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malo, mal, maldad

Definiciones de mal, malo y maldad

“Malo” casi siempre se usa como adjetivo y es sinónimo de: dañino, diabólico, defectuoso, desfavorable, enfermo, infame, insano, maligno, peligroso, penoso, pernicioso, vil, etc. Como sustantivo: el diablo o el malo, el príncipe de los ángeles rebelados o el supremo espíritu del mal. 

Mal es una palabra trilítera que puede ser adjetivo (mal momento, m. comienzo), sustantivo (me causaron un mal, mal de Alzheimer, m. de Cayenne o elefantiasis) o adverbio (mal que bien, de mal en peor).

“Maldad” es un sustantivo femenino que significa: una acción mala e inaceptable; cualidad de malo. Sinónimos: bajeza, crueldad, infamia, iniquidad, vileza; mal, malicia, perversidad 

Origen de “mal”, “malo” y “maldad”

Estos términos y otros derivados se registran en el castellano o español antiguo, hacia los siglos IX-XII. Por eso el diccionario de Antonio de Nebrija de 1495 ya recoge términos como mal nombre, mala cosa, malamente, mal estar, maldadoso, maldadosamente, maldecir, maldición y otros.

“Mal”, como adjetivo y sustantivo es un apócope de “malo”, porque se suprime la “o”, y “malo” viene del latín preclásico y clásico mălus, a, um, (opuesto a bonus, “bueno”) un adjetivo que significa: adverso, contrario, dañino, destructivo, hiriente, ímprobo, infeliz, ingrato, malvado, perjudicial, deforme o feo (en Plauto siglos III-II a. C.). Mientras que mălum es un sustantivo que quiere decir: calamidad, castigo, daño, el mal, enfermedad, desgracia, desventura, infortunio, injuria, maldad, pecado. 

Algunas frases

  • Malus militiae (Horacio). El que no es apto para la guerra.
  • Mala consuetudo (Livio). Pasión funesta.
  • Mala gramina (Virgilio). Pastos malos, venenosos.
  • Malus ager (Virgilio). Campo estéril.
  • Malus pudor (Horacio). Pudor mal entendido, falsa vergüenza.
  • ¿Quae , malum, est ista audacia?  (Cicerón). ¿Qué diablos de atrevimiento es éste?

  ă, ā

En latín existe la ‘a’ breve (ă) que se pronuncia rápidamente, como en mălus y mălum que se acaban de mencionar, y la ‘a’ larga (ā) con una pronunciación más prolongada, como en mālus que significa “el árbol del manzano” y mālum, “la manzana y otros frutos”. Mālus también significa en latín “mástil de barco”, “el mástil al que se sujetan los lienzos del teatro”.

Derivados de mălus

Malitas y su genitivo singular malitatis. Maldad, infamia, bajeza. Con el sufijo –tas, genitivo -tatis, que indica “cualidad”, como en los vocablos maldad, bondad, crueldad, falsedad, ansiedad.

  • Malignus. De naturaleza infame, cruel, mezquino, ingrato. 
  • Malignitas. Crueldad, infamia.
  • Malitia. Carácter malvado, cruel, infame.
  • Malefacere. Hacer cosas malas, despiadadas e injustas.
  • Malevolus. Que tiene mala voluntad, inclinado a hacer cosas malas. 

mălus y mălum tienen un origen incierto

Que mălus y mălum es el origen de nuestro término “malo”, no hay duda. Lo irresoluto es cómo llegaron estos términos al latín, pues no hay una explicación satisfactoria. Por ejemplo, el lingüista Michiel de Vaan (página 360) dice que malus quizá proceda del proto itálico *malo-, emparentado morfológicamente con el osco (lengua itálica indoeuropea extinta) mallom, malom (acusativo singular), mallud, malud (ablativo singular) que significa “mal”, “malo”, tal vez de *maluo, *malio o a lo mejor un préstamo del latín.

Propone además la raíz protoindoeuropea *mol-o- ¿malo?, relacionada con meli ‘destruction’, en irlandés antiguo; μέλεος (méleos) ‘miserable’, ‘infeliz’, ‘desafortunado’ y βλσφημέω (blaspheméo) ‘yo calumnio’ en antiguo griego; mei ‘pecado’ en armenio; melas ‘embuste’ en lituano, etc. y pone como referencia a Ernout-Meillet, 1979 página 380-01.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 6 de septiembre de 2024.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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