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riesgo, factor de riesgo, aversión al riesgo

Dediniciones de riesgo, factor de riesgo, aversión al riesgo…

1- Riesgo: es la probabilidad de daño o de tener un fracaso, pérdida, deterioro. Un peligro, una amenaza; la contingencia o posibilidad de algo indeseado o una desgracia. 

Los drogadictos tienen el riesgo de contraer sida por el uso de jeringas contaminadas. Debo tomar en cuenta el riesgo en la compra de acciones. Ser obeso es un factor de riesgo de padecer diabetes tipo 2. El seguro de gastos médicos mayores es más caro en la medida que uno envejece, porque crecen los riesgos de enfermedades propias de la senescencia.

La prima de un seguro (de vida, médico, cambiario, de auto, etc.) la calculan las aseguradoras de acuerdo al grado de riesgo asegurado y aparece estipulada en la póliza.

2- Arriesgarse o correr el riesgo: Exponerse a un peligro, a tener un resultado negativo o sufrir un daño; exponerse a la probabilidad de sufrir un daño o una pérdida. Si faltas con frecuencia a tu trabajo, corres el riesgo de perderlo. El fumador corre el riesgo de padecer cáncer pulmonar.

3- A riesgo de: Afrontando cierto peligro con la posibilidad de que se presente una situación adversa o negativa. A riesgo de ahogarse cruzó el río crecido.

4- En medicina, factor* de riesgo —concepto que comenzó a usarse hacia 1906—  es una característica, conducta o condición que incrementa la posibilidad de contraer cierto daño o enfermedad. La aparición prematura de la primera menstruación o regla y la menopausia tardía son factores de riesgo para padecer cáncer de mama. La edad es un factor de riesgo para contraer cáncer de próstata; el 60% de casos sucede en hombres mayores de 65 años.

5- Aversión al riesgo —idea que se usa desde 1942—  “es la actitud de rechazo que experimenta un inversor ante el riesgo financiero, en concreto ante la posibilidad de sufrir pérdidas en el valor de sus activos” https://www.eleconomista.es/diccionario-de-economia/aversion-al-riesgo

*Factor, en este caso —puede tener otros significados o sentidos— significa “causa que actúa o contribuye, junto con otras, a producir un determinado resultado”. Factor deriva del latín factor, factōris, “el que hace”; de factus, “hecho”, “acción”, participio pasivo del verbo facere, “hacer”, “producir”, “ejecutar”. Relacionado con la raíz indoeuropea *dhē-2 (“colocar”, “poner”). También asociada a palabras griegas y latinas como: tema, hipótesis, afección, afecto, edificio, fácil,  factura, familia, fax, estupefacción, estética, paréntesis, sacrificio chofer, fechoría y muchas muchas más.

**Aversión viene del latín aversio, -ōnis que significa “aversión”, “alejamiento”, del verbo averto, avertere “desviar”, “retirar”, “apartar”, “alejar”. De ā- (variante del prefijo ab- que indica “lejos”, “fuera”) más verto, vertere, apartar, desviar, dar vueltas, de donde los términos vértigo, vértebra y otros. Entonces “aversión” es algo así como “retirarse para estar lejos de algo o alguien”.

Un anuncio en la estructura de un faro advierte del riesgo o peligro al caminar por ahí, cuando el piso está mojado. Autor: Dori. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Milwaukee_Harbor_sign_5892.jpg

ETIMOLOGÍA DEL TÉRMINO RIESGO

La tesis más aceptada entre los latinistas considera que el origen del vocablo “riesgo” se relaciona con la idea de andar peligrosamente sobre riscos o peñascos altos y escarpado

La palabra “riesgo”, que Nebrija (1495) dice que significa conflictus (choque de una cosa con otra), certamen (desafío, combate, disputa, controversia) deriva del vocablo bajomedieval (siglos XIII-XV) riesco (término documentado desde el siglo XIII) y que significa “risco” o ‘un peñasco escarpado y alto que representa un peligro para andar por él’. Así que “riesgo” es una palabra que da la idea de la inseguridad que resulta de transitar sobre riscos, o el peligro de un buque que se aproxima a un peñasco o escollo. El diccionario de Oudin de 1607 también dice que “riesgo significa combate, conflicto”.

“Riesgo”, “risco”, “riesco” son derivados del latín vulgar *resecu, *resecum, *risicare (términos hipotéticos con la idea de algo que corta o que parte —como los riscos—, rocas peligrosas, riesgo en el mar para las embarcaciones). Del verbo rĕsĕco y su infinitivo resecare (cortar, partir, dividir, contener, detener, poner término a algo), formado por el prefijo re- que en este caso lleva la idea de “algo que actúa contra”; más el verbo sĕco, secāre, que quiere decir ‘cortar’, ‘rebanar’, ‘dividir’, ‘tajar’, ‘amputar’, ‘separar’, ‘poner en rebanadas’; de donde también el término “sexo”, porque separa a las hembras de los machos. Francés risque, italiano risico, risco, inglés risk.

En síntesis, “riesgo” proviene de “risco”, de la forma antigua riesco (desde el siglo XIII), a su vez de *risecu, *risicare; de rĕsĕco, resecare; (de re- más el verbo secāre). Voces asociadas a la raíz indoeuropea *sē̆k-2 (cortar), también asociada a palabras latinas como: sĕcīvus, a, um, (cortado o cortar con el cuchillo de los sacrificios); segmen (parcela, pedazo), segmentum (trozo, cortadura, de donde la palabra ‘segmento’; probablemente también en lituano į-sē̆kti (enterrar, incrustar); en antiguo eslavo sěšti (cortar), etc. Véase la entrada “sexo”.

“Riesgo” en castellano desde el siglo XVI

El término “riesgo” se documenta en español desde mediados del siglo XVI con el significado original de “peligro”, aunque en la Edad Media ya existía, pero con el sentido de “contradicción”, “lucha”. En antiguo catalán era reec y en occitano antiguo resegue, ambos vocablos documentados desde el siglo XIII. Nuestro término “riesgo” equivale a Risiko en alemán, risk en inglés, tomado del francés risque, del italiano risco, risìco, ahora rischio.

Arriesgar, arriesgado, arriscado, riscal, derriscar…

Arriesgar (atreverse, decidirse, lanzarse), documentado en castellano a principios del siglo XVII. Su forma arcaica era arriscar (siglo XV), que dio origen a nuestro adjetivo arriscado (rocoso, escarpado, con abundantes riscos; también atrevido, valiente, resuelto). Riscal (lugar donde abundan los riscos) del siglo XIII y derriscar (limpiar, desmontar) son otros derivados. 

Otros proponen que “riesgo” tiene orígenes árabes, a través del griego medieval o bizantino

Algunos diccionarios anglosajones sostienen que risk (en inglés) es una palabra de origen dudoso. Otros, como el American Heritage (AH) on line, y el de Ernest Klein de 1971. El AH propone una etimología totalmente distinta: Acepta que risk llegó al inglés del francés risque, a su vez del italiano rischio, pero no del latín, sino quizá del griego medieval ριζικóν = rizikon (sustento que obtiene un soldado por su propia cuenta, fortuna, oportunidad, destino); del árabe rizk (subsistencia que Dios asigna, sustento), del siriaco rusikā (el pan de cada día), del iranio medio rōčig, de rōč, (día), finalmente del iranio antiguo *raučah- (no atestiguado). Quizá relacionado con la raíz indoeuropea *leuk- (luz). Véase. 

COLOFÓN

Riscus, risicus se atestigua en Du Cange (http://ducange.enc.sorbonne.fr/risicus), donde aparecen pasajes que hablan de riscus, risicus, y menciona el término griego ρίζιϰóν arriba mencionado. Así que a lo mejor la propuesta del AH es la acertada. Dejo al lector la tarea de que, si es de su interés, ahonde en el tema. De cualquier modo, debemos quedarnos con la idea de que el origen de la voz “riesgo” no está muy claro. El Diccionario de la Lengua Española se decanta por la primera explicación y dice: Riesgo. “Del antiguo riesco ‘riesco’, por el peligro que suponen”. 

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 17 de diciembre de 2024.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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