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perro, can, un carnívoro doméstico

Definición del término perro

Perro, rra es cualquier espécimen de un grande y variado grupo de animales caninos domesticados, frecuentemente mantenidos como mascotas de la casa, o utilizados en la cacería, el pastoreo, jalando trineos, guardianes de personas y de bienes, rescate de víctimas, detección de drogas, explosivos y otras tareas. Es uno de los animales domésticos más ubicuos y más populares en el mundo.

Perro entrenado para usos militares De U.S. Air Force photo by Staff Sgt. Stacy L. Pearsall – http://www.defendamerica.mil/images/photos/feb2007/Index/Hirez/070213-F-7234P-002.jpg, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2285591

Etimología de la palabra ‘perro’

El término perro tiene una etimología dudosa, al grado que el DLE (2021) dice que es de «origen incierto». La versión actual más común es que proviene de ‘perr’, ‘prrr’, sonido que oímos cuando gruñe este mamífero carnívoro. Los pastores utilizaban estos sonidos para azuzar a los perros y también a las ovejas. Si esto es así, entonces ‘perro’ es una onomatopeya, es decir, una palabra formada por imitación del sonido de aquello que designa, como los vocablos gárgara, tictac, pío, clic y crac.

En latín perro se dice cănis (‘perro’, ‘perra’, de donde procede el sinónimo ‘can’, pero mucho menos usado). En griego antiguo κῠ́ων (kúōn o kýōn), de donde provienen palabras como cinismo, cínico, Proción (la estrella binaria Alfa del Can Menor), Apocinácea (una familia de plantas, cuyo nombre significa ‘mataperros’). La palabra cănis fue tomada por los taxónomos para dar nombre a la familia (Canidae), subfamilia (Caninae), tribu (Canini), subtribu (Canina) y el género (Canis) al que pertenece este animal como especie.

Llama la atención que hay una gran diversidad de palabras en distintos idiomas con el significado de ‘perro’

Inglés (dog), francés (chien), italiano (cane), portugués (cão, masculino y cadela, femenino), alemán (Hund), neerlandés (hond), sueco (hund), polaco (pies), rumano (câine), griego moderno (σκύλος), turco (köpek). Nótese la semejanza en alemán, neerlandés y sueco, prueba de que estas tres lenguas tienen un origen germánico común. En francés, italiano, portugués y rumano, procede del latín cănis. En español (perro), no deriva del latín. Se ha sugerido que esta palabra llegó a la península Ibérica con el arribo de los celtas hacia los siglos IX-VII a. C., quizá entonces ‘perro’ procede de una lengua prerromana, pero indoeuropea.

Lo que decían los diccionarios españoles de los siglos XVII-XX, sobre el origen y significado de esta palabra

Sebastián de Covarrubias (1611)

“Animal conocido y familiar, símbolo de fidelidad y de reconocimiento a los mendrugos de pan que le echa su amo”.

Francisco del Rosal (1611)

“Solían decir Can de Cane Latino; después fue dicho perro, del griego Pyr, que es el fuego, porque del perro dicen los naturales, que es de complexión en extremo caliente y seca; de donde llamaron Can o Canícula, a la estrella, de quien dice Plinio, que enciende el Sol, y posee la mayor parte del estío, que son los Caniculares; y el latino le llamó a este animal Canis de Cao griego, que significa arder; como Pao Panis…”.

Real Academia Española (RAE, 1884): “¿Del zenda (avéstico) vehrka, lobo?

RAE (1899): “¿Del bajo latín canis petronius, perro de ganado, de pĕtro*, ‘carnero’?”.

RAE (1914): “Del latín  pĕtro, rústico’, en alusión al canis petronius, perro que caza por las asperezas de los montes o en terrenos pedregosos.

DLE (2021): Simplemente dice que “es de origen incierto”.

*En latín pĕtro significaba ‘carnero’, ‘el macho de la oveja’, pero también el ‘rústico’, el ‘aldeano’.

Algunos datos de interés sobre este animal

Nombre biológico: Canis lupus familiaris (considerada subespecie de Canis lupus, el lobo); Canis familiaris L. 1758 (si se toma como especie independiente).

Origen y domesticación

Hace unos 60 millones de años vivió un pequeño mamífero semejante a una comadreja, en regiones de lo que ahora es Asia, que los paleontólogos lo han bautizado como género Miacis (arborícola de patas cortas y cola larga), de donde pudieron haber surgido los cánidos actuales (lobo, perro, coyote, chacal, dingo, zorro). Durante el Eoceno y Oligoceno (Era Cenozoica, hace unos 40-35 millones años), existió un género de mamíferos carnívoros, presumiblemente, un antecesor algo más reciente de los cánidos, llamado Cynodictis (cyn-, ‘perro’, y del griego antiguo dyctis, un animal de Libia no conocido citado por Heródoto), probable descendiente de Miacis, de cuerpo alargado, patas cortas y uñas retráctiles. 

Las evidencias más antiguas de domesticación se han encontrado al norte de Europa y Asia, con una antigüedad de entre 29-14 mil años, aunque algunos mencionan que este proceso pudo haber iniciado mucho tiempo antes, quizá hace unos 100 000 años, cuando los lobos (que existen desde al menos 1 millón de años, a mediados del Pleistoceno) seguían la pista a los hombres prehistóricos en busca de los desperdicios de los animales cazados. Sin duda, un proceso milenario en diferentes lugares y tiempos (Europa, Asia, África).

Tal vez ya se usaban como animales de apoyo por los pastores de ovejas y cabras desde hace unos 8000 años. Los perros llegaron a América por oleadas procedentes de Eurasia por el estrecho de Bering, probablemente hace unos 11-10 mil años. En México se conservan como los más antiguos, el perro pelón (Xoloitzcuintle) y el chihuahueño; así como el Tlalchichi y el Itzcuintli, que ya no subsisten como variantes puras.

Las relaciones con el hombre

Hay coincidencia en considerar que el perro es el animal que primero fue domesticado. En la civilización occidental, la relación del hombre es muy intensa e importante, pero en algunos lugares de Asia no gozan de la misma estima; suelen usarse como bestias de carga o como alimento. En Egipto, durante los días de los faraones, eran considerados como sagrados.

Estudios genéticos comparativos

Se han comparado las secuencias del ADN mitocondrial (que pasa sólo de la madre a los hijos) de 67 razas de canes y unos 160 lobos, chacales y coyotes. Se encontró que todas las secuencias de los lobos y perros eran similares, pero fueron significativamente diferentes a las de coyote y chacal. Análisis muy cuidadosos de las diferencias en el ADN mitocondrial sugieren que sucedieron dos eventos mayores de domesticación, a partir de diferentes poblaciones de lobos y que se dieron algunas veces cruzamientos entre ambas especies (lobos-canes). Lo que permite concluir que los perros son sencillamente lobos (pero de un linaje ya extinto) domesticados (Tillery et al).

Número de razas

Una raza es un grupo de animales criados por el hombre, que posee ciertas cualidades hereditarias, incluyendo una apariencia uniforme, que los distingue de otros miembros de la misma especie. Es muy distinto un perro golden retriever a uno de la raza pomerania o un chihuahua.

Los perros poseen una gran variación genética, que posibilita una muy amplia diferenciación racial, que puede ser desarrollada de la misma reserva hereditaria, dentro de un tiempo relativamente corto (hace unos dos siglos había pocas razas). La plasticidad genética ha sido utilizada para producir más de 350 razas en el mundo entero.

Talla y peso

Existe una gran variación en tamaño. La raza más pequeña es el chihuahua, cuyos miembros apenas alcanzan 13-16 cm a la cruz y pesan unos 700-1200 g. Los más corpulentos, como los mastines y San Bernardo pueden pesar algo más de 90 kg. El gran danés alcanza 99 cm de altura a la cruz.

Sentidos

I- Olfato

Los sentidos más desarrollados son el olfato y el oído. Pueden percibir olores que el humano no detecta. Así como identificar objetos que han sido tocados brevemente por una persona, y distinguirlo de otros idénticos que no fueron tentados. Algunos, como el San Huberto (de origen belga), pueden olfatear y rastrear huellas que se dejan cuatro o más días antes.

II- Oído

Pueden también oír mucho mejor que las personas. Detectan sonidos con una frecuencia más alta (hasta 35 000 ciclos por segundo) que la percibida por el oído humano (entre 20-20 000) ¿Recuerdan un perro poniendo toda su atención en una madriguera, en busca del ruido de un conejo o un roedor? Nosotros no podemos escuchar el sonido de un silbato para perros, porque la frecuencia está por encima de nuestra capacidad auditiva.

III- Visión

No pueden ver formas con tanta precisión como nosotros, pero su vista es altamente sensitiva al movimiento. La visión del color se limita tal vez a matices de gris y acaso azul. Para ellos, el verde, rojo, amarillo y naranja son indistinguibles. En el fondo de cada ojo tienen una estructura parecida a un espejo llamada tapetum lucidum (literalmente ‘tapete o alfombra brillante’, también llamado t. choroideae), que refleja luz y ayuda a ver en la oscuridad nocturna. Contiene un pigmento iridiscente del epitelio de la coroides, que hace a los ojos resplandecientes en la oscuridad, cuando la luz incide sobre él.

La visión del perro es sensible a los objetos en movimiento o con desplazamiento repentino, y cuenta con una excelente visión nocturna o crepuscular. Esta imagen fue publicada en Flickr por TheGiantVermin en https://www.flickr.com/photos/39038071@N00/3123183536. La imagen fue revisada el 13 de marzo de 2009 por el robot FlickreviewR y confirmó tener licencia bajo los términos de cc-by-sa-2.0. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Canis_familiaris#/media/Archivo:Eye_of_a_dog.jpg

Como anécdota: Una noche, creo que el año 2013, viajé conduciendo mi auto por la carretera 550 (U. S. Route 550) de Colorado, U. S. A., entre Durango y Montrose, y me impresionó ver tantos ojos deslumbrantes de ciervos que estaban a ambos lados de la carretera. Fue un espectáculo inusual y asombroso.

Lecturas recomendadas:

  • McGinnis Terry. 1998. Dog. The World Book Encyclopedia. Vol. 5 p.  262-281. U. S. A. Edición impresa.
  • Tillery W. Bill et al. 2008. Integrated Science. p. 518. U. S. A. Edición impresa.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 12 de agosto de 2021.

Categoría: ciencia, varios

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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