptero

Los lepidópteros (mariposas) tienen 4 alas membranosas (muy raras veces no tienen). Las posteriores son algo más pequeñas que las anteriores y casi siempre totalmente cubiertas por escamas. Las piezas bucales son succionadoras con una probóscide o trompa en forma de un tubo enrollado. Las mandíbulas casi siempre son vestigiales o sin ellas. Palpos labiales regularmente bien desarrollados y visibles; pero los maxilares son generalmente poco desarrollados o ausentes. Antenas largas y delgadas, a veces plumosas; siempre terminadas en una prominencia o abultamiento en las mariposas diurnas. Algunas veces suelen confundirse con los tricópteros y algunos himenópteros. 

Son holometábolos o de metamorfosis completa, sus larvas son llamadas ‘orugas’, usualmente cilíndricas con cabeza bien desarrollada, tres pares de patas torácicas y cinco o menos pares de propatas abdominales, que son cortas y carnosas. Carecen de ojos compuestos, pero tienen ocelos en cada lado de la cabeza, etc.

Antes de Linneo, otros biólogos dedicaron buena parte de su vida en estudiar los lepidópteros, entre otros: Albertus Magnus (1206-1280), Marcello Malpighi (1628-1694), Jan Swammerdam (1637-1680) y René Réaumur (1683-1757).

Proporción entre especies de palomillas y especies de mariposas

Es interesante mencionar que de las 180 000 especies que se estima se han clasificado, solo entre el 6-11% son mariposas diurnas (unas 15 300), mientras que el resto (unas 164 700 especies, el 89-94%), son nocturnas o palomillas. Debe advertirse que el número de especies reconocidas de lepidópteros y de cualquier otro grupo taxonómico, es variable según la fuente consultada. Esta, por ejemplo dice que hay 160 000 especies de palomillas y sólo 17 500 de mariposas. En total, 177 500, con una proporción 90,14%-9,86%. Semejante ¿Verdad?

Distinción entre mariposa y palomilla

Los rasgos más importantes y prácticos para distinguir entre una mariposa y una palomilla, aunque hay excepciones, son:

Una mariposa de la familia Papilionidae. Foto tomada en el condado de Chilton, Alabama, E.U., Por Daniel Spurgeon (17 de mayo 2007). Copiada el 4 de noviembre de 2020 de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/8c/Papilio_troilus01.jpg
  1. Las mariposas (diurnas) tienen sus alas escamosas con figuras y colores muy vistosos y variados; las palomillas (nocturnas) en general llevan colores grisáceos y poco vistosos.

2. Las mariposas no tiene una estructura, como un grupo de pelos llamado frénulum, en el ángulo humeral de las alas posteriores y que sirve para mantener la unión con las alas anteriores; las palomillas si lo tienen.

3. Cuando están en reposo, las mariposas colocan sus alas sobre su cuerpo en posición totalmente vertical, o casi unidas. Las palomillas en reposo mantienen sus alas en posición horizontal, como un manto que cubre dorsalmente el cuerpo.

Antenas

4. Las antenas de las mariposas son largas, delgadas y con un bulbo o abultamiento en su ápice, como un palo de golf, por eso, los lepidopterólogos del siglo XIX consideraron a las mariposas como el subgrupo Rhopalocera, Dumeril 1805 (ropaloceros). Del griego antiguo, ρόπαλον = rhópalon (un garrote, usualmente más grueso en un extremo, usado para aporrear un asno); más κέρας = kéras, que significa ‘cuerno’, ya que las antenas de cualquier insecto se asemejan a un par de cuernos.

En cambio, las antenas de las palomillas son variadas en forma o apariencia (plumosas, aserradas, etc), por eso se clasificaron en otro subgrupo, al que llamaron Heterocera, Boisduval 1836 (heteroceros). Del griego ετερος = heteros, que significa ‘diferente’, ‘otro’, más kéras, ‘cuerno’, es decir, con antenas de aspecto variable. Heteros sirve para indicar algo diverso o variable, como en los vocablos heterosis, heterogéneo, heterostilia, heterosexual, etc. Sin embargo, esta clasificación ya es obsoleta y ahora la cladística reconoce seis subórdenes de lepidópteros.

5. Las pupas (estado de desarrollo entre larva y adulto), en las mariposas, con frecuencia son de color amarillo o anaranjado brillante, razón por la que se las llama crisálidas, mientras que en las palomillas la pupa está envuelta en un capullo que el insecto teje.

Palomilla del Estado de Kerala, al suroeste de India. Nótese su coloración más grisácea.
Foto de Zuhairali – Own work, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=63445862

Tamaños y colores de un lepidóptero

En cuanto al tamaño, las mariposas más pequeñas de la familia Lycaenidae, subfamilia Plebeiinae de Norteamérica y África, miden con las alas extendidas apenas entre 6,35-13 mm. En cambio, las de mayor envergadura o amplitud entre las alas miden 27-28 cm (unas 27 veces más), como las mariposas del género Ornithoptora (literalmente alas de ave) con dos especies que viven en Papúa, Nueva Guinea.

Colores y figuras sobre las alas de los lepidópteros, un rasgo menos preciso para su identificación taxonómica

Los vistosos colores y figuras que se forman con escamas y pelos sobre las alas y otras partes del cuerpo de un lepidóptero, ofrecen con frecuencia ‘características ideales’ para ‘diagnosticar’ especies, géneros y familias, pero con un escaso nivel taxonómico, ya que estas vestiduras son superficiales y ocultan la mayoría de los rasgos del exoesqueleto que se requieren en clasificaciones supraespecíficas, especializadas, y son mejor observadas en insectos carentes de tantas escamas y pelos (una hormiga, un piojo o una pulga), lo que hace más laborioso el progreso de la taxonomía. Sin embargo, para observaciones a detalle, por ejemplo, las venas de las alas, existen técnicas especiales para eliminar las escamas. Una gota de alcohol o una solución de cloro sobre las alas, son en general suficientes para que sea visible la distribución de dichas venas.

En fin, puede ampliarse con gran profusión este tema, pero no pretendo escribir un tratado de lepidopterología.

Fuente:Borror J. Donald / Richard E. White. 1970. A Field Guide to Insects of America North of Mexico. USA. p.p. 218-221. Edición impresa.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 12 de junio de 2020.

Categoría: ciencia

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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