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no, nulo

‘No’ es un adverbio de negación

No es un adverbio de negación que proviene del latín non, cuya forma antigua era nēnu o noenu, también nēnum o noenum, una contracción de ne-oenum o unum, que significa ‘ni uno’.

Expresiones en latín con non

Non nihil, ‘algo’; non digna, ‘cosa indigna’; nemo non, ‘todos’; non homo, ‘nadie’.

Relación indoeuropea con non

Non está asociado a la raíz indoeuropea *ne- o *nĕ- (nĕ1nei, según el indoeuropeísta Pokorny, una partícula negativa que indica ‘negación’. Raíz también ligada al verbo nĕgo, negare (‘negar’); necāre (‘destruir, matar’); nisi (‘a no ser que’); nullus (‘nadie, ninguno’, de donde la palabra ‘nulo’); el adverbio necne (‘o no’); así como el prefijo de negación in- como en las palabras inmóvil, inmoral, inmediato, insuficiente y muchas más. También en griego, los prefijos a-, an- (α-, αν-) que expresan negación o carencia como en las palabras amorfo (sin forma), ápodo (sin patas), áptero (sin alas), acéfalo (sin cabeza), anacoluto (inconsecuencia al construir un discurso), aneuploidía (tener un número anormal de cromosomas), anestesia, etc.en otras lenguas

En inglés es no, not; en francés non; italiano no, non; alemán neim (en respuestas), nicht (con verbo); holandés nee, neen.

Jesús Gerardo Treviño Rodríguez. 24 de mayo de 2020.

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Soy Jesús Gerardo Treviño Rodríguez, un profesor mexicano jubilado y además, ingeniero agrónomo con posgrado en parasitología agrícola. Durante más de un lustro colaboré en una página de etimologías, bien conocida por las personas que se interesan en esta fascinante área del conocimiento. Sin embargo, ahora deseo abordar temas etimológicos, pero además añadir, especialmente, contenidos históricos que fortalezcan el entendimiento de las palabras. No se sorprendan si encuentran contenidos tan dispares. Me encanta saber, aunque sea algo de todo, o bueno, casi de todo. A los que les gusta la concisión muy probablemente no tengan la paciencia de leer mis explicaciones, porque me agradan los detalles, y con mucha frecuencia anoto cosas algo alejadas del tema. Pero como aquí decimos "una cosa lleva a otra". Y no importa que eso suceda a menudo. Me encanta pasearme por el mundo de los datos. Echar a andar la imaginación. Precisamente por eso, el lema de Etimologías y ¡mucho más! Vaya para todos los que venturosamente se topen con mis notas, una modesta invitación para que lean mis artículos, y expresen su opinión. Dedico este trabajo a la memoria de mi madre, Victoria Rodríguez Quintanilla (mayo de 1904 - abril de 1992), que fue profesora por más de 40 años. A mis hijos, nietos y demás personas con las que tengo vínculos profundos. A todos mis queridos exalumnos, que tuvieron la paciencia de escuchar mis enseñanzas.

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