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mismo

Significado

Es un adjetivo que expresa o indica:

a) «Ser una persona o cosa que se ha visto y no otra cosa” (por ejemplo, ‘esta perrita es la misma que vi el jueves en el mercado’).

b) «Igual, idéntico, no diferente”, como en la expresión ‘de la misma importancia‘.

c) Además, «en forma de pleonasmo* se agrega a pronombres personales, así como adverbios y sustantivos para dar más fuerza o intensidad a las expresiones». Por ejemplo: ‘yo mismo le hice el trabajo‘.

*En retórica, pleonasmo es el empleo en la oración de uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho, como: en fuga irrevocable huye la hora (DLE 2021).

Formas arcaicas

La forma anticuada es meísmo, derivado de mesmo, mesme, mesmes, meesmo, del latín vulgar altomedieval (hacia los siglos VI-X d. C.) *metipsimus, *met-ipsimus, ‘el mismísimo’ que es el superlativo o el modo enfático de medipsu, metipse, ‘el mismo’.

Del latín -met, partícula que se añadía a los pronombres personales para darles más énfasis o intensidad, como en egomet = ‘yo mismo’ de ego, ‘yo’, más memet, ‘yo mismo’, con me, el acusativo y ablativo de ego = ‘yo’, así como mihimet = ‘yo mismo’, con mihi, el dativo de ego, ‘para mí’, ‘a mí’, nosmet, ‘nosotros mismos’, con nos, el plural de ego, más el pronombre ipse (de donde viene nuestro pronombre demostrativo ‘ese’), también con carácter enfatizante sobre personas o cosas (su forma más antigua era ipsus) en latín clásico, ‘el mismo’, ‘él’, ‘precisamente’, ‘ella misma’, ‘de su propia voluntad’, ‘de manera espontánea’, ‘por sí solo’, ‘en persona’.

Ipse 

Ipse (genitivo ipsius, dativo ipsi, Gaffiot p. 855), significa ‘en persona’, ‘él’, ‘precisamente’, y está compuesto del pronombre demostrativo is (que significa él, ella, ello, esto, éste, ésta, aquél) y el sufijo –pse, una partícula inseparable que se agrega en ipse y también en reapse (que significa ‘efectivamente’, ‘en realidad’).

Se pueden citar ejemplos donde aparece ipse para mostrar su función de resaltar o destacar: ipse Caesar (él es el mismo César); triennio ipso minor (justo tres años menor), nunc ipsum (en ese mismo momento, ahora mismo); ipso facto (originalmente, ‘por el mismo hecho’; pero también se toma como ‘inmediatamente’, ‘como consecuencia’, por eso se dice, ‘lo capturaron ipso facto, o sea inmediatamente después de que cometió el delito); ipso iure (por el mismo derecho, lo que no necesita ser declarado por el juez), etc. Para más detalles sobre el origen de ipse recomiendo al lector que consulte este enlace.

Asimismo, esta fuente sugiere la hipótesis que ipse quizás provenga del protoitálico *so-pe-so, que pasó luego a *e(s)-pe-so, a su vez de una hipotética raíz protoindoeuropea *soso (‘ese’).

El proto itálico, derivado del protoindoeuropeo, se cree fue el antecedente de la rama IE itálica de donde surgió el latín y las lenguas romances como el español, italiano, rumano, portugués, francés, provenzal y otras.

Evolución lingüística

Ahora bien, en latín vulgar se fue dando la forma compuesta de egomet (antes citada) + ipse, es decir, egometipse (yo mismo), tiempo después comenzó a eliminarse el ‘ego’ (yo) y empezó a decirse metipse, con la particularidad de que el -met que se añadía al final a los pronombres, ahora se unía pero al principio (met-), originándose después la forma superlativa *metipsimus antes dicha, que se traduce más o menos como ‘mismísimo’, de donde concretamente deriva la forma actual, con la supuesta secuencia: metipsimu > medisimu> medesimo> medesmo> mesmo> mismo

Este proceso sucedió a través de varios siglos, durante la transición del latín vulgar al español medieval, mediante cambios complejos que obedecen a leyes y principios lingüísticos que en este espacio no vamos a explicar.

Mesmo, mesmamente

En ciertas comunidades apartadas de México y otros países latinoamericanos todavía se conserva la forma mesmo y mesmamente (por ejemplo, ‘mesmamente te digo que yo lo compré, no me lo robé’). Para el siglo XII ya existía en España el modo actual, pues aparece en el Cantar del Mío Cid, una narración sobre las hazañas del caballero español Rodrigo Díaz de Vivar (¿1048-1099?) el Campeador, tal vez escrito hacia el año 1200.

Aprovecho la ocasión para aclarar el uso correcto de ‘asimismo’, ‘así mismo’ y ‘a sí mismo’:

Asimismo, así mismo, a sí mismo

Asimismo significa ‘también’, ‘de este o del mismo modo’, ‘además’ (…llevaron comida de todas partes, asimismo llegaron los músicos…). Aunque asimismo es la forma más aceptable, también se admite la grafía así mismo (en dos palabras, donde así lleva acento, mientras que asimismo no lo lleva), por ejemplo: «…me confesó así mismo cual había sido el motivo del éxito…»; pero se admite la equivalencia cuando se refieren a ‘también’ o ‘además’. En cambio, a sí mismo significa ‘a él mismo’, por ejemplo, ‘se beneficia a sí mismo’. Para más detalles sobre este tema consulta este sitio.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 25 de junio de 2020.

Categoría: patrimoniales

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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