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paréntesis, signo ortográfico doble

¿Qué es un paréntesis?

Hay tres significados principales de «paréntesis»:

A) Una oración o frase accesoria o incidental sin enlace necesario con los demás miembros del enunciado, cuyo sentido interrumpe pero no altera. 

B) El signo ortográfico doble ( ) que delimita las unidades lingüísticas insertadas incidentalmente en un mensaje y aquellas con una función complementaria o aclaratoria, como fechas, lugares o acotaciones teatrales (DLE 2021). Es doble, porque se coloca uno a la izquierda, el paréntesis de apertura o el que abre, y uno a la derecha, el p. de cierre. También se usan en lógica, informática, etc.

Si digo, por ejemplo: “los dípteros (jejenes, moscas, mosquitos, tábanos) son insectos holometábolos”. Al anotar jejenes, moscas, mosquitos, tábanos entre paréntesis, no altero o interrumpo el sentido de lo que afirmo, pero en cambio, refuerzo el mensaje para que sea más entendible por el lector.

C) En sentido figurado, cualquier interrupción o suspensión. Por ejemplo, durante una conferencia sobre cualquier tema científico de interés, el expositor puede decir: “abro un paréntesis para decirles que la clausura será a la 3 pm”, y después proseguir con su presentación. O también, en una charla prolongada, se puede “hacer un paréntesis”, como un tiempo de descanso.

De una manera muy general, en álgebra y aritmética los paréntesis se utilizan para indicar que las operaciones contenidas en ellos, tienen prioridad  ante las demás, o también para indicar que lo que está dentro de ellos debe considerarse como un todo. También se usan en temas avanzados de cálculo, trigonometría, geometría analítica, etc.

Etimología del vocablo paréntesis

La palabra paréntesis proviene del latín tardío y medieval părenthĕsis, con el significado de “paréntesis”, “acción o efecto de poner algo entre cosas”, “una interposición o intercalación de letras o palabras”. Término que fue tomado del griego antiguo παρένθεσις (parénthesis), “acción de intercalar”; en retórica, “inserción de una letra en una palabra”, «lo que se pone o agrega a un lado”, del verbo  παρεντιθέναι (parentithénai), “poner a un lado”, a su vez de: a) παρα– (para-), “al lado, a lo largo de”, como en la palabra griega παράσῑτος (parásitos), ‘parásito’, “el que come en la mesa de otro”; más b) ἑντιθέναι (entithénai), “poner en”; de ἑν (en) + τιθέναι (tithénai), “poner”.

Heródoto (siglo V a. de C.) usó el vocablo παρενθήκη (parenthéke) para referirse a “algo que se coloca a un lado”, “un agregado”, “un apéndice”; “trabajo que se emprende para completar o finalizar otro”.

Como podemos ver, παρένθεσις > părenthĕsis, es palabra que se utilizó primero (hace unos 2500 años) para denominar a lo que se agrega o intercala y sólo después, en algún momento de la Edad Moderna (siglos XV-XVIII), se aplicó también a los signos ().

En el párrafo anterior, “hace unos 2500 años” y “siglos XV-XVIII” son ejemplos de ‘interposición de letras o palabras’ que interrumpen, pero no alteran el mensaje, el primer significado del sustantivo “paréntesis”; mientras que los signos ortográficos () son la segunda acepción.

Comentarios finales

Los signos ortográficos, como el punto, los dos puntos, punto y coma, comillas, interrogación, admiración y otros, son en realidad de creación reciente. Ya que los escritos de la Antigüedad grecorromana, se caracterizaron por el uso de sólo palabras mayúsculas y la ausencia, o más bien casi ausencia de espacios y signos que facilitaran la lectura y la comprensión de los textos; (en latín, ‘Scriptio continua’, «Escritura continua») por lo que entender su contenido requería normalmente leerlos varias veces. Hasta donde se sabe, la inscripción griega más vieja es un grafito (escrito a mano en un monumento) micénico de la isla de Ischia datado hacia el año 700 a. C. 

Un trozo del Codex Sinaiticus escrito en griego, modalidad scriptio continua. Nótese que no existen espacios entre las palabras, y se usan mayúsculas solamente. El C. Sinaiticus fue escrito en el siglo IV a. C. y encontrado el año 1844. Se trata de un pasaje del libro de Ester, 2:3-8, en versión griega. Quizá escrito en el siglo V a. C., por un autor judío de identidad incierta. Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=37010

Aristófanes de Bizancio (¿275-180? a. C.), gran literato y escritor de la época helénica, que para el año ― 200 era el encargado de la biblioteca de Alejandría, ante los miles de manuscritos contenidos en ella, hizo el intento de utilizar un sistema de puntuación, que facilitara la comprensión de su lectura. Algo semejante intentaron luego los romanos y durante la Edad Media, pero ese es un tema que por ahora no voy a abordar.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 23 de agosto de 2021.

Categoría: breves, cultismos

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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