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mastodonte

Mastodonte, generalidades

Mastodonte es un neologismo del siglo XIX que denomina a un mamífero de gran tamaño ya extinto, que pertenece al orden de los proboscidios y al género Mammut, con trompa prensil como los elefantes actuales y los mamuts. Caracterizados por tener protuberancias semejantes a tetas o mamas sobre las coronas de los dientes molares, precisamente lo que motivó su nombre, “mastodonte”, literalmente ‘mama-diente’.

Los mastodontes —proboscidios de la familia Mammutidae, antes Mastodontidae, cercanos a los elefantes, pero dotados de molares con protuberancias en forma de pezón y a veces (solamente los machos) de dos pares de ‘colmillos’— vivieron desde finales del periodo Terciario, hasta los inicios del Cuaternario, más o menos desde hace unos 28-20 millones de años, hasta hace unos 13.000, cuando se extinguieron. Lo que significa que vagaron por la Tierra desde las épocas de los inicios del Mioceno hasta finales del Pleistoceno, así que al final de su existencia convivieron con los hombres prehistóricos, que tal vez influyeron en su extinción.

Etimología de la palabra “mastodonte» 

El religioso y lingüista alemán Henrici Wilhelmi Ludolf o Ludolfi (Érfurt, Alemania 1655-Londres, 1712) cita en 1696 Mammotovoi kost (huesos de mamut) en su Grammatica Russica (“Gramática Rusa”, Oxford 1696, página 92. Véase aquí). En cambio, “mastodonte” en francés lo usó por vez primera Cuvier hasta 1806. 

El neologismo ‘mastodonte’, viene del francés mastodonte (latinizado como mastodont- mastodon), acuñado en 1806. Formado por los términos griegos:

1- μαστός =  mastós (mama, teta, como en los vocablos mastozoología, mastografía, mastoiditis, mastalgia, mastoideo, esternocleidomastoideo y mastitis). 

2- Más odont(o)-, raíz de  ὀδούς / ὀδοντος*, odous / odontos (diente, de donde derivan las palabras periodontitis, odontólogo y odontalgia), debido a los procesos o protuberancias de los molares que parecen tetas o mamas, una característica que no poseen las muelas de las tres especies de elefantes vivientes ni los extintos mamuts.

Otros significados de odous / odontos

*ὀδούς / ὀδοντος son términos griegos en dialecto jónico o griego homérico, que aparecen en la Ilíada, hace unos 2800 años. Heródoto usó en su prosa o narrativa ὀδών, odón con igual significado. Aristóteles llamó ὀξεῖς, oxeis (afilado) a los dientes incisivos y πλατεῖς, plateis, de πλατύς, platus  (ancho, plano) a las muelas. A la segunda vértebra cervical, C2 o axis, también la llamaron ὀδούς, odous, debido a que posee la apófisis odontoide o “diente” que sirve como pivote para el giro del atlas (C1) y la cabeza.

La familia a la que pertenece el mastodonte es Mammutidae, pero no tiene relación con los mamuts, de la familia Elephantidae. Esto es a primera vista intrigante ¿qué sucedió realmente? Cuando los mastodontes fosilizados recibieron su nombre biológico en el siglo XIX, se creyó que eran mamuts y los llamaron Mammut. Pero tiempo después los paleontólogos se percataron de que eran animales distintos —con la valiosa intervención de Georges Cuvier— y les dieron el nombre de Mastodon americanum. Sin embargo, como las reglas taxonómicas dicen que el primer nombre asignado a una especie es el que debe aceptarse, se desechó Mastodon y quedó Mammut como nombre oficial del mastodonte.

Molar de mastdonte (Mammut americano, Kerr 1792) con las protuberancias que parecen mamas o pezones. En Rotunda Museum, Scarborough, England Autor Emőke Dénes. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Em_-Mammut_americanum-_9.jpg

Acuñación del término ‘mastodonte’

‘Mastodonte’ es un neologismo de los inicios del siglo XIX, en cambio ‘mamut’ es una palabra de origen siberiano. El creador del neologismo fue Georges Léopold Chrétien D. Cuvier (1769-1832), un naturalista francés, profesor de Anatomía Comparada y Paleontología, que se oponía a las ideas evolucionistas de su tiempo, pero en cambio creía en el catastrofismo como una manera de explicar la extinción de especies a través de las edades geológicas.

Larramendi, A. 2015. Altura al hombro, masa corporal y forma de los proboscideos. Acta Paleontológica https://dx.doi.org/10.4202/app.00136.2014

No podemos entender bien estas cosas si omitimos los siguientes comentarios:

El primer descubrimiento de restos de mastodonte se hizo en 1705, en Claverack, Nueva York, donde fue encontrado un diente (molar) de unos 2 kg de peso, pero ante el desconocimiento de aquel tiempo, simplemente lo llamaron incognitum (en latín, ‘desconocido’, ‘no reconocido’, ‘no averiguado’), ya que sabían que, aunque se trataba de algo parecido a los elefantes y a los mamuts hallados antes en Asia, estaban ante un animal (fosilizado) distinto, hasta que un siglo después llegó Cuvier y… 

Durante los últimos años del siglo XVIII se creía que los huesos desenterrados de enormes elefantes en Europa, el norte de Siberia y Norteamérica eran de nuevas especies elefantinas alejadas del hábitat normal de los elefantes actuales.  

No obstante, Cuvier no estaba convencido y señaló que los huesos de Norteamérica (a la sazón llamados Incognitum americano) y de Eurasia, pertenecían a especies distintas, basando sus afirmaciones en el análisis comparativo de los molares. Concluyendo que eran especies diferentes, del mismo modo que los perros, lobos, coyotes y zorros.

Catastrofismo

El catastrofismo era el argumento principal que Cuvier esgrimió para sustentar sus ideas, pues sostenía que las condiciones en las que estas criaturas extintas vivían, fueron anuladas por algún evento catastrófico. Quedaba la idea de que las muelas de los fósiles siberianos (mamuts) mostraban un modelo en forma acintada, mientras que los de América tenían protuberancias que parecían tetas o pezones (mastós), pero aun así, los naturalistas consideraban que se trataba de un mismo animal.

En 1806, Cuvier decide escribir Sur Le Grand Mastodonte (Sobre el Gran Mastodonte), en Annales Muséum National D’Histoire Naturelle de Paris VIII. 270 (1806), donde intentaba solucionar el problema y, utilizando los elementos griegos (mama/pezón-diente) ya citados, propuso que el animal fosilizado de Norteamérica debía llamarse Mastodonte y no Mammut, por el aspecto apezonado de sus molares.

Ahora bien —en 1792— al animal fosilizado lo llamaron Elephas americanus, pero después de que Cuvier demostrara que se trataba de una especie distinta a los elefantes actuales, el médico y naturalista alemán Johann F. Blumenbach (1742-1840) lo llamó Mammut (año 1799). Riley Black. January 27, 2015. Science Word of the Day: Mastodon.

Distribución de especímenes de mastodonte encontrados en Norteamérica. Mammut pacificus (círculos rojos) y Mammut americanum (círculos azules). Autores Andrew T. McDonald​, Amy L. Atwater, Alton C. Dooley Jr, Charlotte J.H. Hohman

Datos contrastantes sobre los mastodontes y los mamuts

  • La palabra mastodonte es un neologismo del siglo XIX. El término mamut es de origen siberiano.
  • Los mastodontes se originaron hace unos 28 millones de años, mientras que los mamuts surgieron durante el Mioceno tardío, probablemente hace 6,2 millones de años.
  • Los últimos mamuts probablemente se extinguieron en la isla de Wrangel, Siberia hace unos 3000-4000 años. Los mastodontes se extinguieron hace unos 9000 años.
  • Ambos son mamíferos (clase Mammalia) del orden Proboscidea (proboscidios), pero el mastodonte pertenece a la familia Mammutidae (mamútidos) y el mamut a Elephantidae (elefántidos), la misma de los elefantes actuales.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 24 de junio de 2024.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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