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himen

Significados de ‘himen’

El himen es el repliegue membranoso en el introito de la vagina ―en latín introitus vaginae, el orificio o entrada vaginal― al que parcialmente ocluye. Contrariamente a las creencias populares, la presencia, ruptura o ausencia del himen no puede usarse para probar o negar ―con seguridad― la virginidad, o el historial de coitos. Se conocen embarazos cuando aún está intacto.

Puede estar ausente, ser pequeño, delgado y flexible, o pocas veces denso, resistente y ser totalmente ocluyente, en cuyo caso recibe el nombre latinizado de hymen imperforate (himen imperforado), que no tiene abertura; de manera que, cuando se produce la menstruación, la descarga sanguinolenta no puede salir de la vagina. El tratamiento es la incisión quirúrgica, himenectomía (del griego ektome, ‘incisión’) o himenotomía, también himenotomia.

File:Haultain and Ferguson - external female genital organs.svg
El himen a la entrada de la vagina. Se muestran además los labios mayores y menores, el orificio uretral, el clítoris y el Monte de Venus. Fuente: Handbook of Obstetric Nursing, 1902, by Francis W. N. Haultain and James Haig Ferguson. File:Haultain and Ferguson – external female genital organs.svg – Wikimedia Commonshttps://commons.wikimedia.org/wiki/File:Haultain_and_Ferguson_-_external_female_genital_organs.svg

En zoología, se llama himen al ligamento que une las dos valvas opuestas de la concha de un molusco.

En botánica, desde el siglo XVIII se usa himen para denominar a la membrana que encierra un botón floral, y que se rompe cuando abre la flor.

Etimología del término ‘himen’

La palabra ‘himen’ deriva del latín tardío hymēn ―muy probablemente con el sentido anatómico actual desde el siglo IV que significa “membrana”, del griego antiguo ὑμήν (humḗn o hymḗn), que por mucho tiempo trató de relacionarse con ὕμνος e Ύμήν (hymnos, Hymén) ya tratados en la entrada ‘himno’. 

Hymḗn significa desde la antigüedad griega: “membrana delgada”, “pliegue del peritoneo”, “la membrana que cubre al cerebro y al corazón (Aristóteles), “membrana nictitante de las aves”, “alas membranosas de algunos insectos”, de donde la palabra ὑμενόπτερος (‘himenóptero’, en escritos de Estrabón), que Linneo tomó en 1758 para denominar a los insectos himenópteros (orden Hymenoptera) como abejas, abejorros, avispas, y hormigas.

El vocablo ‘ὑμήν’ para nombrar la membrana que cubre parcialmente la entrada vaginal

Hacia los siglos I-II d. C., ὑμήν ya aparece con el sentido de ‘membrana que cubre parcialmente la entrada de la vagina en las mujeres vírgenes’. En latín tardío hymēn  era ya la membrana virginalis,  que se puede consultar en la página 3141 del gran Thesaurus Linguae Latinae (una obra aún no terminada que incluye palabras del latín desde el siglo VI a. C. hasta el VII d. C.).

Probable origen indoeuropeo de  ὑμήν, hymēn 

Al término ὑμήν lo relacionan con la raíz indoeuropea *syu- *si̯ū-, (coser, atar). Raíz vinculada también con los términos latinos: sŭo, suēre (coser); sūtŏr, -ōris (zapatero); sūtōrĭus (el que ha sido zapatero); sūtrīnus (lo relacionado con el zapatero); sūtūra, que significa ‘la acción de coser’, ‘costura’, ‘sutura en el cráneo’ (Aulo Cornelio Celso, siglo I, Gaffiot p. 1531). 

Esta misma raíz también se vincula a sī́vyati (sutura, costura) en sánscrito; siuvù, siúti (coser) en lituano. Kamasutra también es una palabra, cuyo componente -sutra se asocia a esta misma raíz.

Sorano de Éfeso, Oribasio de Pérgamo y otros médicos griegos 

Concretamente, en griego, y con un sentido anatómico, la palabra ὑμήν (hymḗn) se documenta en escritos del médico Sorano de Éfeso (siglos 98-138 d. C.) en su obra Gynaeciorum y después en Oribasio de Pérgamo (¿325-403?). Sorano comenta que “existe la opinión de que hay una membrana que se rompe durante el coito”, una muestra indudable que ya se tenía esta idea antes, tal vez desde Galeno o en tiempos más antiguos.

 Semejanza de los términos griegos ὑμήν (hymḗn), Ύμήν (Hūmḗn, Hymḗn), ὑμέναιος (hyménaios)

Acabo de explicar que ὑμήν (hymḗn) significa desde la antigüedad “membrana” y que se vincula a la raíz IE *syu- *si̯ū-. Sin embargo, también existen Ύμήν (Hūmḗn o Hymḗn  “el dios griego de los casamientos»), ὑμέναιος (hyménaios), “canto nupcial”, “himnos que se cantaban durante las nupcias”. Vocablos que se sabe tienen diferente origen.

Sin embargo, probablemente (no es seguro) desde los tiempos antiguos los hymenaios pudieron llevar la idea entre los celebrantes de que era “el permiso” que la sociedad daba para que el esposo desvirgara (quitarle la virginidad por romper el himen) a su flamante esposa; y dado que Ύμήν (Hymén) e ὑμήν (hymḗn) se escriben igual, entonces se han tratado de vincular ambos vocablos. Pero ahora se considera que se trata de una etimología popular sin fundamento lingüístico.

Por ejemplo, el gramático latino Elio Donato (siglo IV d. C.) escribe sobre los hymenaeus o “cantos en alabanza de los matrimonios virginales por tal mérito” (cantatur virginalibus nuptiis ob eiusmodi meritum). Comenta además que se dice hymenaeus por el hymen, una membrana que sirve para defender la virginidad, una especie de candado que protege la virginidad, como después escribió Isidoro de Sevilla (siglos VI-VII).

Palabras derivadas de ὑμήν (humḗn, hymḗn), “membrana”

Himen, himenóptero; himenopterología; Hymenaea, género de ciertos árboles leguminosos, Hymenolepis, género de tenias pequeñas; hymenolepiasis, infestación por Hymenolepis; himenio (hymenium), una membrana que lleva esporas en algunos hongos; himenal (hymenal), relacionado con el himen; Hymenomycetes, un hongo del orden Agaricales; Hymenophyllum, un género de helechos; himenografía, descripción de las membranas; himenoide, con forma de membrana, membraniforme; himenología, todo lo que se conoce sobre las membranas; himenopterismo, condición morbosa resultante del piquete de abejas u otros himenópteros; himenorrexis, la rotura del himen, etc.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 11 de marzo de 2023.  

Categoría: ciencia, cultismos

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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