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América, Américo Vespucio

América

El nombre propio América se aplica a toda la masa continental e islas adyacentes, que se localizan en el hemisferio occidental y que limita al occidente con el océano Pacífico, al oriente con el océano Atlántico, y se extiende desde el océano Ártico al norte, hasta la Antártida en el sur. América es también la forma abreviada de United States of America o Estados Unidos de América. Norteamérica (North America en inglés) se considera un continente del hemisferio occidental con un área aproximada de 23 956 826 km2 que comprende Canadá, Groenlandia, Estados Unidos y México. 

Más al sur se localiza Centroamérica o el continente Centroamericano, desde la frontera de México con Guatemala y Belice hasta el golfo de Darién que limita con Colombia, donde comienza Sudamérica o continente Sudamericano, hasta el archipiélago Tierra del Fuego, con las islas Wollaston, Chile, al norte de Cabo de Hornos, donde se unen el Atlántico y el Pacífico. Aunque el punto más austral está en el islote Águila a 53° 32’ 15’’ latitud sur. 

Toda América, desde Alaska hasta Cabo de Hornos, comprende unos 42 549 000 km2 (8,34% de la superficie terrestre) con 35 países y casi 1100 millones de habitantes.

United States of America (USA)

«United States of America» (Estados Unidos de América), es el nombre oficial de Estados Unidos. Se usó por vez primera en enero de 1776, cuando recién comenzaba la Guerra de Independencia (American Revolutionary War) de ese país, que duró desde 1775 hasta 1783.

Los vikingos llegaron a América en el siglo X

Debe señalarse que el nombre de América data del año 1507, acuñado por el cartógrafo alemán Martin Waldseemüller, en honor del navegante italiano Américo Vespucio. Sin embargo, hay evidencias históricas de que los vikingos, piratas escandinavos que asolaron las costas de Europa entre los siglos VIII-X, llegaron durante esa misma época (finales del s. X) a tierras americanas nórdicas, como Groenlandia, Terranova, Península del Labrador, Newfouland (Vinland), tal vez también Massachusetts, Maine, etc. Pero sólo eran asentamientos de escasa duración, ya que las hostilidades con los nativos y el rigor del clima, no permitieron el establecimiento permanente.

Tuvieron que transcurrir unos 500 años para que los europeos se interesaran de nuevo por América, con la llegada de Cristóbal Colón (12 de octubre de 1492) —quien, aunque algo discutible—, por cierto murió (año 1506) creyendo que había llegado al oriente de Asia. Precisamente el mérito de Américo Vespucio fue haber reconocido que estas tierras o Mundus Novus —Nuevo Mundo— eran un continente distinto de Asia.

América es el único continente con el nombre de una persona que en realidad existió

América es el único continente cuyo nombre proviene de un personaje de carne y hueso, que en verdad vivió. Porque Asia y Europa son nombres que se remontan a la mitología griega, África es nombre latino que deriva de Afri, Afer, Afra, como llamaban los romanos a cierto pueblo del norte de África, de lo que poco o nada se sabe. Antártica, del latín antarctĭcus es un derivado del griego ἀνταρκτικός (antarktikós), “antártico o austral”, literalmente, “opuesto a la región de La Gran Osa” (vése la entrada “ártico, antártico”). Por último, Oceanía procede del antiguo griego ᾨκεανός = Okeanós, “un gran río que rodea a la Tierra”, según pensaban los griegos de la antigüedad”, aplicado al continente desde la primera mitad del siglo XIX. 

El nombre personal “Américo” tiene un origen germánico

Américo Vespucio en portugés y español, en italiano Amerigo Vespucci (c. 1451-1512), en latín Americus Vespucius, navegante, cartógrafo y explorador florentino. Amerigo es un nombre de la Italia medieval derivado de Emmerich, un apellido y nombre masculino del medievo de origen germánico que significa «el que domina en el hogar». Del nombre del alto alemán antiguo (siglos VIII-XII) Haimrich, que resulta de la fusión de a) irmin: “grande”, “grandioso” o amal: “bravo”, “vigoroso” y b) rich: “gobernante”, “rey”, de manera que simboliza el poder y la autoridad sobre sus gobernados, al estilo de los reinos feudales..

Por el origen germánico de Amerigo, Américo, los estadounidenses —creo— se aferran tanto en autodenominarse “american”, es decir, “americano, el poderoso”, según su significado germano. Tampoco olvidemos que el inglés es una lengua de origen germano occidental.

Vespucio

Vespucio, Vespucci en italiano, del latín Vespasianus, un cognomen de la antigua Roma que destacaba ciertos rasgos físicos o actividades de una persona. Tal vez Vespasianus deriva de vespĕr, vespĕris: “la tarde”, “el véspero, el héspero” o la “estrella de la tarde”, “el lucero de los atardeceres, el planeta Venus”, “el occidente”. 

O a lo mejor de vespa, “avispa”. Ernout-Meillet (página 728) se inclinan más por vespa (avispa) y dicen que probablemente sea un término de origen etrusco, y citan los nombres propios Vespa y Vespăsĭus (abuelo materno de Vespăsĭānus según Gaffiot 1666). Vespillo fue también el nombre de una familia de la gens Lŭcrētĭus.

Vespăsĭa era la esposa del emperador Titus Flavius Sabinus Vespăsĭānus (9-79 d. C.), hijo de Vespasia Polla. Después de ocupar diversos cargos públicos y participar como militar, fue emperador romano entre los años 69/70-79. Fundador de la dinastía Flavia. Así que Vespucio, Vespucci es un apellido que viene de la Roma Antigua.

De cómo se originó el nombre “América” 

“América”, como nombre del continente, fue dado  por el cartógrafo germano Martín Waldseemüller (¿1470?-1519) en su Universalis Cosmographia (Cosmografía Universal), un gran mapamundi de las tierras hasta entonces conocidas, acompañado del libro Cosmographiae Introductio (Introducción a la Cosmografía), primera edición publicada en latín, en 1507, donde originalmente así llama a Sudamérica —ya que Américo Vespucio no visitó América del Norte—, y justifica las razones para darle ese nombre.

Waldseemüller escribió:

“Ahora bien, verdaderamente estas partes [Europa, África, Asia] han sido exploradas más ampliamente, y otra cuarta parte ha sido descubierta por Américo Vespucio… y no veo por qué alguien debería prohibir con razón nombrarla Amerige —tierra de Americus o América—, por así decirlo, en honor a su descubridor Americus, un hombre de genio agudo, ya que tanto Europa como Asia han recibido sus nombres de mujeres (Europa y Asia son personajes de la mitología griega). Su posición y los modales y costumbres de su gente pueden aprenderse claramente de los dos viajes de Americus que siguieron”. 

Sin embargo, Waldseemüller reconoció más tarde la primacía del descubrimiento de Colón —al que conocía e incluso se dice que le ayudó a organizar su tercer viaje— y eliminó el nombre «América» ​​de sus mapas. Sin embargo, para entonces ya era demasiado tarde ¡El nombre del continente ya se había entronizado!

Sobre el número de viajes al Nuevo Mundo hechos por Vespucio, hay dudas históricas, pero parece que hay cuatro razonablemente bien documentados, en los años: 1497, 1499, 1501, 1503. Muchos historiadores dicen que en verdad sólo los primeros dos sucedieron.

Universalis Cosmographia (1507), el mapamundi de Waldseemüller, el primero en describir América como separada de Asia. En el recuadro inferior izquierdo puede leerse “America” y a un lado el escrito donde menciona a Américo Vespucio. Fuente: 

https://www.loc.gov/resource/g3200.ct000725

Sebastión Münster

Sebastián Münster* (1488-1552) fue el primer cartógrafo que produjo mapas separados y  grabados en madera de los cuatro continentes conocidos en aquel tiempo. El mapa, «Novae Insulae, XVII Nova Tabula«, se publicó originalmente en la edición de Münster de la Geographia de Ptolomeo (Basilea, 1540) y en la obra maestra de Münster, Cosmographia Universa en 1544. (University of Virginia Library).

*El alemán Sebastian Münster fue un cartógrafo, cosmógrafo y profesor de teología, hebreo y después matemáticas . Su labor transformó la enseñanza de la geografía en la Europa del siglo XVI.

Conclusión

«El mapamundi de Martin Waldseemüller de 1507 fue el primero en mostrar un hemisferio occidental apartado con el Pacífico como océano independiente. El mapa surgió en los inicios del siglo XVI, para mostrar y actualizar los nuevos conocimientos geográficos dimanados de las exploraciones portuguesas y españolas de finales del siglo XV y principios del XVI. Waldseemüller se basó en datos reunidos durante los viajes de Américo Vespucio al Nuevo Mundo de 1501-02. En reconocimiento de la comprensión de Vespucio de que se había descubierto un nuevo continente. Es por eso que denominó a las nuevas tierras como «América». Al exponer la masa continental americana recién descubierta, se logró un gran avance en el conocimiento, ya que se superó el concepto de los europeos de un mundo dividido sólo en tres partes, Europa, Asia y África, las únicas tierras que se conocían durante la Antigüedad y el Medievo (tomado de https://www.loc.gov/resource/g3200.ct000725C/.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 28 de agosto de 2024.

Categoría: ciencia

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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