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liendre, lenteja, pediculosis

¿Qué es una liendre?

Liendre es el huevecillo de piojo que se encuentra adherido al pelo del animal o persona parasitada por estos insectos.

Liendre del piojo de la cabeza humana (Pediculus humanus). Imagen de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Head_louse_egg_2.jpg

Origen de la palabra “liendre”

El término ‘liendre’ viene del latín vulgar lendo, lendĭnis, o quizá de la voz no atestiguada *lenditem; a su vez del latín clásico lens, genitivo singular lendis, con igual significado: ‘liendre’, ‘huevo del piojo’, voz que se encuentra en los escritos de Plinio el Viejo del siglo I d. C.

Lenteja, lentĭcŭla

Es muy importante señalar que en latín clásico existe también el vocablo lēns, lentis que significa ‘la planta o la semilla de la lenteja” y su diminutivo lentĭcŭla, de donde realmente deriva el término ‘lenteja’. Palabra de la que luego tal vez me ocuparé.

“Liendre” en el diccionario de Antonio de Nebrija del siglo XV

Si el diccionario de Antonio de Nebrija del año 1496 dice “liendre de cabellos. Lens-lendis”, entonces la palabra ya en español debe haber existido al menos durante la segunda mitad del Medievo.

El origen de lens, lendis es controversial

Consultando el nombre que reciben las liendres en algunas lenguas, podemos encontrar: lens, lendis (latín clásico); lêndea (portugués); lendine (italiano); lente (francés); luizenei (neerlandés); louse (no significa liendre, pero sí piojo en inglés). El lingüista De Vaan (pág. 334) dice que esto sugiere pensar en la posibilidad de una raíz proto itálica (milenio II a. C.), que él escribe como *dlind- (liendre), pero sólo se trata de una hipótesis. La verdad es que se trata de una palabra cuya llegada al latín permanece incierta. 

El diccionario de Ernout-Meillet (pág. 351) dice que hay algunas variantes de lens, lendis: lendix, lindex, lendina, el plural lendines (en Marcelo Empirico, siglos IV-V d. C.). Asimismo señala a Isidoro de Sevilla lendix, lendex, que sugiere una posible influencia de cimex (chinche) y pulex (pulga), que, finalmente, son insectos que molestan al hombre y los animales, del mismo modo que los piojos.

«Linedre» en griego

En griego, “liendre” se escribe  κονίδες (konídes, huevos de piojo), relacionado con κνίζω, ειν (knizein, irritar, picar) y κνιδωσις, ᾑ (knidosis, knidose, irritación de la piel, en griego antiguo. Nisse en alemán y nit inglés.

La pediculosis y las liendres

La infestación o parasitosis por piojos en humanos y animales se llama pediculosis, debido a que la palabra patrimonial piojo viene del latín pēdĭcŭlus “piojo”, literalmente ‘piececito’ quizá porque parece un pequeño pie… pero esto no es seguro.

En humanos hay tres tipos de piojos (insectos que miden un máximo de 4 mm, ápteros y ectoparásitos hematófafos): el de la cabeza Pediculus humanus capitis; del cuerpo o de los vestidos, P. h. corporis y del pubis, Phthirus* pubis o inguinalis, llamada también ladilla (φθειρ = phtheír significa “piojo” en griego antiguo), que se localiza en el área de los genitales, la ingle, el perineo y a veces hasta en las pestañas. El de la cabeza es el que oviposita los huevos o liendres, adhiriéndolas al tallo piloso o la porción del cabello que sobresale del cuero cabelludo.

Las liendres miden en promedio ½ de milímetro, son ovoides, color entre grisáceo y marrón; cuando contienen al embrión o futuro piojo, truenan si se les presiona. Eclosionan (romperse el huevo para que emerja la cría) entre 4-14 días después de haber sido puestos, y de ellos sale el primer estadio de desarrollo de una ninfa o piojo inmaduro. 

*φθειρ = phtheír significa “piojo” en griego antiguo; φθειρίᾱσις = phtheiríasis era morbus pedicularis o estar parasitado con piojos.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 16 de noviembre de 2023.

Categoría: ciencia, patrimoniales

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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