ciencia, varios
Dejar un comentario

Eustaquio, Eustacio, T. de Eustaquio

Eustaquio y Eustacio son dos nombres propios de persona

Eustaquio y Eustacio son dos nombres propios de persona que tienen su origen en el griego postclásico o helenístico: Εὔσταχυς (Eústachys) “Eustaquio” y  Εὐστάθιος (Eustathios) “Eustacio”, por cierto no tan comunes en español como Pedro, Juan, Roberto, Rubén, Carlos, Luis, etc.

La verdad es que ambos nombres, Eustaquio y Eustacio, se entremezclaban durante la Antigüedad y la Edad Media. Aunque etimológicamente tienen distinto significado.

Εὔσταχυς pasó al latín tardío como Eustăchĭus (San Eustaquio citado por Isidoro de Sevilla siglos VI-VII) y Εὐστάθιος como Eustăthĭus, mencionado por el historiador romanos Amiano Marcelino del siglo IV.

Εὔ

Tanto Eústachys como Eustatius llevan el prefijo griego Εὔ- (Eu-) que indica ‘normalidad’, ‘bien’, ‘condición deseable u óptima’, como en las palabras eutanasia (muerte tranquila), eutocia (parto normal), Eufrasia (dichosa), Eugenio (el bien nacido), Eutimio (de buen espíritu, generoso).

Eustaquio

Sólo que Eustaquio lleva el término griego στάΧυς (stáchys) que significa ‘espiga de cereal’ (spica en latín), como Spica Virginis, la estrella Alpha de la constelación Virgo. Luego entonces, Εὔσταχυς (Eustaquio) significa “con abundancia (eu-) en granos”, algo así como “buena cosecha”. En latín  fecundus, abundante, fecundo, fructuoso.

Eustacio

En cambio, Εὐστάθιος (Eustáthios, latinizado Eustăthĭus), conserva el componente Εὔ- (bien, bueno), pero unido a -στάθιος (-státhios, sustentado, construido, establecido). Por lo tanto, Εὐστάθιος (Eustacio) se interpreta como “aquel que está bien, que goza de fortaleza”.

Εὐστάθιος procede del término εὐστᾰθής, eustathés  (desde Homero) que significa: bien construido, estable, con el cuerpo sano; por extensión, tiempo estable y sereno, quietud; del verbo ἵμτημι = histemi, que en general significa “hacer un alto o una pausa”, “pararse”, “ponerse de pie”, “colocar”, “fijar”, “establecer”, “instituir”, “permanecer”. Este verbo lo cita muchas veces Homero, así como Platón, Sófocles, Tucídides, Polibio, Demóstenes, Aristófanes, etc.

Hístemi equivale en latín a constans, constantis (consistente, constante, firme, fiel, perseverante) de donde proceden los nombres Constantia (femenino) y Constantinus (masculino).

Vínculo indoeuropeo de hístemi

El término ἴστημι o histemi, ‘permanecer’, ‘estar parado’, se relaciona con raíz indoeuropea *sta- (permanecer de pie), con una gran cantidad de relaciones en muchas lenguas y una infinidad de palabras españolas de origen griego y latino de uso común: histología, metástasis, sistema, próstata, obstetricia, sustancia, superstición, estatua, establo, instituto, destino, subsistencia, solsticio, estadio, etc.

San Eustaquio 

San Eustaquio nació en Roma, en el siglo I d. C., y falleció en el 118 (siglo II), bajo la persecución del emperador Adriano (76-138). Es representado con un crucifijo, un ciervo y una hoguera, debido a que la tradición cuenta que cierta ocasión tuvo la visión de una cruz entre los cuernos de un ciervo. Por eso lo consideran como el santo patrón de los cazadores. 

Sobre su muerte, la narración dice que él, su esposa y sus hijos fueron introducidos en un Toro de Falaris (un espantoso instrumento metálico de tortura, que quizá se utilizó desde el siglo VI a. C.), donde murieron quemados porque él se negó a aceptar la adoración y culto a los dioses romanos del antiguo politeísmo, para entonces considerado paganismo.

Bartolomé Eustaquio

Bartolomé Eustaquio (Bartolomeo Eustachi, 1520-1574) fue un prominente anatomista italiano, profesor de La Sapienza di Roma. Publicó renum structura (La estructura del riñón), en la que describe sus variaciones anatómicas. En De auditus organis (Sobre el órgano del oído, 1562), explica con detalles la forma y estructura del conducto que lleva su nombre (Trompa de Eustaquio).

Antonio M. Vasalva acuña «trompa deEustaquio»

Debe aclararse que el nombre de esta estructura se lo dio en 1704 el anatomista, cirujano y profesor, también italiano, Antonio María Valsalva (1666-1723), en su «De aure humana tractatus” (un “Tratado sobre el oído humano”), en donde reconoció la división en oído externo, medio e interno. Valsalva profundizó los estudios sobre el oído. Asimismo, los senos de Valsalva son tres dilataciones pequeñas en la pared de la aorta ascendente, detrás de las tres tapas de la válvula aórtica semilunar.

La Trompa o Tubo de Eustaquio consiste en una estructura (35-45 mm de longitud, ⅔ de la porción fibrocartilaginosa y ⅓ a la ósea), y conecta al oído medio con la nasofaringe; normalmente está cerrada en la faringe media. Pero durante la deglución y el bostezo, se abre, permitiendo al aire entrar o salir del oído medio, hasta que su presión se iguala a la atmosférica. Cuando uno viaja en auto y el camino se eleva, truenan los oídos, debido al descenso de la presión barométrica. En avión no sucede, porque su interior va presurizado. 

El tubo de Eustaquio es un medio por el cual bacterias o virus patógenos llegan desde la nariz y faringe al oído medio, ocasionando la otitis media aguda (que a veces se vuelve crónica), la infección más común en los oídos. 

El oído medio, donde se muestra la salida de la Trompa de Eustaquio. Fuente
File:Blausen_0330_EarAnatomy_MiddleEar.png. Autor
BruceBlaus. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Blausen_0330_EarAnatomy_MiddleEar_-_Espa%C3%B1ol.png

Eustacio de Antioquía

Eustacio de Antioquía del siglo IV fue un escritor griego cristiano. En el año 324 fue nombrado obispo de Antioquía. Tuvo mucho que ver con la controversia arriana (el arrianismo negaba la divinidad de Cristo) y en el Concilio de Nicea. El emperador Constantino lo desterró en 330 d. C. 

Eso fue en el siglo IV, pero unos 800 años después, vivió otro personaje llamado Eustacio de Tesalónica (¿1125-1195?), quien fue un obispo erudito bizantino. Quien hizo estudios sobre filología clásica y escribió sus Comentarios a los poemas homéricos, así como el Comentario a Píndaro.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 21 de noviembre de 2023.

Categoría: ciencia, varios

por

Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *