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archipiélago, piélago

definiciones de archipiélago, piélago

Un archipiélago (sustantivo) es “un grupo o cadena de muchas islas, en un área más o menos vasta de mar”.

Piélago (sustantivo). Del latín clásico pĕlăgus (el mar), a su vez del griego antiguo πέλαγος pélagos (véase más abajo): parte del mar muy alejada de la tierra. Altamar o alta mar. En la larga travesía nos sorprendió una tempestad en altamar. Piélago también significa “lo que por su copiosidad o abundancia resulta difícil de contar”. El piélago de estrellas: en una noche despejada y oscura, una persona puede ver a simple vista unas 3000 estrellas, pero, te sugiero que trates de contarlas y… También se puede hablar del piélago de los granitos de arena de una playa.

Etimología del término “archipiélago”

Antes que nada debo decir que este vocablo nació en la Edad Media, y aunque está formado por la unión de dos términos griegos, muy probablemente se acuñó en Italia como “arcipelago” entre los siglos XII-XIII. No existe ningún testimonio de su uso en la antigüedad grecorromana. Quizá llegó a utilizarse en griego bizantino como *ἀρχιπέλαγος (*archipélagos o *arkhipélagos), “el mar Egeo”, “el gran mar que divide o separa Grecia de Asia”), pero nunca se ha encontrado en ningún escrito. 

Así que arcipelago o eventualmente *ἀρχιπέλαγος no era un grupo de islas en el mar, sino “el gran mar”, pero referido al mar Egeo.

En español, “archipiélago” viene de la forma arcaica castellana “arcipielago”, tomado del italiano “arcipelago”, que aparece el 30 de junio de 1268 (OED) en un tratado entre Venecia y el emperador bizantino Miguel VIII Palaiologos (1224-1282). Se trata de un vocablo italiano compuesto, de la misma manera que “arciduca”, ‘archiduque’. Tal vez por el nombre en latín medieval Egeo pelagus (mar Egeo), haciendo alusión al contraste de este mar con otros cuerpos de agua menores. 

Es decir, “arcipelago” originalmente fue el nombre de ese mar, pero como tiene miles de islas, luego el término pasó a significar a grandes (o no tan grandes) agrupaciones de islas. 

Por ejemplo, el archipiélago canario sólo consta de siete islas. Pero en cambio, el a. malayo es el grupo de islas más grande del mundo, formado por las más de 17.000 de Indonesia y las aproximadamente 7.000 de Filipinas, que suman alrededor de 24.000. 

¿Cómo se formó la palabra archipiélago?

Este término —originalmente en italiano (arcipèlago), en latín medieval Egeopelagus o el “mar Egeo”,  Æġæum mare en latín clásico; Αἰγαῑο πέλαγος (Aigaio pélagos) en griego antiguo; *ἀρχιπέλαγος (*archipélagos o *arkhipélagos) en griego bizantino, consta de dos componentes:

A- arci- «jefe, principal», como en italiano arciduque arriba citado, del latín archi- (“el principal”), más pelago, del latín clásico  pĕlăgus “el mar”, “el mar abierto”, “altamar”. Por lo tanto, según los italianos, arcipèlago era el mar principal, de seguro porque era el que tenían a la vista en la antigüedad y en la Edad Media. 

Arci-, archi- de arch-, un prefijo latino que indica supremacía, principal, primero, el jefe, originado del griego ἂρχ- arkh-, arch-; ἂρχι- arkhi-, archi- «el primero, el jefe, primitivo, como en los términos “arquitecto”, “arquidiócesis”, “archiduque” y otros. El verbo griego  ἂρχω, ‘archo’ significa “ser el primero, marcar el inicio de algo, como el que inicia una guerra”, etc.

Bpelago, del latín clásico  pĕlăgus “el mar”, “el mar abierto”. Por lo tanto, según los italianos, arcipèlago era el mar (-pelago) principal, el más importante (-pelago).

 Pĕlăgus, pelago son formaciones derivadas del antiguo griego

Pĕlăgus, pelago provienen del griego πέλᾰγος, plural πέλᾰγέων (pélagos, pelagéon), que desde los poemas homéricos significa: “el mar”, pero especialmente “el mar abierto”, el principal o verdadero mar”.

En sentido figurado, πέλᾰγος era “cualquier cantidad grande, inmensa”: πέλᾰγος κακῷν (pélagos kakón: “un mar de dificultades”). Los mitos lo personificaron como Πόντος (Póntos, en latín Pontus, “el Mar Negro”), que según la Teogonía de Hesíodo era un ser nacido de la Tierra, sin padre. De donde surgió el antiguo nombre Pontus, un antiguo territorio en el noreste de Asia Menor, originalmente era parte de Capadocia en la orilla del Mar Negro, en aquel tiempo llamado Pontus Euxinos (el mar extrajero —porque ellos tenían su nostrum mare o el Mediterráneo—  pero amable, acogedor). Los romanos también llamaban pontus al inmenso mar. 

Todavía en el siglo XVI, *ἀρχιπέλαγος se entendía como “el mar con grupos de islas esparcidas”. En 1611, el diccionario español de Covarrubias dice: Archipiélago: “una parte del mar Mediterráneo que divide a Grecia de Asia: por nombre llamado el mar Egeo… el gran piélago”. Como puede verse, aún no se refería de manera clara y concreta a un grupo de islas en el mar.

Algunos términos derivados

πελαγόστολος (pelagóstolos) “navegante del mar”

πέλᾰγόσδε (pélagósde) un adverbio: “a o hacia el mar”.

πελάγιος (pelágios) un adjetivo: “lo relacionado o perteneciente al mar”, en latín “marinus”.

Πελάγισμα (pelágisma): en sentido figurado “una inundación”. 

πέλᾰγοδρομειν (pélagodromein) un verbo: “navegar en mar abierto”. Aquí encontramos el componente δρομειν (dromein, “correr”) que se encuentra en las palabras dromedario, hipódromo, velódromo e hipódromo.

 θάλασσα (thálassa)

Hay que señalar también que los griegos tenían la palabra θάλασσα (thálassa, como en los neologismos médicos talasemia y talasoterapia) para referirse a un mar, en particular el Mediterráneo (el nostrum mare de los romanos). Porque cuando hablaban de otro mar, sobre todo en sentido mitológico se referían a Ώκεανός (Okéanos o el Océano). Talasocracia, Thalarctos (literalmente “oso del mar”; género de osos como el polar), talásico, talasínidos y otros derivan del mismo término.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 21 de febrero de 2024.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan disímiles. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión, muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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