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axila

El término ‘axila’ aplicado al hombre, los animales y las plantas

La axila es la fosa, hueco o concavidad que se encuentra debajo de la unión del brazo con el hombro. El término también se aplica para la parte inferior del arranque del ala en un ave. En los animales cuadrúpedos, el hueco donde el miembro anterior se une al hombro. 

En las plantas, se llama axila al fondo del ángulo superior que forma una hoja o una bráctea (hoja modificada que nace del pedúnculo floral), con el eje del tallo o de una rama. En dicho punto se desarrollan las yemas florales (que desarrollan una flor) o rameales (de donde se forma una rama). 

Ya desde la antigüedad romana, la palabra axila (āxilla) tenía esos y otros significados que enseguida mencionaré.

axila o sobaco 

Volviendo al uso del término en la especie humana, la axila también se llama ‘sobaco’ —por cierto de etimología no muy clara—, un término, diría yo, un poco más “tosco” y “feo” y de más poco uso. Sobaco como que suena más machorro (perdón por el término), machote, sudoroso, peludo. En cambio, axila es una palabra más grácil, más delicada. De cualquier manera pueden usarse las dos formas, tanto referidas a la mujer como al hombre.

Origen del término ‘axila’

La palabra axila deriva del latín tardío āxilla (un diminutivo —alita— de āla: ‘ala’, después ‘brazo’), quizáquizá de la forma arcaica no atestiguada *axla y la raíz indoeuropea *aks- (eje). El diminutivo *axĕlla, ascella es una variante tardía y vulgar, que se lee en San Isidoro de Sevilla (siglos VII-VIII) como “ascella locus sub brachio” (axila, el espacio debajo del brazo). En su Libro 11, 1, 65 escribió …”Si se descubre que una mujer es pendenciera y maldice, la atarán con una cuerda debajo de las ascellas (entiéndase axilas) y la arrojarán al agua tres veces”. 

De ascella derivan: axila (español y portugués), aisselle, asaile ‘debajo del brazo’ (en francés desde el siglo XII), ascelle (italiano), Achsel (alemán).

āxilla es un diminutivo de āla

Como ya lo mencioné, āxilla es diminutivo de āla, por lo tanto, significa literalmente “alita”. Es por eso que debo explicar con más detalle lo relacionado con āla.

Para comenzar, debe señalarse que existen varias palabras en latín, que están estrechamente relacionadas y que tienen como origen común a la raíz indoeuropea *aks- Pokorny *aġ- (eje): axis (eje), āla (ala) y su diminutivo āxilla (axila, sobaco).

Raíz indoeuropea *aks- (eje)

La misma raíz IE *aks- (eje) se asocia también a palabras como: áksa (sánscrito ‘eje’); ahsa (antiguo alto alemán ‘eje’); ἄξων = áxōn y ἅμαξα = amaxa (griego antiguo ‘axón y ‘carro de cuatro ruedas’); eax (antiguo inglés ‘eje’), etc.

De manera que en latín coexistieron en aquellos tiempos āla, axis, āxilla, etc., que guardan una estrecha relación lingüística.

El término “āla» y su forma arcaica *axla, significa desde la antigüedad romana: ‘ala’, ‘parte superior del brazo y su unión con el hombro o la espalda’; ‘la cavidad del sobaco’ y la región equivalente en los animales, ‘la cavidad donde se une la rama con el tronco principal de los árboles’, ‘ala de un edificio’, ‘la aleta de un pez’, ‘grupo de gente a caballo’. Alarum vitia “el hedor de las axilas o sobacos” (Plinio). Tardare alas fati “suspender el vuelo de la muerte” (Horacio). Como puede verse, āla significa ‘ala’, pero al mismo tiempo ‘sobaco’ o ‘axila’, ‘axila en los vegetales’, ‘articulación del hombro’, etc.

Según el lingüista Michiel Vaan p. 66: “āla, sus derivados  y su diminutivo āxilla (axila) provienen de axis (eje)». Después de todo, la axila puede concebirse como un “eje» que permite la gran movilidad de la articulación escápulo-humeral o del hombro, en los humanos. La más móvil. Considero útil que el lector lea mi artículo “ala” para que tenga una mejor panorámica sobre este tema.

Diminutivo -ila, -illa del latín -ella

El diminutivo -ila, -illa (pequeña) de sustantivos como: guerra de guerrilla; sombrilla de sombra; cerilla de cera, es un sufijo que deriva del latín -ella, el femenino de -ellus (pequeño), como en la antigua palabra opella (pequeña ocupación), de ŏpĕra (esfuerzo, trabajo, actividad), de ŏpus (trabajo, obra).

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 16 de septiembre de 2023.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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