varios
Dejar un comentario

paciente, paciencia, padecer

Definiciones de paciente, paciencia, padecer

La palabra “paciente” puede ser un adjetivo o un sustantivo:

Paciente (adjetivo)

Que tiene o implica paciencia, que es tolerante, sufrido, resignado. Es paciente con los niños. Que muestra una infinita paciencia.

Que tiene algún dolor, sufrimiento, enfermedad o problema sin quejarse o perder el autocontrol, o que rehúsa a ser provocado por un insulto o un maltrato.

El recibir o padecer la acción del agente o de cualquier cosa que obra o hace alguien o algo.

Paciente (sustantivo)

Persona que tiene algún padecimiento corporal o mental y/o que está recibiendo atención médica o va a someterse a un reconocimiento médico. El paciente será sometido a una cirugía. Los pacientes fueron evacuados por el sismo.

Paciencia (sustantivo)

La cualidad o estado de ser paciente; específicamente, la voluntad o el aguante de soportar sin quejarse. Perseverancia, constancia en la realización de una tarea. He tenido la paciencia de investigar y escribir el contenido de este sitio, sin la ayuda de nadie.

Padecer (verbo)

Sentir física o moralmente un daño, dolor, pena o castigo. Doler, sufrir. Tener una enfermedad ¿Desde cuándo padeces de gastritis? Padezco glaucoma. Padecer de la próstata. Padecer una gran decepción, un engaño.

Aguantar insultos, maltratos, agravios. Sufrir algo lesivo, perjudicial o dañoso. Pobre, padece engaño, pero no lo quiere aceptar.

ORIGEN DE «PACIENTE», «PACIENCIA», «PADECER» Y SU RELACIÓN CON EL GRIEGO πάσχω, ειν y παθος 

  • “Paciente” y “paciencia” son términos totalmente derivados del latín clásico (siglos I a. C.-I d. C.). Paciente procede de pătĭens, tis (paciente, que soporta o aguanta), participio presente activo del verbo pătĭor y su infinitivo păti, con el significado de sufrir, soportar, aguantar, estar afligido; en el mal sentido, someterse a la lujuria ajena, prostituirse, pasar una vida de privación y sufrimiento, permitir, ser pasivo.
  • “Paciencia” viene de pătĭentĭa, y su acusativo patientiam (la acción o la cualidad de soportar, sufrir, aguantar; paciencia, tolerancia, constancia, indulgencia, lenidad, benevolencia, piedad; también sumisión, y en el mal sentido, sumisión ciega, servilismo, falta de espíritu, indolencia, dejadez.
  • “Padecer” deriva *patiscĕre o *patescĕre (padecer), a su vez de pătĭor, păti (sufrir, padecer, aguantar, abusos, malos tratos, los estragos de la guerra, una enfermedad, etc) arriba explicado. En *patescĕre podemos distinguir la raíz pati- (sufrir) más el sufijo -sc- que indica proceso o conjunto de fases sucesivas de algún fenómeno. *Patiscĕre, *patescĕre llevan asteriscos, porque son voces que no se han encontrado en ningún escrito, pero según las leyes lingüísticas, deben haberse usado  

Æquo animo patitor (Plauto): “Llévalo con resignación”.

Pati insidias alicujus (Justiniano): “Ser víctima de una traición”.

Equus patiens sessoris (Suetonio): “Caballo que se deja montar”.

Patientia pauperatis (Cicerón): “Paciencia en la pobreza”.

El verbo pătĭor es muy clásico, está documentado en escritores romanos como Plauto, Cicerón, Julio César, Ovidio Virgilio, Horacio, Suetonio, Séneca, Justiniano, Plinio el Joven, Quintiliano, Valerio Máximo y otros.

Pătĭor pătĭens, con el significado de sufrir, padecer o soportar una enfermedad es un calco semántico del griego antiguo que sucedió ya en latín tardío

Si se revisan todos los significados que tenían el verbo pătĭor y su participio pătĭens en latín preclásico, clásico y posclásico, podemos ver que respectivamente quieren decir: sufrir, aguantar y sufrimiento, aguante, paciencia, sumisión, pero en ningún caso se aplicó en esos siglos con el significado de “estar enfermo”, “el que padece una enfermedad”. Ese significado se agregó hasta en la fase del latín tardío (siglos III-V d. C.), y está documentado en los escritos del médico y escritor romano Celio Aureliano de Numidia (actual Argelia) que floreció hacia el siglo V d. C.

El calco semántico

Eso sucedió mediante lo que se llama un calco semántico, que consiste en darle a una palabra (en este caso pătĭor, pătĭens en latín) un significado o sentido que antes no tenía, por la influencia de un término extranjero. Así que ganaron el significado “enfermarse”, “enfermo”. Del griego πάσχω, ειν = páscho, paschein o paskho, paskhein (sufrir, padecer), estrechamente relacionado con παθος = pathos (dolencia, enfermedad, sufrimiento), de donde se han acuñado neologismos como patogenia, nefropatía, cardiopatía, patológico, y muchos más. Sin embargo, pătĭor (raíz IE *pē(i)-, *pī-, “dañar, regañar, avergonzar”) y el griego páscho, paschein (raíz IE * kʷenth-, “sufrir”) no comparten el mismo origen indoeuropeo.

Otros calcos del griego al latín 

1- atrabilis o bilis negra de μελαγχολία (melancholía); 2- conclusĭo (conclusión) de ἐπίλογος (epílogos o recapitulación de lo dicho en un escrito o una obra literaria, remate, terminación); 3- triangulus, de tres ángulos, de  τρίγωνος, -νον (trígonos, trígonon) que significa “tres ángulos”, “triangular”. Muchos otros calcos se dieron del griego al latín, ya que durante la antigüedad, el latín recibió una gran influencia del idioma griego. Por eso a veces se dice que Roma conquistó militarmente a Grecia, pero ésta, en buena medida, conquistó culturalmente a los romanos, se impuso el conocimiento griego.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 13 de octubre de 2024.

Categoría: varios

por

Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *