¿Qué es la crenoterapia?
La crenoterapia es una rama de la balneoterapia que consiste en el tratamiento curativo no farmacológico de diversas enfermedades, por ejemplo, del aparato digestivo, mediante las aguas minerales, cuyas propiedades medicinales se deben a sus cualidades físicas (como su temperatura), químicas y biológicas. No debe confundirse con la hidroterapia o uso externo del agua como elemento curativo, pero que no actúa a nivel metabólico.
La palabra «crenoterapia» es un neologismo formado por tres elementos griegos
A- Cren-, creno- del griego antiguo κρήνη = kréne, que desde los poemas homéricos aparece con el significado de “manantial”, “fuente”, equivalente al latín fons, fontis (‘manantial’; en sentido poético, ‘agua’ y ‘origen’;en sentido figurado); κρηνίδιον = krenídion es el diminutivo de κρήνη, fontĭcŭlus en latín.
B- Therap- terap- de θεραπεία = therapeíā —latinizado como therapīa— que quiere decir ‘tratamiento médico’, ‘recursos empleados para curar’’, ‘cuidado de un enfermo’; del verbo θεραπεύω = therapeúō, ‘yo doy un tratamiento médico’, θεραπειν = therapein ‘suministrar un medicamento’.
Con therapīa se han formado muchos neologismos: aromaterapia, balneoterapia, cromoterapia, hipnoterapia, psicoterapia, quimioterapia, fisioterapia, antibioticoterapia, radioterapia, talasoterapia y por supuesto, crenoterapia.
C- El sufijo griego de propiedad, estado, condición o cualidad -ια = -ia, latinizado -ia(m), como en las palabras ‘malaria’, ‘ictericia’, ‘flatulencia’ y ‘conciencia’.
Por lo tanto, “la crenoterapia es la condición o cualidad (-ia) de curar (-therap-) enfermedades mediante aguas minerales que brotan de un manantial (cren-, creno-)”.
Hippŏcrēnē de Ἱπποκρήνη
Hipocrene o “la fuente del caballo”, del latín clásico Hippŏcrēnē, una fuente en las faldas del monte Helicón, en Beocia, Grecia, citada por Ovidio. Era la fuente consagrada a las Musas, donde el caballo alado Pegaso (Πηγασος = Pêgasos), golpeando la montaña, la hizo brotar. Este nombre lo tomaron los romanos de la mitología griega Ἱπποκρήνη o Ἱππουκρήν (Hippocrēné o Hippoukréne), el nombre original de esta fuente.
El mito dice que en cierta ocasión, las nueve Musas compitieron con las nueve hijas de Piero ( Πίερος), precisamente en el monte Helicón. Cuando las hijas de Pierus comenzaron a cantar, todo se oscureció; en cambio, durante el canto de las Musas, el cielo, el mar y todos los ríos se detuvieron para escuchar, y Helicón se elevó hacia el cielo por su regocijo. Pero Poseidón ordenó al inmortal caballo alado Pegaso (una constelación boreal lleva su nombre) que detuviera dicho ascenso, y dándole una patada al monte, lo detuvo. Y de esta coz brotó Ἱπποκρήνη, desde entonces, la fuente que inspiraba a las Musas. Por eso, el poeta latino del siglo I d. C. Aulo Persio Flaco, llamó al manantial fons caballinus (la fuente del caballo). Bueno, esa parece ser la narración más aceptada, porque otros dicen que Pegaso coceó la montaña simplemente por sed.
Neologismos con kréne
El ácido crénico es un compuesto orgánico que según Berzelius (1779-1848) existe en el humus y en depósitos ocres de óxido de hierro hidratado y mezclado con arcilla.
Crenotrichaceae es una familia de bacterias, cuya especie Crenothrix polyspora suele encontrarse en los manantiales.
El uso del agua como recurso medicinal a través de la historia
No hay duda de que desde la Prehistoria el hombre ha intentado sanar algunas dolencias mediante la inmersión en el agua de mar, ríos, lagos y manantiales. Pero no sólo eso, sino que algunas religiones han considerado al agua como algo sagrado. Como muestra basta con citar el bautismo para limpiar nuestras almas del pecado original.
Algunos consideran que Grecia fue la primera cultura que usó el agua con fines claramente terapéuticos. Desde el siglo —V Hipócrates recomendó la balneoterapia para corregir algunos desajustes en los humores corporales.
Los romanos, sobre todo en el período imperial —que duró alrededor de 500 años— dieron gran importancia a las aguas termales, donde erigieron enormes construcciones que incluían gimnasios, con propósitos curativos y de higiene, así como lugares de relajación y recreo. Sin embargo, tras el derrumbe del Imperio Romano de Occidente (año 476), las famosas termas entraron en decadencia. Pero durante la Edad Media, los bizantinos y los árabes, mantuvieron el interés en esta forma de terapia.
Lectura sugerida
- María Teresa Ortega Maján. 2016. Efectos de la balneoterapia con aguas minero-medicinales sobre la salud. Tesis Doctoral. En línea.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 1 de noviembre de 2023.