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sacro, hueso impar entre las vértebras lumbares y el cóccix

hueso sacro, entre las vértebras lumbares y el cóccix 

El sacro es un hueso impar, oblicuo, central y simétrico, en forma de pirámide cuadrangular, que se localiza debajo de las vértebras lumbares y encima del cóccix (del latín coccyx). En los humanos consta de cinco vértebras anquilosadas o fusionadas que forman la pared  dorsal de la pelvis, entre los dos iliones con lo cuales se articula lateralmente.  Vista una persona por detrás, el sacro se localiza justo por encima de donde inicia la línea que separa los dos glúteos.

El sacro de la mujer es más corto y ancho, y más curvado entre la S2 y la S3 que en los varones. Las vértebras sacras del feto y los niños están libres, pero comienzan a fusionarse a los 16-18 años de edad, y el proceso (de fusión) se completa hacia los 30 años (Tortora, Derrickson). Esto reviste gran importancia para estimar la edad esqueletal, tanto en la antropología forense como en la biológica.

 Hueso sacro (os sacrum) en medio de los huesos iliacos o coxales. Autor Henry Gray  (1827–1861). Anatomy of the Human Body Imagen de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Gray241.png?uselang=es#Licencia

Origen del nombre del hueso sacro

Sacro, como nombre del hueso formado por el anquilosamiento de las cinco vértebras sacras de la espina dorsal humana, viene del latín tardío os sacrum —literalmente “hueso sagrado”, ya que sacrum en latín significa “objeto o cosa sagrada”, “ceremonia sagrada”—, atestiguado en escritos del médico y escritor romano Celio Aureliano del siglo V d. C. Os, genitivo ossis también en latín significa “hueso”, palabra esta que viene de la variante vulgar ossum y el plural ossa, “huesos” (Véase la entrada “hueso, osamenta”).

Os sacrum en latín o sea “hueso sacro o sagrado” es quizá una mala interpretación del término o expresión griega de Galeno (siglo II d. C.) ἰερόν ὀστοῦν (documentada desde el siglo V a. C. en escritos hipocráticos), transliterado como hieròn ostoûn, que, según los estudiosos de estas cosas significa “hueso fuerte”, pero no “hueso sagrado” que el latín escribió como “os sacrum”. Más abajo lo explico con más detalles.

¿Dónde está —o estuvo— la confusión?

Con ὀστοῦν = ostoûn, variante de ὀστέον = osteón (Bailly p. 1414) no hay problema, puesto que significa “hueso de vertebrado o de un fruto como el durazno”, y se asocia a la raíz indoeuropea *osth-  (hueso), también relacionada con el latín os, ossis (hueso) ya citado.

La mala interpretación —según dicen los lingüistas—  estuvo en el término griego ἰερόν (hieròn) que el latín lo tomó por “sacro, objeto de culto, cosa sagrada o divina, ofrenda, culto”, y usó el vocablo sacrum que tiene ese mismo significado, del adjetivo săcĕr, sacra que quiere decir “sacro”, “santo”, “consagrado, “venerable ”, aunque también se usó con el sentido de “abominable”, “detestable”; pero de esto escribiré después. 

os sacrum

Siguiendo esta línea de razonamiento, algunos dicen que os sacrum (hueso sacro), fue así llamado porque era un hueso de las víctimas ofrendadas que tenía propiedades divinas relevantes ¿Por qué? No se sabe con certeza. En el mundo grecorromano las víctimas ofrecidas eran sobre todo animales como cerdos, ovejas, cabras, caballos, gallos, gansos, perros, burros, y a veces también se sacrificaban personas, especialmente criminales que de cualquier manera ya habían sido sentenciados a muerte… y bueno, estos animales y los hombres, tenemos un hueso sacro. Los griegos llamaban a las víctimas ofrecidas ἱερεῖον = hiereion, y los romanos hostĭa o victĭma.

hieròn ostoûn «hueso fuerte o vigoroso»

Sin embargo, también existe la opinión de que el nombre griego ἰερόν ὀστοῦν (hieròn ostoûn, documentado en Hipócrates, Galeno y Plutarco), no se debe traducir como os sacrum o “hueso sagrado”, sino como “hueso fuerte o vigoroso”, debido a que es la estructura ósea más grande de la columna vertebral, si la comparamos con el cóccix y las otras 24 vértebras restantes, desde el atlas hasta la quinta lumbar o LV. 

Este criterio se fundamenta además en el hecho de que el significado original de ἰερόν (hieròn) es “vigoroso”, “poderoso”, “fuerte”, “admirable” y de este sentido pasó al significado homérico (Ilíada, Odisea) de “sagrado”, maravilloso”, “divino”. Las expresiones griegas de la antigüedad así lo constatan: Ἱερὸν ὄρος (Ieron oros) “monte Sagrado de Tracia; ἱερὸν γένος ἀτανάτων (ieron génos atanáton) “la raza sagrada de los inmortales”, escrito por Hesíodo en su Teogonía. El término  ὄρος significa “montaña” y ἀτανάτων quiere decir “inmortal”.

Por lo tanto, Hipócrates y Galeno muy probablemente escribieron ἰερόν ὀστοῦν pensando en el hueso más grande de la columna vertebral, pero no sagrado. Pero bueno, la controversia persiste.

Hay palabras que llevan el término griego ἰερόν, ἰερός (sagrado, divino) por ejemplo, jeroglífico, jerarquía, jerarca, jerarquizar, jerárquico, jerarquización, etc.; ἰερόν, ἰερός se asocian a la raíz indoeuropea *eis 1- (moverse rápidamente). 

ADENDA

Nombres latinizados de algunos huesos

En la nomenclatura anatómica latinizada encontramos muchos nombres de huesos con el componente os. Basta citar algunos ejemplos: Os calcis “el calcáneo o hueso del talón”, el más grande del pie; o. centrali tarsi “escafoides del pie”; o. coccygis “el h. cóccix”; o. ethmoidale “h. etmoides”; o. frontale “h. frontal”; o. nasale “h. nasal o propio de la nariz”; o. peroneum “hueso sesamoideo que a veces se encuentra en el tendón del músculo peroneo largo”; o. capitatum “h grande”, “el tercer hueso de la segunda fila del carpo”; o. epytimpanicum “hueso fetal que luego se convierte en la porción escamosa del temporal”; o Incisivum: “el h. intermaxilar”.  

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 10 de febrero de 2025

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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