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estupro, estuprar

Definición y concepto de estupro

Estupro (sustantivo), en su significado original era “delito que comete el que tuviere acceso carnal con una doncella núbil menor de edad, mediante engaño o abuso de confianza. Por equiparación legal también se refiere a algunos casos de incesto (relación sexual con parientes cercanos que impide matrimonio). Se decía también del coito con soltera núbil (casadera) o con viuda, logrado sin su libre consentimiento. 

En la jurisprudencia actual, el estupro se refiere al abuso sexual consistente en tener coito con persona mayor de 12 años y menor de 18, cuando el perpetrador aprovecha su superioridad debida a cualquier situación o relación: ser mayor edad, tener mayor fuerza física, tener habilidad para engañar o engatusar a la víctima en estado de indefensión. Los agravantes aumentan si el estuprador le da alcohol u otras drogas a la menor, por cierto una infamia cada vez más frecuente.  El límite inferior de edad de la víctima puede variar en cada lugar. En Nuevo León, México, por ejemplo, son 13 años.

Estupro-incesto

Según el Diccionario Práctico del Estudiante. 2007. Real Academia Española. Asociación de Academias de la Lengua Española. España. Pp 295 y 379. Edición impresa:

El estupro es el hecho de realizar un adulto el coito con un menor, mediante engaño o valiéndose de su superioridad sobre este. El delito de estupro.

El incesto es “la relación sexual entre parientes dentro de los grados en que está prohibido el matrimonio”. El incesto de un padre con su hija. Véase la entrada incesto.

origen del término «incesto» 

La palabra estupro viene del latín clásico stŭprum, que entre los romanos de la antigüedad significaba: relaciones reprochables, deshonra, oprobio, atentado al pudor o castidad, violación, acción de deshonrar a un menor o a un varón pero muy especialmente a una mujer, pero no si se trataba de una esclava, prostituta, concubina o adúltera. En particular, deshonra que lleva a la pérdida de castidad, siempre implicando el abuso o el sojuzgamiento. Curiosamente, el escritor español de temas agronómicos Columela (siglo I d. C.) llamó stuprum a la cópula de los animales.

Stŭprum a su vez deriva del verbo stŭpĕo, y su infinitivo stupēre que significa ‘quedarse aturdido, ‘quedar fuera de sí’, por algún golpe o algún  hecho sorprendente. El sustantivo stuprātor designa al violador o estuprador de una doncella (muchacha virgen). Mientras que stuprātus (también violatus) era el estuprado, el o la que había sido violado o violada por la fuerza.

 Lex Iulia de Adulteriis coercendis (Ley Julia sobre el Adulterio). Año 18 a. C.

Según la Lex Iulia de Adulteris coercendis  (año 18 a. C.) del emperador César Augusto, no se consideraba stŭprum, cuando la mujer era esclava, liberta, meretriz o de baja condición social, o también si la fémina había cometido adulterio o había recibido alguna condena en un juicio público. En esta ley se advierte una doble moral, ya que unas leyes son para las clases sociales altas, como  aristócratas, patricios, honestiores (honorables) y los miembros de la “familia áurea”. Y otras leyes son para el resto de los romanos, los ingenui (los nacidos libres).

Estuprar

Estuprar significa “cometer estupro”, abusar, ultrajar, deshonrar, violar, forzar y deriva del verbo stŭpro, stuprāre que significa ‘corromper’, ‘deshonrar’, ‘atentar contra la honra’ (Plauto, Cicerón, Quintiliano). Verbo que se relaciona de alguna manera con términos que a veces se asocian a cuestiones de agresión sexual, como făcĭnus (en general, cualquier acción, pero en el mal sentido, delito, maldad, perversidad, acto vergonzoso. De facinus deriva facinerosus, facineroso en español), dēdĕcŭs (deshonor, infamia, ignominia, acción criminal, vergüenza), flāgĭtĭum (acción infamante, deshonrosa, escandalosa, ignominia). Lo menciono sólo para enriquecer la exposición.

Vínculo indoeuropeo stŭprum, stupēre, stuprātor…

Las palabras stŭprum, stupēre, stuprātor, stuprāre, stuprātu, stŭpĭdus (de donde deriva el término ‘estúpido’), stupefactus (estupefacto), stŭpendus (estupendo, maravilloso), stŭpesco, ĕre (quedarse estupefacto), stŭpĭdĭtās (estupidez), stŭpŏr, -ōris (estupor’, pasmo, asombro, parálisis’) y otras, están vinculadas a la raíz IE *(s)teu-1- (empujar, golpear), también relacionada con otros términos latinos como: studium (estudio, cuidado); studiosus (estudioso, instruido, diligente); studere (estudiar, dedicarse, procurar con empeño). Raíz también asociada a términos griegos y de otras lenguas antiguas (véase este enlace). 

Curioso, pero los vocablos estudio, estudiante, estudioso y estudiar están relacionados (según los indo europeístas) con ‘estúpido, estupefacto, estupefaciente, estupendo, estupro, estuprar, etc.

Diccionario de la RAE del siglo XVIII

Me gusta la explicación de la RAE 1732 porque menciona conceptos como fornicación, adulterio, estupro, incesto, sacrilegio. Pero claro, hace 292 años. Los tiempos y las leyes han cambiado mucho.

Estupro. “Concúbito y ayuntamiento ilícito y forzado con virgen o doncella. Es del latín stuprum, que significa esto mismo. Algunos escriben Estrupo.  Pecar con soltera es simple fornicación; con casada adulterio, con doncella virgen estupro, con pariente incesto, con persona religiosa y dedicada a Dios sacrilegio o adulterio espiritual”. Y termina diciendo “Que si la castidad nos defiende del estupro y adulterio voluntario, mejor nos preserva del incesto casual”.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 22 de octubre de 2024.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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