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aborto, abortar, abortivo

Para una mejor comprensión de este artículo, sugiero al lector que lea además la entrada ‘embrión, feto‘ en este mismo sitio.

Definiciones

Aborto es:

  • “La acción y efecto de abortar”. “Expulsión espontánea o provocada de un embrión o feto antes de que esté suficientemente desarrollado para sobrevivir fuera del vientre materno”. Es importante subrayar que deben distinguirse el aborto espontáneo o natural, y el aborto inducido o provocado, por las causas o razones que sean y que se debe practicar en una clínica especializada (aunque ya hay manera de que se provoque en casa un aborto no quirúrgico) que, en general, las legislaciones lo permite hasta el límite de los 84-90 días, es decir, 12 semanas o tres meses de gestación. 
  • Se le llama también aborto a cualquier cosa inmadura, incompleta, o que no haya sido exitosa en su pleno desarrollo, como una criatura deforme, un plan no totalmente ejecutado.
  • En botánica se emplea el término ‘aborto’ para designar la incompleta formación de un fruto o cualquier otra estructura vegetal.

Abortar

  • Tratándose de una mujer o cualquier otra hembra de mamífero gestante: “abortar es expulsar ―de manera espontánea o provocada― el embrión o el feto antes de que pueda vivir fuera del cuerpo de la madre”, ya que todavía depende de su sistema corporal para mantenerse. Terminar prematuramente una preñez. 
  • Detenerse una enfermedad antes de su total evolución.
  • Fracasar en el desarrollo o terminación de una misión, prueba o experimento. El vuelo de la nave abortó. 
  • Llegar al fin de algo de manera prematura e infructuosa. 
  • Finalizar o abandonar una tarea antes de su consumación. Abortar una carrera universitaria. 

Etimología de ‘aborto’ 

‘Aborto’ es una palabra que deriva del latín ăbortŭs (aborto), el participio pasado del verbo ăbŏrĭor, aborīri (abortar, desaparecer, perecer, extinguirse, morir, apagarse, ‘ponerse u ocultarse un astro en el horizonte’, lo opuesto a exorĭor, ‘nacer’, ‘aparecer’). Término formado por: 

A) el prefijo latino ab-, que indica ‘ausencia’, ‘privación’, ‘falta de’;

B) -ortus (nacimiento, origen, salida, principio, como en ortus solis, ‘el oriente’, porque por ahí sale el Sol). Ortus es el  participio del verbo ŏrĭor, oriri, que significa: ‘nacer’, ‘levantarse’, ‘aparecer’, ‘surgir’, ‘originarse’, ‘comenzar’, ‘provenir de’. De oriri se deriva oriens, entis, ‘el oriente’, ‘los países de Oriente’. Por ejemplo: oriens sol, ‘el sol naciente’.

C) Ortus y ăbortŭs contienen el sufijo latino -tus (-to castellanizado) que nos indica ‘recibir la acción de un verbo’ (en este caso ăbŏrĭor, aborīri), una terminación de participios pasados o pasivos como en las palabras ‘abierto’ (de apertus) y ‘escrito’ (de scriptus). Del mismo modo, defectus (desaparición, falta, debilitamiento), del verbo deficiere, ‘abandonar’, ‘separar de’; latratus (grito, ladrido), del verbo latrare, ‘ladrar’, ‘pedir a gritos’.  

Por lo tanto, ăbortŭs (aborto), nos indica la la imposibilidad o impedimento (ab-)  de que el nuevo ser aparezca o nazca (oriri). Es la frustración de un nacimiento.

Origen indoeuropeo de ŏrĭor, oriri

El verbo ŏrĭor, oriri y sus derivados, se asocian a la raíz IE *er- (mover, permanecer en movimiento) y su forma arcaica *h1er‑ (Pokorny). También vinculada a las palabras griegas: όρος, óros (montaña), ἔρνος, ernos (brote, retoño), etc. Palabras como aborigen, aborto, Ernesto, origen, original, originario, oriente, oriundo y otras, parecen derivar de esta misma raíz.

‘Abortar’

El verbo abortar procede del latín ăborto, abortāre, derivado de ăbŏrĭor, aborīri, ‘abortar’, atestiguado en la obra De re rustica del escritor romano Varrón (116-27 a. C.).

‘Abortivo’

Abortivo es un adjetivo que significa “nacido antes de tiempo” y “poseer la propiedad de causar aborto”. Procede del latín clásico abortīvus, a, um, derivado de ăbortŭs, más el sufijo -ivus (-ivo). Desde la antigüedad significaba lo mismo: En Horacio, Sátiras, 1, 3, 46, “nacido antes de término”; Plinio, 7, 42, “que hace abortar”.

Ivus es un sufijo formador de adjetivos y sustantivos que indica ‘capacidad de realizar una acción’, por ejemplo en palabras como: ejecutivo, volitivo, revulsivo, defensivo, persuasivo, compulsivo, agresivo, repulsivo, facultativo y otras. Entonces, abortivo es lo que produce o hace (-ivo) abortar.

En término latinos de la antigüedad hay muchas palabras con este sufijo: deliberativus (deliberativo), demonstrativus (demostrativo).  

CONSIDERACIONES ADICIONALES SOBRE EL ABORTO

Causas comunes de un aborto espontáneo

Como ya se ha dicho, el aborto se define de una manera general como la pérdida del producto de la concepción (embrión, feto) antes de la semana 20 de gestación (cuando en promedio el feto pesa alrededor de 500 g). El parto prematuro sucede entre las 20-37 semanas. De un 20 a un 30% de las mujeres tienen algún sangrado o retortijones algunas veces durante las primeras 20 semanas de embarazo. Alrededor del 25% de las mujeres gestantes terminan abortando de manera espontánea. Más o menos el 85% de los abortos espontáneos son tempranos y suceden durante los primeros 84-90 días, generalmente por causas fetales. Los abortos tardíos ocurren entre las semanas 12-20.

Los síntomas típicos que indican amenaza de aborto son: a) contracciones y hemorragias uterinas; b) dilatación del cérvix; c) presentación o expulsión de todo o parte del producto de la concepción.

Las causas principales del aborto son:

Desarrollo defectuoso del embrión.

Anormalidades de la placenta.

Trastornos hormonales, como hipotiroidismo, diabetes mellitus.

Enfermedades infecciosas agudas.

Traumatismo y/o shock severo, emocional u orgánico.

Problemas uterinos, incluyendo un cérvix incompetente, así como anomalías de su cavidad heredadas o adquiridas. 

Factores genéticos diversos.

Nefritis crónica.

Factores o problemas inmunológicos.

Uso de ciertas drogas, especialmente cocaína en forma de crack.

Muchos tipos de virus, sobre todo citomegalovirus, herpesvirus y el de la rubéola.

Reflexiones sobre la práctica del aborto inducido

En todos los tiempos y en todas las sociedades, las mujeres, solas o con la ayuda de alguien, por razones muy diversas, han buscado interrumpir su embarazo. Pero los esfuerzos por provocarse por sí misma un aborto, conllevan muy frecuentemente serios riesgos para la salud y la vida de la mujer. En cambio, ahora, inducirse un aborto en las primeras semanas de la gravidez, acudiendo a profesionales entrenados y bajo condiciones apropiadas, es un procedimiento médico relativamente sencillo y seguro. Además, como arriba lo mencioné, ya hay procedimientos no quirúrgicos en casa, con el suministro de ciertas pastillas.

Razones para provocarse un aborto

Los motivos por los que se busca la aplicación del aborto inducido son, en general, las siguientes:

  • Conservar la vida o la salud física y mental de la madre, en caso de que el embarazo las ponga en riesgo.
  • Evitar el término de la gestación en los casos de violación o incesto.
  • No permitir el nacimiento de un niño con serias deformidades físicas o severas limitaciones mentales. Siempre y cuando hayan sido médicamente diagnosticadas durante el desarrollo embrionario.
  • Prevenir el nacimiento de un bebé por fuertes razones sociales o económicas. Tales como niñas de muy corta edad que han quedado embarazadas, o en casos de una dolorosa escasez de recursos económicos.
File:Vacuum-aspiration (single).svg
Diagrama que muestra una maniobra de aborto por el método da aspiración por vacío, a las 8 semanas de gestación. 1- saco amniótico 2- embrión 3- pared uterina 4- espéculo 5- tubo de aspiración uterino 6- el tubo se conecta a una bomba. Autor: Andrew c. 9 de febrero de 2009. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Vacuum-aspiration_(single).svg

Métodos utilizados en la antigüedad

Parece que la primera evidencia sobre la práctica del aborto inducido se encuentra en el papiro de Ebers (tratado médico egipcio), y se remonta al año 1550 a. de C.). En el mundo grecorromano, aparentemente también se aceptaba el aborto provocado como una forma de limitar el crecimiento de la familia. Por algo Plinio el Viejo (siglo II d. C.) escribió que abortīvus es «lo que hace abortar».

La práctica del aborto intencionado ―la interrupción deliberada de un embarazo― durante la antigüedad, por lo general no era quirúrgica. Sólo por citar algunos métodos, se utilizaban hierbas abortivas, la aplicación de presión o golpes al abdomen, el trabajo extenuante o agotador, subir por una pendiente pronunciada, levantar cosas pesadas, el ayuno prolongado, las sangrías, echarse agua caliente sobre el vientre, practicar movimientos corporales que implican grandes esfuerzos y otras técnicas.

File:AngkorWatAbortionAD1150.JPG
Bajorrelieve en el templo hinduista Ankor Wat de Camboya (c. 1150), donde se ve a un demonio tratando de inducir un aborto golpeando el vientre de una mujer con una mano de mortero. Un ayudante levanta su pierna izquierda y el otro la sujeta por el cuello y un brazo. Autor:
Malcolm Potts. 25 de febrero de 2009. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:AngkorWatAbortionAD1150.JPG

El aborto en el mundo grecorromano

«Algunos estudiosos creen que la proscripción (prohibición) del aborto en el Juramento Hipocrático pudo haber sido atípico, dentro de las normas de aquella época. Platón y Aristóteles discuten sobre el aborto y lo consideran una forma útil para regular la población. Bajo la ley romana, la regulación del aborto reflejaba, en primer lugar, el predominio del esposo en las decisiones familiares; quien, por un lado, podía ordenar un aborto, pero también a veces podía castigar o divorciarse de su esposa, si ella decidía terminar con su embarazo sin su permiso.

El aborto y el cristianismo

Con la llegada del cristianismo el aborto se hizo motivo de mayor condena. La primitiva doctrina eclesiástica consideraba la práctica del aborto como un asesinato, si se ejecutaba después del momento en el que el alma racional se introducía sobre «el animado» (entiéndase feto), considerado 40 días después de la concepción.

Esta doctrina se mantuvo hasta 1588, cuando fue abrogada por el papa Sixto V. Desde entonces, con algunas variantes, se ha mantenido dentro de la Iglesia Católica Romana la posición de considerar que el feto es poseído por un alma desde el momento mismo de la concepción, haciendo, de este modo, que cualquier cesación intencionada del embarazo sea considerada como una violación de la «santidad de la vida» (Denis Cavanagh).

Algunos argumentos a favor del aborto

1- «Según las y los defensores del aborto, una mujer debe tener un irrestricto derecho a abortar durante su gestación temprana, antes de que el feto se haga viable, es decir, capaz de vivir fuera de su cuerpo. La mayoría de los fetos logran la viabilidad después de las 25-26 semanas de desarrollo intrauterino.

2- Considerar que el feto no es realmente una persona, puesto que serlo implica la facultad de ser consciente de una existencia propia y de ser aceptado como un miembro de la comunidad. Y como el feto no es una persona, entonces, no puede gozar de los derechos que ello implica. Pero de cualquier manera, está vivo.

3- Otra consideración importante es que los abortos legales practicados en una institución de salud, elimina muchos abortos clandestinos, practicados por personas de dudosa confiabilidad y bajo condiciones insalubres. Lo que puede ocasionar daños irreversibles a la madre, incluso, en no pocas ocasiones, la muerte. Así mismo, algunos argumentan que, sencillamente, las mujeres no deben tener un hijo no deseado» (David M. 0’Brien).

De cualquier modo, la práctica del aborto mata una vida y malogra el desarrollo de una nueva persona, puesto que el embrión-feto está tan vivo como las hojas de un árbol, una anémona, una abeja, un gatito o cualquier ser humano. Pero lo que se antepone como argumento para justificarlo y legitimarlo son los tres motivos arriba señalados. Así como la idea de que un feto, digamos de 12 semanas, todavía no tiene, que sepamos, actividad psíquica.

Si mi madre hubiera decidido echarme de su vientre cuando era todavía un embrión, a la tercera semana de gestación o, incluso un feto a la undécima o duodécima, no estaría escribiendo en estos momentos. Y ustedes, queridos lectores, tampoco estarían revisando mis notas. ¡Nadie podrá negarlo!

  • Cavanagh Denis. Abortion. 2002. Encyclopedia Americana Vol. 1. pp. 43-45. U. S. A.
  • 0’Brien M. David. Abortion. 1998. The World Book Encyclopedia. Vol. 1. pp. 14-16. U. S. A.

Ediciones impresas.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 24 de junio de 2022.

Categoría: ciencia, cultismos

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

2 Comentarios

  1. Lourdes del Carmen López Orozco dice

    Los cristianos tenemos el más claro ejemplo en Jesús nuestro Señor, a quién seguimos. En el evangelio según San Lucas 1:29-56, se ve claramente que el ser humano ya tiene una misión y personalidad desde que es embrión o feto, es de notar que este evangelio comienza en la concepción y declaración de la misión de estos 2 grandes personajes, San Juan Bautista y Jesús. Toda la Biblia aborda así la naturaleza humana con un espíritu y cualidad
    de persona desde el momento de ser concebido.

  2. Lourdes del Carmen López Orozco dice

    Difiero de que el feto no es consciente de su existencia puesto que se ha visto en videos como el niñito trata de defenderse del bisturí que intenta matarlo. Por otro lado desde que se organizan los cromosomas, el desarrollo del humano es autónomo de la madre, como individuo que es. Con la definición de persona que ha tomado, no hay problema entonces en matar a cualquier persona que está en estado inconsciente o que no es aceptada por la sociedad, conozco muchos casos (como el mío), como decía la canción: «Que se mueran los feos» y se puede hacer extensivo a cualquier otra condición indeseada por una sociedad. Ojala me pueda dar su punto de vista

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