¿Quién fue el Abraham bíblico?

Abraham, quien vivió al inicio del segundo milenio antes de Cristo (circa siglos XIX-XVIII a. C.) fue el primer patriarca hebreo y padre de la nación judía. Un personaje venerable en el judaísmo, cristianismo e islamismo. Según el libro bíblico del Génesis 17:1-8, Dios hizo un pacto con él, en el cual le dijo que ya no se llamaría Abram (אַבְרָם), sino Abraham (אַבְרָהָם), que significa “padre de muchedumbre de gentes” y que lo iba a multiplicar en gran manera, para hacer naciones y dar nacimiento a muchos reyes. Asimismo, lo llamó para que fundara una nueva nación en Canaán, entre Siria y Egipto.

Abraham es un nombre semítico occidental. Su primer nombre, Abram significa en hebreo antiguo (אַבְרָם) “padre supremo, “el padre es exaltado” (Génesis 11:26; 1 Crónicas 1:27) y Abraham en hebreo, אַבְרָהָם‎ (‘aḇrāhām‘ otros lo transliteran como ‘Avraham‘) “padre de una multitud, padre de una gran nación” (Génesis 17:5). En árabe ابراهيم, ‘Ibrāhīm’.

A principios del milenio II a. C., el nombre se encuentra registrado como A-ba-ra-ma o A-ba-am-ra-ma, que se traduce como: “él es grande por la gracia de su padre”, “el es de noble estirpe”.

El nombre אַבְרָהָם‎ (‘aḇrāhām) está compuesto por:  

אַב (aḇ,), “padre de”, más הָמוֹן (hăˈmōn), “multitud”, en este caso, multitud de gentes, de naciones enteras.

Del hebreo el nombre pasó al griego antiguo Ἀβραάμ (Abraám), después al latín eclesiástico como Abrăhām (Biblia Vulgata de San Jerónimo, traducción del griego entre los siglos IV-V d. C.) de donde finalmente pasó al español ‘Abraham’.

Algunos datos biográficos de Abraham

Abraham, descendiente de Sem, fue el primer patriarca bíblico, hijo de Teraj, originario de Ur en Caldea, región de Mesopotamia, desde donde migró a Canaán, estableciéndose en Mamre, convirtiéndose, por ello, en el padre de los hebreos. Tuvo dos hijos: cuando tenía 86 años, nació Ismael, padre de los árabes, con su esclava egipcia Agar (Génesis 16:11-12); e Isaac, cuando tenía 100 años, de su esposa Sara, que nunca había logrado parir (Génesis 21:2-7).

Según la tradición, a sus 75 años de edad, obedece el llamado de Dios y, seguido por su estéril esposa Sara, su sobrino Lot y otros acompañantes, se dirige a Canaán para fundar una nueva nación. Recibe la promesa y el compromiso de Dios que su “semilla” (entiéndase descendencia) podrá heredar la tierra y transformarse en una numerosa nación. Sus hijos, Ismael e Isaac serán herederos de dicha promesa.

La mayor prueba de fe

Después Dios somete a Abraham a la más grande prueba de fe y obediencia, ya que le ordenó ofrecer a Isaac en holocausto (degollándolo para luego quemarlo con leña). Para ello, tomó a su hijo y lo llevó a la cumbre de una montaña, lo colocó en un altar y se preparó para darle muerte. Pero al último minuto, sin embargo, Dios intervino suspendiendo el sacrificio, al sustituir al niño por un cordero. Durante el camino a la montaña, Isaac dijo a su padre: “He aquí el fuego y la leña, más ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío… (Génesis 22:7-8).

Este pasaje bíblico me recuerda un dicho muy usado por la gente de fe, cuando parece que no habrá más que comer: “Dios proveerá, Dios prooverá”.

La muerte de Abraham

Abraham muere a los 175 años y, según la tradición, fue inhumado en la caverna de Macpela (Machpelah en hebreo) al oriente de Mamre (unos 4 km al norte de Hebrón, al suroeste de Palestina) en donde Sara había sido enterrada (Génesis 23:19).

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 25 de octubre de 2022.