El páncreas es una glándula abdominal de todos los vertebrados. En el humano se encuentra situada transversalmente y detrás del estómago, entre el bazo y el duodeno, enfrente de la primera y segunda vértebra lumbar. Se trata de una glándula mixta, puesto que vierte enzimas digestivas en el duodeno (función exocrina) y las hormonas insulina, glucagón y somatostatina, directamente al torrente sanguíneo (función endocrina).
Etimología de la palabra páncreas
La palabra páncreas deriva del griego antiguo πάγκρεας, que se translitera pánkreas, con el significado original de “mollejas de cordero (la cría de la oveja)” o “el páncreas como alimento” que es especialmente carnoso. Palabra formada por πᾶν, πᾶντός = pan, pantós que se traduce como “todo”, “cada elemento que constituye un todo”, por ejemplo, en los términos: pandemia, panacea, panspermia y pangea, en los que se encuentra la idea de totalidad. Más κρέας = kréas, que significa “carne”, “una pieza de carne”, “carne condimentada”. Luego entonces, pánkreas (páncreas en español), se traduce literalmente: “que está constituido totalmente de carne”, debido a que esta glándula, de color salmón, o sea, rojizo o rosado, está formada en su totalidad por un tejido de consistencia carnosa.
El vocablo πάγκρεας (pánkreas) está documentado desde la obra Historia de los Animales (Τῶν περὶ τὰ ζῷα ἱστοριῶν =Ton peri ta zoia historion en griego, Historia Animalium, en latín) de Aristóteles (384-322 a. C.), pero visto como un manjar, en la que llama pánkreas a “las mollejas de cordero”. Esta palabra se documenta en francés (pancréas) en el año 1562, en el primer libro de anatomía del barbero cirujano Ambroise Paré (1510-1590). Debe recordarse que durante la Edad Media, eran principalmente los barberos quienes hacían cirugías ¡Pobres enfermos!
El diccionario de la RAE, 1737
Para reforzar estas aseveraciones, debe señalarse que en el año 1737, el diccionario de la Real Academia Española (RAE) define al pancreas (así, sin acento), como: “Voz anatómica”. “Es un cuerpo glanduloso, situado en la parte inferior del estómago, donde se engendra el jugo pancreático, y por un conducto que sale de él, va al intestino duodeno. Es voz griega. La cual, por ser tan colorada (referida a la glándula pancreática), y semejante a la carne, y blanda igualmente por todas partes, fue llamada de los Griegos Pancréas”. Nótese que en este diccionario no se menciona su función endocrina, es decir, la secreción de las hormonas insulina, glucagón y somatostatina (también producida en el cerebro), que por aquel tiempo, todavía no se conocían.
El reconocimiento del páncreas durante la Antigüedad clásica.
A pesar de los notables avances médicos de egipcios y babilonios, ellos no reconocieron al páncreas como una estructura anatómica, ni como un órgano que sufriera diversos padecimientos. Asimismo, los adivinos de la antigüedad, que buscaban predicciones examinando las entrañas de los animales, parece que no se fijaban en el páncreas, si lo comparamos con el hígado, un órgano también abdominal, pero mucho más voluminoso y pesado, entre 1400 -1500 gramos.
No está muy claro si el médico griego Hipócrates (460-370 a. C.) reconoció plenamente al páncreas como un órgano importante, o solamente como una ‘glándula linfática mesentérica’.
El páncreas fue aparentemente identificado y descrito (según el médico Galeno) primero por el anatomista y cirujano griego Herófilo (335-280 a. C.) de Calcedonia, y quizás por otro médico más joven llamado Eudemus, pero no lo llamaron ‘pánkreas’.
Según los escritores latinos Celso y Tertuliano, Herófilo practicó, junto con Erasístrato de Cos, unas 600 vivisecciones (disecciones de personas vivas, aunque no existe evidencia sólida al respecto), utilizando criminales prisioneros. Fue alumno de Praxágoras de Cos y uno de los fundadores de la escuela de medicina de Alejandría, establecida hacia el año 311 antes de nuestra era. Herófilo fue además el que llamó duodeno (que mide doce dedos o unos 25 cm) a la primera porción del intestino delgado. Además, utilizando un reloj de agua, fue el primero en medir la frecuencia del pulso.
Acuñación del nombre páncreas con sentido anatómico
Unos cuatro siglos después, otro anatomista griego llamado Rufo de Éfeso (vivió entre los siglos I-II d. C.), utilizó por fin la palabra πάγκρεας con sentido anatómico, para denominar a este órgano.
Galeno
Galeno (129-216 d.C.) le atribuyó al páncreas funciones más bien protectoras sobre los importantes vasos sanguíneos, que se localizan en ese espacio del abdomen, aunque comparó (como otros médicos de aquellos días) el jugo que sintetiza este órgano, con la apariencia de la saliva*. Y como fue considerado el médico más famoso del mundo (princeps medicorum*, “el príncipe de los médicos”, “el médico que ocupa el primer lugar por su excelencia”), sus afirmaciones eran tomadas como verdades irrefutables entre los siglos III-XVI/XVIII (durante unos 1300-1600 años) casi sin críticas, volviéndose, entonces, como un factor que frenaba el avance de los conocimientos de la medicina. Por algo a los médicos todavía se les suele llamar galenos**, más o menos desde los siglos XVII-XVIII.
*También al médico medieval Avicena (siglos X-XI) lo llamaban princeps medicorum.
**El diccionario de Gaspar y Roig de 1855 dice: “galeno, en sentido metafórico, “MÉDICO”. Y el Diccionario actual de la Lengua Española (2021) dice: “de C. Galeno, médico del siglo II, galeno, na, médico, ca (persona autorizada para ejercer la medicina)”.
Glándula salival abdominal
Como una reminiscencia de aquellos días tan lejanos, cuando Galeno encontraba semejanza entre el jugo pancreático y la saliva, es bueno mencionar que tengo en mi biblioteca un viejo diccionario de medicina inglés-español. En el volumen 3, página 770 dice: “pancreas / páncreas (masculino) llamado también glándula salival abdominal…” (Nueva Editorial Interamericana. México, D. F. 1984). Bueno, no es una obra tan vieja como para presumir tanto. Apenas tiene 37 años.
Edad Moderna y Contemporánea
Y los años corrieron, terminó la Edad Media (siglos V-XV), que algunos llaman Edad Oscura* y llegó la Edad Moderna (siglos XV-XVIII), luego la Edad Contemporánea (desde inicios del siglo XIX hasta nuestros días). Durante el Renacimiento (siglos XV-XVI), comienza un vivo interés por retomar los conocimientos de la antigüedad griega y romana para enriquecer la sabiduría, pero sobre todo, para revisar su contenido y cuestionar muchos dogmas de aquellos días remotos. En el caso que nos ocupa, básicamente las enseñanzas de los médicos más conspicuos, es decir, Hipócrates (ss. V-IV a. C.) y de Claudius Galeno (s. II d. C.).
*Durante la Edad Media, muchas bibliotecas europeas resultaron destruidas y los textos de la antigüedad grecorromana fueron traducidos al árabe. El cristianismo prohibió las disecciones de cadáveres humanos y la gente (incluidos los médicos) estaban más interesados en el destino de las almas en el otro mundo, que por la estructura del cuerpo humano en esta vida.
Hechos fundamentales en relación al páncreas (siglos XV-XVIII)
A partir del siglo XV, todas las ciencias experimentaron un auge repentino inesperado. Con respecto al conocimiento del páncreas, solo citaré algunos hitos:
Aunque ya desde el siglo XIII comenzaron a realizarse algunas autopsias, en 1316 el italiano Mondino dei Luzzi (1270-1326), quien realiza disecciones en Bolonia, Italia, publica su obra Anathomia, donde describe de una forma muy imprecisa al páncreas, pero curiosamente, menciona su conducto.
Conducto de Wirsung
En marzo de 1642, el anatomista alemán Johann Georg Wirsung (1589-1649), descubre y describe el conducto pancreático principal (por eso llamado ‘conducto de Wirsung’), en una autopsia hecha a un hombre de 30 años llamado Zuane Viaro della Badia, quien fue colgado por resultar culpable de asesinato.
Conducto accesorio o de Santorini
El anatomista italiano Giovanni Domenico Santorini (1681-1737), publica en 1724 sus Observationes anatomicae (Observaciones anatómicas), donde describe un pequeño ducto accesorio que drena una parte de la cabeza del páncreas, que él redescubrió y describió, y que ahora lo conocemos como ‘conducto de Santorini’. Lo redescubrió, porque unos 50 años antes, en 1665, Frederik Ruisch (1638-1731), ya lo había descrito. Este conducto (de Santorini) no está presente en el páncreas de todas las personas.
ámpula de Vater
El médico y botánico alemán (conocido de Ruisch arriba citado) Abraham Vater (1684-1751), publicó en 1720 una disertación anatómica, en la que describe una dilatación dentro de la papila o prominencia duodenal mayor (a unos 10 cm del píloro), donde drena el conducto pancreático y el biliar. La que se conoce con el epónimo de ‘ámpula de Vater’ o ‘ámpula (ampolla) hepatopancreática’.
Anatomía e histología del páncreas. Un bosquejo
El páncreas es una glándula retroperitoneal elongada que se localiza a mediación del torso humano; usualmente conectada al duodeno por dos ductos. Se extiende a través de la parte posterior del abdomen, detrás de la gran curvatura o base del estómago. Mide de 13-17 cm de largo y 2,5 cm de grueso.
Consiste de:
1) una cabeza (que descansa en la curvatura duodenal) en el lado derecho del abdomen.
2) un cuerpo y 3) una cola que se extiende hacia el lado izquierdo, casi hasta el bazo.
Vista una persona adulta de frente, el páncreas se ubica a unos 10 cm por encima del ombligo, más o menos a la altura de los codos.
Función exocrina
Está constituido en un 98-99% de pequeños grupos o racimos de células epiteliales glandulares. Estos racimos se llaman acinos (en latín, acini o racimos de uva), y constituyen la porción exocrina, que segrega el jugo pancreático, del cual produce unos 1200-1500 ml por día. Un líquido claro (el que le pareció a Galeno que era como la saliva), incoloro, ligeramente alcalino (pH entre 7,1-8,2) compuesto principalmente de agua, algunas sales, bicarbonato de sodio y varias enzimas digestivas, que es conducido al duodeno a través del o los conductos pancreáticos ya mencionados.
Los islotes de Langerhans (función endocrina)
Pero como el páncreas es una glándula mixta, el 1-2% restante de las células forman los llamados islotes de Langerhans. Así llamados como un epónimo en honor al histólogo alemán Paul Langerhans (1847-1888), quien, en el año 1869 los describió, llamándolos inseln en alemán (Langerhans-inseln), que en castellano significa ‘isla pequeña y despoblada’, debido a que parecen “islas” dispersas en el tejido acinar exocrino ya citado.
Hay alrededor de 1-2 millones de islotes dispersos en el tejido pancreático, con un diámetro de unas 300 micras, donde existen varios tipos de células que segregan diversas hormonas (función endocrina), entre las que se reconocen básicamente:
Alfa (α): producen glucagón, una hormona que eleva los niveles de glucosa en sangre.
Beta (β): productoras de insulina (del latin, insula, ‘isla’), la cual tiene un efecto contrario, porque disminuye la glucemia (azúcar en sangre).
Delta (δ): que generan una hormona llamada somatostatina, un péptido que regula e inhibe la liberación de hormonas por diferentes células neuroendocrinas cerebrales, del páncreas y tracto gastrointestinal. Asimismo, puede inhibir la motilidad y secreción ácida del estómago, También bloquea la secreción de insulina y glucagón, así como de la somatotropina u hormona del desarrollo, etc. La somatostatina es también liberada por la eminencia media del hipotálamo.
El páncreas, un órgano que puede ocasionar serios problemas de salud
Este órgano, tan pequeño y disimulado, puede producir enfermedades, desde leves o casi asintomáticas, hasta graves, por ejemplo, la pancreatitis y el cáncer. Además dolencias como: abscesos, infecciones, VIPom, un tumor endocrino pancreático muy raro, y muchas otras.
Además, si deja de producir o produce poca insulina, sobreviene la diabetes. Pero no es mi propósito entrar en detalles sobre patologías pancreáticas, porque alargaría aún más el artículo.
Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 10 de abril de 2020.
Profe Treviño ¡gracias! estamos escribiendo álbum ilustrado para explicar todo lo que sucede dentro de nuestro cuerpo también sucede afuera y todos los cuentos tienen un QR donde explicamos los temas tratados un poco más a fondo. Como médico, me toca realizar cuentos e historias de glándulas y hormonas y recurro a la etimología para tratar de explicar y que aprendamos más todos. A mi encanta también saber, conocer, explorar, aprender y todo lo estamos generando como mexicanas para mexican@s . Es un placer haberme encontrado con su blog, su página y sigamos juntos escribiendo desde nuestras inquietudes.
Por lo pronto la etimología (y todo lo que escribe) de pancreas será utilizada para un cuento llamado Hago y Experimento, donde los personajes van a la Selva Lacandona a explorarla y podrán encontrar este extraordinario link para seguir aprendiendo. Lo invito a que «experimente» nuestra página y generemos conversaciones juntos.