¿Qué es una anécdota?
Una anécdota es “una narración o relato corto de un hecho interesante y entretenido, sobre incidentes curiosos de la vida de una persona», y caracterizada por su particular interés; “hechos o historias secretas sobre la vida de una persona no publicadas”. La palabra anécdota es un sustantivo femenino que llegó al castellano, quizá del francés anecdote, pero proviene del griego antiguo. Y Anecdótico es un adjetivo que significa “perteneciente o relativo a la anécdota”, con el sufijo -ico, que indica ‘característico de’ o ‘de’, como en las palabras: acuático, físico, químico, cómico, prismático. Del latín -icus, ‘de’, como en medicus (de o lo referente a la medicina o la curación), modificus (de lo hecho con orden, medido), mysticus (de o vinculado a lo secreto, misterioso, místico).
‘Anécdota’ en diccionarios de la lengua española
El término anécdota aparece a finales de siglo XVIII (año 1791) en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), con el significado de: “Especie, o particularidad no publicada, ó poco divulgada”. Hago la aclaración que en este caso, la palabra ‘especie’ está escrita con el significado de ‘caso’, ‘suceso’, ‘asunto’, ‘negocio’, ‘noticia’, ‘tema’.
La misma RAE, en 1817 dice: Anécdota: “Noticia, novedad, ocurrencia (algo que ocurrió o sucedió) ignorada antes. Es una voz nueva tomada del griego, y propiamente significa «lo que todavía no se ha divulgado”.
Etimología del término ‘anécdota’
Anecdote en francés, como adjetivo, se documenta en el año 1654 y como sustantivo en 1685. Procede del latín medieval anecdota, del plural griego ἀνέκδοτα = anékdota, “cosas no publicadas o no divulgadas”, «cosas inéditas»; término utilizado por Procopio de Cesarea (Procopius Caesarensis en latín, Palestina, ¿499-565 d. C.?), prominente historiador bizantino de la Antigüedad tardía. La obra Ἀνέκδοτα (Anékdota), que se traduce como “Memorias no publicadas”, “Historia secreta”, “Historia Arcana”. Dicha obra se llama Ἀπόκρυφη Ἱστορία o Apókryphe Historía, en griego, es decir, “historia oculta y secreta de Justiniano y su esposa Teodora muy difícil de conocer”. Obra descubierta siglos después y publicada en Lyon, Francia en el año 1623.
La obra de Procopius de Caesarea que generalizó la palabra ‘anécdota’
Anékdota (escrita hacia el año 550), es una obra en la que Procopio hace cotilleos (chismes) sobre la vida privada de la corte bizantina (Constantinopla, Imperio Romano de Oriente, ahora Estambul), durante el reinado de Justiniano I El Grande (¿482-565? d. C.) y su esposa Teodora (¿500-548? d. C.), emperatriz desde 527, que tuvo enorme influencia en el gobierno de su esposo. De tal modo que la palabra anécdota comenzó a ganar popularidad en el siglo XVII, aunque el vocablo se usó desde la antigüedad con el escueto significado de «algún hecho no divulgado».
Estructura del término ἀνέκδοτος = anékdotos
Como ya lo mencioné, el nombre de la obra (Anékdota) fue tomado del griego antiguo ἀνέκδοτα = anékdota, ἀνέκδοτος = anékdotos, que significa ‘lo que se mantiene en secreto’, ‘lo que no se publica’, ‘lo que no se hace del dominio público’.
Términos formados por: a) el prefijo άν- (án-), que indica ‘privación’, ‘falta de’ ‘no’ (como en el neologismo ‘anaerobio‘), más b) έκδοτος (ékdotos) que quiere decir ‘que ha sido repartido’, ‘entregado’, un adjetivo verbal que deriva de έκδιδόναι (ekdidónai), que significa ‘dar a conocer’, ‘hacer pública una cosa’, verbo formado por έκ(ς)- = ék(s)- (fuera, de dentro hacia fuera) y -διδοναι = didonai (dar). Enfatizando: anékdota (anécdota) es “lo que no (an-) se ha dado a conocer (-ekdidónai).
Todos tenemos una anécdota qué contar
¿Cuántos detalles o incidentes a lo largo de nuestra vida merecen llamarse anécdotas? Sin duda, muchos, y más cuanto ganamos años de existencia. Por eso es común escuchar la frase: “a ver tío, ya que estás aquí, cuéntanos una de tus anécdotas”. O «a ver abuelo, confiésame tus anécdotas de juventud» ¡Oh!
Vínculos indoeuropeos
Si se atiende al más remoto origen de estos términos, entonces podemos concluir que se relacionan con palabras como: antídoto, dosis, dato, donar, dotar, dote, Teodoro (regalo de Dios), Isidoro (regalo de Isis), Heliodoro (regalo del Sol) y muchos más; debido a que todas estas voces se vinculan a la raíz indoeuropea *dō-, dǝ-, también dō-u-, dǝu-, du-, con el significado de “dar”. También asociada a los vocablos latinos: do, dare (dar); datio, dationis (entrega, donación); dativus (dativo); dator (dador, el que da, el esclavo que daba la pelota al jugador); datum (obsequio, don); dono, donare (regalar, donar); donativum (donativo repartido entre los soldados); datatim (mutuamente). En antiguo griego: δῶρον = doron (regalo), y su futuro δώσω =dóso, de donde deriva los nombres personales arriba mencionados.
Relación εκδίδωμι (-ekdídomi) – ἀνέκδοτος (anékdotos) o «la muchacha que no está comprometida en matrimonio»
Como dato curioso, debe señalarse que durante la antigüedad griega llamaban también ἀνέκδοτος, ον (anékdotos, on) a la muchacha casadera que no estaba comprometida o que no había sido dada en matrimonio, del mismo modo que significó aquello que no se ha dado para que salga a la luz pública, no publicado. Ya que anékdotos, en este caso deriva del verbo εκδίδωμι = ekdídomi, que quiere decir “rendir cuentas de algo retenido”, “publicar una historia”, “cuando alguien libera a sus enemigos retenidos», “liberar un esclavo” y muchas otras cosas, pero también, “dar o donar una hija en matrimonio”, es decir, «liberarla para que contraiga nupcias». Pero como lleva el prefijo an- (no), entonces se interpreta como «la muchacha todavía no liberada».
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 31 de mayo de 2021.