Definiciones de bala, balón, pelota
Bala
Una bala es un proyectil metálico y pequeño que se usa en las armas ligeras.
Cualquier fardo apretado de mercancías
Balón
Fardo grande de mercancías.
Pelota grande de cuero, con una cámara de goma que se infla y se utiliza en varios juegos.
Recipiente para contener gases.
Pelota
Bola, por lo general pequeña hecha de un material elástico para que pueda rebotar, usada en juegos y deportes. Pelota de béisbol.
Balón de juegos y deportes.
Etimología de bala, balón y pelota
Aunque se trata de palabras muy comunes, existen algunos desacuerdos sobre su origen preciso. Si analizamos la evolución de cada una, podemos ver la participación de varias lenguas: latín y las romances derivadas: francés, italiano, occitano, catalán; así como germánico occidentales: franco, lombardo o longobardo. Un complicado entrecruzamiento de palabras, que sucedió desde la baja Edad Media, hasta más o menos el siglo XVI.
En los diccionarios españoles, “bala” y “pelota” ya aparecen en el de Antonio de Nebrija de 1495. Mientras que “balón” (bajo la forma “balon”) se encuentra 199 años después en el diccionario de Juan Palet de 1604.
BALA
Bala como fardo
El término ‘bala’, con el significado de ‘fardo apretado de mercaderías’, más o menos al finalizar el siglo XIII, deriva del francés balle con el mismo significado, a su vez del franco *balla (pelota). Relacionado con Ball en alemán y ball en inglés que significa ‘pelota’, ‘bala de arma de fuego’, ‘bola’, ‘balón’, ‘cualquier objeto esférico’, ‘globo’, incluso ‘planeta’ o ‘estrella’; que se asocian a la raíz indoeuropea *bhel- (hincharse, inflarse, extenderse).
Bala como proyectil de arma de fuego
La palabra bala (proyectil de arma de fuego), está documentada en español desde finales del siglo XVI. Es un derivado del italiano palla,(‘cosa redonda, pelota’) que tenía ya igual significado, pero que en origen se aplicaba para designar a una ‘pelota para jugar’. Se acepta que palla (actualmente significa en italiano ‘bola de nieve’, ‘pelota’) procede del longobardo, una lengua germánica occidental hablada por un pueblo que invadió Italia a mediados del siglo VI, de donde el nombre Lombardía, región al norte de Italia, en la frontera con Suiza.
En cambio, esta fuente (Dizionario Etimologico) relaciona el italiano palla con pello, pellere, un verbo que en latín significa ‘mover’, ‘poner en movimiento’ y con el antiguo griego βάλλειν (bállein), ‘lanzar’, ‘arrojar’, como en los términos ‘problema’, ‘diablo’ y ‘embolia’, pero con distinto origen indoeuropeo: *gʷel-2, *gʷelǝ-, *gʷlē- (lanzar, arrojar). Por allí hay otras explicaciones.
Bala – Bullet
Bala en inglés se dice bullet y proviene del antiguo francés boulette «bola o pelota pequeña”, diminutivo de boulet «alguna cosa que se lanza» de boule «pelota»; finalmente del latín bulla «un poco de algo, burbuja, como la que se forma al caer las gotas de lluvia, cabeza de un clavo», “bolita de oro que portaban los jóvenes de la nobleza hasta los 17 años”. Agrego esto sólo para evidenciar el intrincado origen de “bala”.
BALÓN
El Diccionario de la Lengua Española dice que ‘balón’ —término documentado desde finales del siglo XVI— es el aumentativo de ‘bala’, cuya posible procedencia ya expliqué arriba. También se puede decir que ‘balón’ es un derivado del italiano pallone, un aumentativo de palla (pelota, cosa redonda o esférica), como en giocare a pallone ‘jugar al fútbol’. La selección de Italia (la azzurra, ‘azul’) fue la primera en ganar dos Mundiales consecutivos: Su primer título fue en 1934 contra Checoslovaquia. Y en 1938 repitió su campeonato frente a Hungría.
PELOTA
La palabra ‘pelota’ (Nebrija 1495) viene del castellano medieval pellota (siglo XIII), del latín medieval pelota, pilota (en Du Cange, ‘pelota para jugar’), a su vez del latín clásico pĭla (bola, ovilla, pelota para juego, en sentido figurado, “globo terráqueo”), voz de origen no bien conocido, sin nexos indoeuropeos probables. Atestiguada en Cicerón, Plinio el Viejo, Varrón y otros escritores romanos. Claudus pilam “un cojo que intenta lanzar una pelota”, “una persona incapaz” (Gaffiot p. 1180).
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 10 de julio de 2023.