ciencia, cultismos
Dejar un comentario

placenta, órgano de enlace madre-feto

Placenta

La placenta es una estructura plana y discoide de los mamíferos (excepto monotremas y marsupiales) de color pardo rojizo, único órgano que conecta al feto con la madre, y que tiene a su cargo la nutrición del nuevo ser. Su peso es de unos 450- 500 gramos, o sea, la quinta parte del peso del feto totalmente desarrollado. El diámetro de la placenta madura es de 15-18 cm y su espesor de unos 3 cm. Posee dos caras y un borde. La cara que mira hacia la cavidad uterina, lisa y brillante, se llama fetal, tapizada por el amnios y de ella surge el cordón umbilical, que al final de la gestación mide unos 50 cm. La cara de inserción o interna se llama uterina, marcada por surcos profundos y forma lóbulos o cotiledones. En la placenta se realiza, además de la nutrición al feto, funciones de respiración y de excreción. 

Los mamíferos placentarios (infraclase Placentalia) surgieron durante el Cretáceo, hace unos 130 millones de años. De modo que convivieron con los dinosaurios algo así como 65 millones de años.

La placenta también produce más o menos a partir de la semana 12 del embarazo humano, estrógenos y progesterona para mantener la gestación.

Cuando nos miramos el ombligo, estamos viendo la huella imborrable de cuando el útero de nuestra madre nos nutrió y protegió durante nuestra vida fetal, unos 270 días.

el término placenta también se utiliza en botánica para denominar al borde del carpelo (de una planta que produce semillas) donde se insertan los óvulos.

Etimología de la palabra placenta

El término plăcenta ya existía desde la antigüedad romana, pero no con el sentido que hoy le damos, sino que significaba “torta” o “panecillo plano”, como se atestigua en la obra de Agricultura de Catón el Viejo (siglos III-II a. C.) y en Horacio (siglo I a. C.). Y “torta sagrada”, porque era una especie de ofrenda a los dioses, en escritos de Marco Valerio Marcial (siglo I d. C.). 

El latín tomó el vocablo plăcenta (torta plana) del griego antiguo πλακοῦς (plakous), “torta o pastel plano”, una contracción de πλᾰκόεις, plakóeis (raíz πλακoεντ-, plakoent-), “plano”; a su vez de πλάξ (pláx) y su acusativo ρλακός (plakós), que en origen significa: a) “cualquier cosa plana y amplia, especialmente “un terreno plano o planicie”; b) una piedra plana; c) el extremo plano de la cola de ciertos crustáceos. Equivalente al latín planca (tabla plana), planus (plano, llano).

Más sobre πλακοῦς (plakous)

El sustantivo griego πλακοῦς (plakous) significa “un pastel o torta plana”, probablemente por la semejanza con las semillas de malva o πλακοῦντος κύκλος (plakountos kyklos), que son redondeadas y planas.

Placenta humana mostrada unos minutos después del nacimiento. Nótese que se parece a una «torta plana» o plăcenta en latín preclásico y clásico. Imagen tomada de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Human_placenta_both_sides.jpg

Los griegos llamaban χόριον chórion a la placenta

Hay que dejar muy claro que los antiguos griegos llamaban χόριον chórion (membrana, envoltura fetal) a la placenta como estructura extraembrionaria  que envuelve al feto. Véase la entrada “corion”. 

Nexos indoeuropeos de la palabra “placentaa»

El término placenta, en su acepción antigua y actual, está vinculada a la raíz del indoeuropea *plā-k-1 (ancho y plano). También asociada a los términos latinos: placeo, infinitivo placere (“agradar”, por la idea de que al agradar, haces que una persona esté serena y tranquila, como las aguas del mar quieto, planas y serenas); placatus (calmado, aplacado); placare (aplacar, apaciguar, reconciliar); plăcentārĭus (el que hace los pasteles o tortas planas); placide (adverbio que significa “plácidamente”). En griego antiguo: πλᾰκόεις (plakóeis, “plano”); πλᾰκερoς (plakeros, “amplio”); πλάγια (plágia “lados, flancos, costados”, de donde la palabra playa). En inglés, flake (“delgado”, “hojuela”, de donde corn flakes u “hojuelas de maíz”).

Mateo Realdo Colombo (siglo XVI) utiliza por vez primera la palabra latina plăcenta con sentido médico y anatómico

El que primero usó el término “placenta” con sentido anatómico y médico fue el anatomista italiano Mateo Realdo Colombo (c. 1515-1559), nacido en Cremona y muerto en Roma. Contemporáneo y sucesor de Andrés Vesalio (1514-1564) en la cátedra de Padua. 

Y llamó “placenta” al órgano que en la gestación se adhiere a las paredes interiores del útero y del que nace el cordón umbilical, al advertir su forma semejante a una torta plana (la plăcenta o torta plana de los romanos y la πλακοῦς de los griegos). Colombo también se distinguió por haber descubierto la circulación menor o pulmonar en su obra póstuma De re anatomica libri XV o Quince libros sobre anatomía).

Algunos términos médicos con “placenta”

Abruptio placentae. Desprendimiento prematuro de una placenta normalmente situada. Abrupte en latín significa ‘bruscamente’.

Placenta adherente. La que anormalmente se adhiere a la pared uterina.

P. difusa. Variedad en el que el tejido placentario se distribuye sobre la membrana coriónica, como en los porcinos.

P. fundal. Que se inserta en el fondo de la matriz

P. en herradura. En forma de media luna en algunos embarazos gemelares.

P. previa. Inserción anómala de la p. en el segmento inferior del útero, que al momento del parto se presenta antes que el feto. Lo que puede provocar hemorragias abundantes y a veces infecciones. 

Placentación. El modo de formación e inserción de la p.

Placentitis. Inflamación de la placenta, con el sufijo griego -itis que indica inflamación, como en gastritis y artritis.

Placentografía. Examen radiológico de la p.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 7 de julio de 2024.

Categoría: ciencia, cultismos

por

Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *