patrimoniales, varios
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abogado, el que intercede

Definición de ‘abogado’

Un abogado es ‘el que defiende la causa de otro(s)’. Un profesional dedicado a defender en juicio los derechos de los litigantes y también aconsejar sobre las cuestiones jurídicas que se le consultan.

Si tengo problemas de salud, llamo o acudo al médico; si mi auto no funciona bien, llamo a un experto en mecánica automotriz; si necesito asistencia jurídica, llamo a un abogado… de cuaquier manera, advocāre. Vamos a ver.

Etimología de ‘abogado’

La palabra ‘abogado’ es patrimonial porque en latín clásico existía como advocatus* y terminó en el español tomando la forma actual. Tiene el significado de “alguien a quien, por ser letrado e ingenioso, se le convoca o llama para representar a los litigantes ante un tribunal”. Deriva de advŏcātus (el que asiste con su consejo), participio pasado del verbo advocāre (‘llamar’, ‘convocar’, ‘citar a’) de ad- más vŏco, vocāre (llamar, llamar a alguien para que se venga).

*Advocatus, “el que auxilia con su consejo”, »aquel que intercede o asiste a alguien en la justicia, con su consejo, presencia o de cualquier otro modo’’, “lo propio de los jurisconsultos”, “un mediador”, “asistente legal, consejero”, “la persona que es llamada para que ayude”. Ya en la época del imperio romano, ‘defensor’, ‘abogado defensor’.

Advocatus a su vez procede del verbo advŏco, infinitivo advocarē*, “hacer venir”, “citar como testigo” o a veces como defensor, “apelar para resolver alguna cuestión”, “llamar a alguien para que auxilie”, “convocar a una asamblea”. En los tiempos del Imperio romano (siglos I-V d. C.), “apelar a un abogado o letrado”. Causis quibus advocamur (Quintiliano): ‘causas que mandamos apelar a su defensa’. Advocarē también significó “invocar a los dioses contra alguien”, “implorar”,  “apelar a la imaginación”.

El prefijo ad-

Ad- es un prefijo latino que indica ‘tendencia o dirección’, ‘a’, ‘hacia’ (pronus ad iram, ‘tener inclinación a la ira’); ‘tiempo (ad idus, ‘por los días idus’); ‘finalidad’, ‘para’ (advocāre, ‘llamar para que asista en un problema legal’). Muchas palabras latinas de la antigüedad llevan este prefijo o preposición: adhuc (ad + huc) ‘hasta aquí’, ‘hasta ahora’, adaptare (ad + apto) ‘adaptar’, adhalare (ad + halo)  ‘echar el aliento’.

El verbo vŏco, vocāre

Vocāre significa ‘llamar’, ‘convocar’, ‘hacer venir a’. Algunas frases ilustran su significado:

Vocāre vulgo ad prandium (Cicerón): Invitar a una comida pública.

Vocāre in crimen (Cicerón): Acusar.

Tum cornix pluviam vocat (Virgilio): Entonces la corneja llama la lluvia con sus gritos.

Vox, vōcis

Por último, vocāre deriva de vox, vōcis, ‘la voz’, ‘el grito de los animales’, ‘el canto de los pájaros’, ‘la palabra’, etc. Vocablo relacionado con la raíz indoeuropea *u̯ekʷ- (hablar), también asociada, por ejemplo, con el griego antiguo έπος = épos (palabra), de donde derivan las palabras épico y epopeya (ἐποποιΐα). Los términos de uso común como: voz, vocablo, vocal, evocar, invocar, revocar, equivocación, vocabulario y otros, también se vinculan a esta raíz PIE.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 22 de diciembre de 2022.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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