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asno, burro, borrico, jumento, pollino

Asno, animal perisodáctilo

Un asno es un mamífero (clase Mammalia) orden de los perisodáctilos (Perissodactyla), familia de los équidos (Equidae), género Equus, la especie doméstica es Equus africanus asinus (L. 1758), cuya alzada (altura a la cruz, es decir, la parte más alta del lomo, es menor a la del caballo doméstico (Equus ferus caballus L. 1758). Existen diversos sinónimos de asno: burro, borrico, jumento, pollino (que se refiere sobre todo a un ‘asno joven’). 

File:Donkey in Clovelly, North Devon, England.jpg
Fotografía tomada el 12 de julio de 2004 por Adrian Pingstone, de un burro en Clovelly, al norte del Condado de Devosn, Inglaterra. (https://en.wikipedia.org/wiki/Donkey#/media/File:Donkey_in_Clovelly,_North_Devon,_England.jpg). Copiada a este sitio el 31 de octubre de 2020.

Origen no indoeuropeo del término asno

La palabra asno no es de origen indoeuropeo, pues esos pueblos milenarios no los conocían, ya que son animales oriundos de las regiones secas del norte de África, cuya domesticación tuvo lugar muy probablemente en Egipto, hacia los milenios V-IV a. C., quizá antes que el caballo en Asia Central. Los burros silvestres o salvajes habitan solo en Etiopía y Somalia. El asno doméstico ha sido históricamente más común en el sur de Asia y de Europa y el norte de África. Aunque se sabe que hoy China es uno de los países con mayor población de estos équidos. Según los historiadores, Cristóbal Colón (h. 1451-1506) lo trajo a América en el año 1493.

Un asno en una pintura egipcia, probablemente entre 1298-1235 a.C. Copiada el 31 de octubre de 2020 para este sitio, de https://en.wikipedia.org/wiki/Donkey#/media/File:Maler_der_Grabkammer_des_Panehsi_001.jpg

Procedencia latina de la palabra asno

Asno deriva del latín ăsĭnus (femenino ăsĭna), ‘asno’ documentado en la obra De Agricultura de Marco Porcio Catón o Catón el Viejo (234-149 a.C.), y en sentido figurado, los escritores romanos Plauto, Tertuliano y Cicerón llamaron ăsĭnus a ‘un hombre estúpido, bobalicón, torpe y falto de inteligencia’, debido a que la gente de la antigüedad grecorromana comparaba la rapidez, vivacidad y agilidad de un caballo, con la relativa lentitud y torpeza de un asno, que lo consideraban como “un caballo pequeño”, con color más grisáceo y opaco. Así que desde aquellos días ya existían las personas burras por su torpeza y escaso entendimiento ¡Quién lo diría!

Los griegos

Pero debe asimismo mencionarse que los griegos de la antigüedad llamaban al asno ὂνος (onos) y también lo relacionaron con gente terca y estúpida. En la Ilíada de Homero (hacia el siglo VIII a. C.) donde se narra la Guerra de Troya, al héroe mitológico griego Áyax (Αἴας Aías) lo llaman asno (onos) al comparar su terquedad con la de un burro. Otro autor griego escribe ὂνος ἴται (onos itai), es decir ‘un asno en la lluvia’ en referencia de gente obstinada y estúpida que dice tercamente no sentir o no afectarse por nada. Debe recordarse que en griego antiguo ύετόϛ (yetós) significa lluvia, de donde se formó el tecnicismo isoyeta o línea que une en un mapa lugares con la misma precipitación anual.

El origen incierto del vocablo ăsĭnus

Sobre el origen de ăsĭnus, no hay nada claro. Algunos opinan que podría ser un vocablo de procedencia semítica, tal vez del hebreo (asina). El lingüista de Vaan (p. 57) propone que podría derivar de la lengua luvita (hoy extinta, hablada en la región de Anatolia, ahora Turquía hace muchos siglos) *tarkasna- (asno) o del idioma sumerio (del Medio Oriente, región sur de Mesopotamia) anšu (asno), de donde también pudo haber surgido ὂνος (onos) ‘asno’ en griego antiguo, recién mencionado arriba. Como prueba del origen común de la voz asno, podemos citar su escritura en otras lenguas: asino (italiano), asno (portugués), ose (catalán), asilus (gótico), åsna (sueco), ocëm (ruso) ass (inglés, además de donkey*, cuya etimología es incierta), Esel, en alemán, que lo tomó del latín asellus diminutivo de ăsĭnus.

*Donkey, en inglés significa: a) asno doméstico, b) desde 1874 es el emblema del Partido Demócrata de los Estados Unidos, c) una persona estúpida y obstinada, d) cierta herramienta de carpintería. La palabra donkey se documenta en inglés hacia 1755-1785, y su origen no es bien conocido. Algunos suponen que procede de una forma cariñosa de Duncan, un nombre (a veces también apellido) personal masculino, quizás derivado de dun, (opaco, color café-grisáceo).

Burro

Burro en cambio, proviene de borrico, a su vez del latín vulgar tardío burrīcus o burrichus, que significa “caballo pequeño”. Según parece deriva del nombre de un tipo de caballo de baja alzada (parecido a un caballo poni), que tenían los Burios (Būri, orum en su forma latinizada), un pueblo de Germania citado por el escritor e historiador romano Tácito (55-120 d.C.) en su obra De origine et situ Germanorum (Sobre el origen y lugar de Germania) escrita hacia el año 98 d.C.

Jumento

Jumento, otro nombre que también recibe el burro o asno, procede del latín iumentum o jumentum (bestia de carga, de tiro o de tracción, jumento), del verbo iungo, iungere (enganchar, unir, juntar). Algunos términos relacionados con iungo: 1) iugum (yugo, junta, tiro y por extensión, servidumbre, porque se consideraban como personas para cargar o estirar, hacer algún esfuerzo), 2) iugulum (garganta, clavícula de donde proviene el vocablo yugular), 3) iugis (continuo, junto). Todos son términos relacionados con la raíz indoeuropea *yeug- (unir). El alfabeto romano de la antigüedad no tenía la letra ‘j’, nada más la ‘i’, sin embargo, en diversos diccionarios modernos latín-español, estas palabras se anotan con ‘j’. Por eso, podemos ver en ellos jumentum en lugar de iumentum, jugum en vez de iugum, etc. La transformación de la ‘i’ latina antigua en ‘j’ es un proceso posterior que podemos leer en este enlace.

Pollino

Al asno joven lo llaman pollino, palabra que viene del adjetivo latíno pullinus (animal pequeño o joven,  insecto pequeño). Por ejemplo Plinio el Viejo escribió pullini dentes o dientes de leche de un potro; a su vez, pullinus procede de pullus (‘cría de un animal’, ‘todo lo pequeño’, de donde procede la palabra pollo). Aunque existen dos palabras latinas homógrafas: pullus (obscuro, negruzco, de duelo) y pullus (diminutivo de purus, ‘sin mezcla, puro’).

Pollino de tres semanas en Kadzidłowo, al norte de Polonia. Foto tomada el 24 de agosto de 2007 por Lilly M. https://commons.wikimedia.org/wiki/User:Lilly_M

El burro es en realidad un animal manso, resistente al maltrato y a la fatiga, con requerimientos alimenticios no muy exigentes, pero algo sensible al frío. Tiene un pelaje entre pardo y gris, a menudo con una línea oscura en el cuello y el dorso, con una zona clara alrededor de los ojos, el vientre y debajo de la cabeza. Mientras que el caballo posee 6 vértebras lumbares, el asno sólo tiene 5. La cabeza y orejas relativamente más grandes, pero los cascos pequeños; y su peculiar rebuzno, en contraposición del relincho de su primo, el caballo. Su leche es nutritiva y antes se la daban a los niños. Mi madre me contaba que yo o alguno de mis hermanos alcanzamos o llegamos a tomarla por los años 1940s.

Se estima que actualmente existen algo más de 40 millones de asnos en el mundo, el 96% en países pobres y en desarrollo.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 21 de julio de 2020.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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